Potencial De Membrana En Reposo
fckjdbm4 de Julio de 2013
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Una infusión es una bebida obtenida de las hojas secas, partes de las flores o de los frutos de diversas hierbas aromáticas, a las cuales se les vierte o se los introduce en agua a punto de hervir en una tacita.
Historia:
El café entró en nuestra historia a través del mundo árabe. Parece demostrado que las tribus nómadas de Etiopía y Arabia, donde el cafeto crece silvestre; lo consumía, aunque no lo tomaban en forma de bebida, sino que lo machacaban y mezclaban con grasa, formando unas bolas que se iban comiendo. Las infusiones más comunes son: el café, el té, el mate, la manzanilla, la tila y la horchata.
Acepción en Física:
En física, se denomina así a la acción de extraer de un producto, mezcla o solución (tanto como al producto extraído) las partes solubles en agua a una temperatura mayor a la ambiente, y menor a la de hervor.
Acepción en Medicina:
Una infusión es una disolución cuyo objetivo clínico próximo consiste en ser inyectada en algún compartimento corporal, generalmente el torrente circulatorio venoso, en cuyo caso se denomina infusión intravenosa (IV) o endovenosa (EV). Pero, en el caso de que el compartimento fuera la luz del tubo digestivo y esa infusión fuera introducida por la boca, tal infusión se debe denominar infusión oral, por ejemplo, una infusión de té.
Ordinariamente las infusiones son disoluciones acuosas de algún soluto, es decir, el resultado de diluir un soluto en agua pero sin que ésta contenga soluto sobrenadando, depositado en el fondo del recipiente o flotando en algún punto de la masa de disolvente. El soluto será siempre la sustancia que va a ser disuelta en el diluyente. Son posibles disoluciones con disolventes distintos al agua, por ejemplo, alcohol o algún líquido oleoso y el soluto puede ser materia sólida como, por ejemplo, sal común, gaseosa como, por ejemplo, anhídrido carbónico inyectado a presión o una sustancia líquida como, por ejemplo, ácido acético.
Infusiones (Extracción del solvente en el calor):
El proceso de obtención de una infusión se realiza por medio de la aplicación de un solvente caliente (H2O), sobre un tipo de hierba o producto orgánico que libera sustancias que poseen ciertas propiedades curativas o simplemente por placer.
Durante las pruebas realizadas se pudo observar que la extracción realizada con agua a alta temperatura, extrae sustancias, colorantes, aromáticas y saborizantes, todas estas de origen natural.
El proceso de extracción es muy rápido, logrando desarrollarse en pocos minutos después del contacto con el agua hirviendo.
El proceso de extracción será más eficiente si el agua posee más temperatura, a medida que realizábamos el procedimiento con el agua más fría, la extracción era más débil y los productos obtenidos se hallaban en menor proporción.
Los vegetales tratados con este procedimiento se ven afectados en su apariencia y estructura de forma permanente, ya que la interacción con el solvente a alta temperatura y la remoción de sustancias por efecto del calor daña permanentemente el tejido de la planta.
¿Para qué sirven las Infusiones?
Las infusiones son la mezcla de agua (por lo general caliente) con hierbas o plantas. Desde su origen, las infusiones han sido elaboradas para tratar ciertas dolencias, todavía hoy son muchos los defensores de estas prácticas, pues al contrario que los medicamentos, las infusiones son naturales, no tienen tantos efectos secundarios y son muy beneficiosas para la salud.
Las infusiones se utilizan mucho como complemento en muchas dietas, ya que por lo general, además de saciar un poco el apetito, favorecen la digestión. En la actualidad una práctica muy usual es mezclar diferentes plantas para lograr un sabor diferente, así como, una mayor eficacia terapéutica.
Tipos de Infusiones y sus Utilidades:
Manzanilla: ésta es una hierba adaptada a los climas cálidos, semiáridos, semis secos y templados, de abundante presencia en Latinoamérica, cuyas hojas se asemejan al encaje y sus flores se caracterizan por sus tonos amarillos y blancos. Es una de las infusiones más empleadas en el mundo, ya sea como bebida o aplicándola directamente sobre la parte afectada. Desde tiempos antiguos, los mexicanos han empleado esta hierba para tratar los trastornos digestivos leves, como diarrea, gastritis, indigestión o cólicos, algo que en la actualidad también es común en nuestra cultura. Asimismo, es frecuente emplearla para irritaciones o inflamaciones oculares, para lo cual es necesario cocerla y dejarla enfriar. Otros usos hacen referencia a las afecciones respiratorias (catarros, tos, asma, etc.), para limpiar heridas superficiales o tratar el acné.
