ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

PRACTICA #4: MICROFLORA NORMAL HUMANA


Enviado por   •  10 de Febrero de 2019  •  Tareas  •  2.305 Palabras (10 Páginas)  •  321 Visitas

Página 1 de 10

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez

Instituto de Ciencias Biomédicas

Programa Médico Cirujano

Andrea Alejandra Regalado Talavera 166823

Lunes a miércoles 2:00 – 3:00

PRACTICA #4: MICROFLORA NORMAL HUMANA

RESUMEN

La microbiota, microflora o flora bacteriana está compuesta por más de 100 billones de microorganismos, en su mayoría bacterias, que ayudan a nuestro organismo a protegernos de infecciones. La flora bacteriana está presente de manera destacada en el intestino, pero también en la vagina, las fosas nasales, la boca o la propia piel. La microflora es distinta en cada individuo y se comienza a formar desde el mismo momento en que nacemos por medio de las bacterias que proceden del exterior. Asimismo, la lactancia y la alimentación que recibimos desde que somos niños contribuyen a que tengamos una flora rica y variada. Sobre la importancia de la flora bacteriana en nuestra salud a través de tres funciones en las que la microbiota resulta fundamental: metabólica, trófica e inmunitaria. La primera de ellas, la función metabólica, permite que la microflora metabolice los residuos que nuestro organismo no digiere, la segunda es la función trófica y por último la inmunitaria.

PALABRAS CLAVE

Microflora, microorganismos, bacteria, microflora nativa, parasito, hospedero.

OBJETIVO DE LA PRACTICA

Conocer la microflora normal de las diferentes partes del cuerpo y comprobar su presencia en piel y cavidad bucal mediante técnicas de laboratorio.

INTRODUCCION

En un intento por comprender la participación de los ecosistemas microbianos residentes en la salud y la enfermedad del ser humano, en el año 2007 los National Institutes of Health lanzaron el Proyecto Microbioma humano (Human Microbiome Project). Una de las metas principales de este proyecto es entender la amplia diversidad genética y fisiológica humana, el microbioma y los factores que repercuten en la distribución y evolución de los microorganismos que los forman. Uno de los aspectos de este proyecto consiste en contar con varios grupos de investigación que emprendan simultáneamente el estudio de las comunidades microbianas que viven en la piel y mucosas del ser humano, como la boca, esófago, estómago, colon y vagina, utilizando secuencias genéticas de subunidades pequeñas (16S) de RNA ribosómico. Entre las interrogantes que abordan este proyecto son: ¿Cuál es la estabilidad y resistencia de la microbiota de cada persona a lo largo de un día y en el transcurso de toda su vida? ¿Qué tan similares son los microbiomas entre los integrantes de una familia, de una comunidad, o entre las comunidades en distintos ambientes? ¿Todos los seres humanos tienen un microbioma central identificable y, si lo tienen, cómo se adquiere y transmite? ¿Qué repercute en la diversidad genética del microbioma y cómo repercute esta diversidad en la adaptación de los microorganismos y el hospedador a un estilo de vida distinto y a diversos estados fisiológicos o fisiopatológicos? Ya se han realizado numerosas observaciones. Por ejemplo, se ha establecido que existen grandes diferencias entre los individuos en cuanto al número y tipo de especies de microorganismos que habitan en el colon y que la obesidad quizá guarde relación con los tipos de microbios que participan en determinadas vías metabólicas del aparato digestivo. La microbiota, microflora o flora bacteriana está compuesta por más de 100 billones de microorganismos, en su mayoría bacterias, que ayudan a nuestro organismo a protegernos de infecciones. La flora bacteriana está presente de manera destacada en el intestino, pero también en la vagina, las fosas nasales, la boca o la propia piel. (Ramos, 2012)

La microflora es distinta en cada individuo y se comienza a formar desde el mismo momento en que nacemos por medio de las bacterias que proceden del exterior. Asimismo, la lactancia y la alimentación que recibimos desde que somos niños contribuyen a que tengamos una flora rica y variada. A modo de ejemplo, la lactancia aporta a los bebés casi mil millones de bacterias por cada litro de leche, como bifidobacterias y lactobacilos, imprescindibles para su inmunización. (MA. R, 2015)

La publicación el año pasado de un libro sobre este tema, titulado Las Maravillas de la flora, fruto del trabajo de la licenciada en Medicina y Cirugía y máster en Comunicación Científica Margarida Mas, llama la atención sobre la importancia de la flora bacteriana en nuestra salud a través de tres funciones en las que la microbiota resulta fundamental: metabólica, trófica e inmunitaria. La primera de ellas, la función metabólica, permite que la microflora metabolice los residuos que nuestro organismo no digiere, a la par que contribuye a la producción de vitaminas, como vitamina K o ácido fólico.

Por lo que respecta a la función trófica, la microbiota permite controlar las células epiteliales y, por tanto, posibles infecciones bacterianas.

Finalmente, la función inmunitaria de la flora bacteriana se debe al hecho de que esta actúa como barrera debido a que las bacterias que lo forman segregan sustancias antimicrobianas, lo que impide el paso de nuevas bacterias ajenas a nuestro organismo. La microflora de nuestro organismo debe ser variada, y ello solo se consigue exponiendo a nuestro organismo a los microorganismos que nos rodean. Diversos estudios científicos han alertado sobre la relación que existe entre el exceso de higiene al que sometemos nuestra vida diaria y el aumento de enfermedades como el asma, la diabetes y las alergias. El contacto de nuestro sistema inmunitario con microorganismos presentes en el ambiente que nos rodea favorece que este genere bacterias, enriqueciendo la flora bacteriana, lo que contribuye a hacernos más fuertes y resistentes a algunas enfermedades.

Llevar una dieta variada a la par que rica                                                en fibras vegetales, e incorporar alimentos prebióticos (que estimulan la formación de bacterias presentes en la flora) y probióticos (en su mayoría, lácteos compuestos por microorganismos vivos que benefician la microbiota), ayuda a que nuestra microflora sea diversificada, lo que repercute positivamente en nuestra salud. Desde el 2010 se están llevando a cabo, de manera experimental,

trasplantes de flora bacteriana en pacientes afectados por la bacteria Clostridium difficile, causante de diarreas y colitis. Será el propio médico el que estudie individualmente cada caso antes de proponer este trasplante, siempre controlado y dirigido por un especialista en la matera.  (Torres, 2004)

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (15.2 Kb)   pdf (347.1 Kb)   docx (141.3 Kb)  
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com