Poleo-Menta: esta hierba es una de las más empleadas en forma de infusión, ya que proporciona propiedades antiespasmódicas, antisépticas, así como para reducir la flatulencia, y ayuda a realizar digestiones pesadas. En otros tiempos, esta planta también se empleó para ahuyentar los insectos de los cultivos. Las propiedades curativas se encuentran en la totalidad de la planta y su principal finalidad es la de optimizar las funciones digestivas. Además, se emplea para catarros y tos.
Té: una de las infusiones predominantes en nuestra cultura es el té, realizado con las hojas de la planta que lleva su mismo nombre y que tiene capacidad estimulante, similar a la del café, aunque no daña el estómago, sino que ayuda a que éste realice sus funciones. Esta hierba fue descubierta por los chinos y, precisamente, ellos son sus principales consumidores. Hay que resaltar, además de las mencionadas anteriormente, sus propiedades diuréticas, así como para mejorar la visión y la capacidad de atención.
Tilo: esta infusión es producto de un árbol que puede llegar a medir hasta 30 metros y puede crecer de forma silvestre, aunque lo más común, actualmente, es cultivarlo en climas cálidos, semis cálidos y templados. La parte medicinal se encuentra en sus flores y frutos que contienen farmesol y proporcionan un olor agradable. Debido a sus capacidades sedantes es frecuente emplearla como tranquilizante, para calmar el estado nervioso. Además, ayuda a realizar la digestión y a dormir con facilidad. Aunque esa es su principal función también se emplea para reducir los problemas coronarios y arteriales, así como para cólicos y reducción de las irregularidades menstruales.
Valeriana: las propiedades medicinales de la raíz de la valeriana no se descubrieron hasta el siglo XVI, en el que se conoció su capacidad para controlar la epilepsia. Al igual que la tila, esta hierba, administrada con precaución, actúa contra el nerviosismo, como sedante y relajante. Sin embargo, si no se cuida la proporción del consumo puede dar lugar a la excesiva sedación del sistema nervioso, así como al retardo de la circulación y el descenso de la presión arterial.
Menta: existen cerca de 30 variedades de esta hierba, aunque las más utilizadas son la Menta (Peppermint o Mentha Piperita) y Menta Verde (Spearmint o Mentha Spicata), y es cultivada, sobre todo, en Europa, Estados Unidos y Asia. En gastronomía, se emplea para condimentar todo tipo de guisos, así como para aromatizar postres y, sobre todo, para producir licores. Se puede adquirir seca, fresca o en aceite, aunque conviene saber que siempre se encuentra muy concentrada.
Anís Verde: desde la era antigua, esta hierba se ha empleado con fines mágicos, así como por su buen aroma, que proporcionaba un aliento fresco al mascarla. España es uno de los principales productores de esta hierba, ya que le es muy favorable el clima mediterráneo. Sus propiedades expectorantes, como tónico estomacal y digestivo hacen de ella una de las plantas medicinales más empleadas. Asimismo, tiene la propiedad de regular las funciones menstruales, así como de aliviar la flatulencia. Al no ser soluble en agua, para prepararlo es necesario verter en el agua algún tipo de anisado ya preparado, en lugar de la propia esencia, que hace que ésta se ponga lechosa. Esta bebida es de gran utilidad como digestivo. Asimismo, se emplea con frecuencia en la cocina para dar aroma y sabor, sobre todo, a los dulces.
Romero: el romero es una planta de color verde plateado que ha sido empleada desde la antigüedad con fines curativos del sistema nervioso y que, además, ha sido apreciada a lo largo de la historia por su persistente buen olor, parecido al del limón y al del pino. Las hojas son en forma de aguja. Se puede obtener este tipo de hierba fresca, seca e incluso en polvo, aunque también es muy frecuente encontrarlo de forma silvestre o decorando los jardines. Su empleo es muy común para la fabricación de cosméticos, así como para cocinar ensaladas, carnes o caldos. Los expertos aseguran que su aroma tiene la capacidad de reforzar la memoria y de mejorar la circulación.
Abrojo: El abrojo se ha utilizado por vía interna como analgésico moderado, diurético y espasmolítico.
Infusión de Abrojo: una cucharadita de sumidades floridas misma y se añade una taza de agua hirviendo. La dosis usual es de 2-3 tazas diarias...
Albahaca: La infusión de las hojas de albahaca sirve para combatir la gonorrea. La infusión ligera se utiliza para combatir los vómitos. Infusión recomendada: Verter 15-20 g del follaje fresco sobre un litro de agua hirviendo. Reposar por 10-15 minutos antes de filtrar. Ingerir 300-500 ml al día repartidos en 2-3 tomas...
Guayaba: A la infusión de las hojas de guayaba se le atribuyen propiedades antibióticas
Papaya: La infusión de las flores es emenagogo, febrífugo y expectorante.
Pasiflora: Adicionar
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