ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Primeros Auxilios

123773335986 de Junio de 2013

2.322 Palabras (10 Páginas)318 Visitas

Página 1 de 10

Manual de Primeros Auxilios

El estado y la evolución de las lesiones derivadas de un accidente dependenb en gran parte de la rapidez y de la calidad de los primeros auxilios recibidos.

La Ley 31/95, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales,

marca como obligación el análisis de las posibles situaciones de emergencia

en la empresa, así como la adopción de las medidas necesarias en materia de

primeros auxilios.

FORMACIÓN Y ORGANIZACIÓN

No todos los trabajadores de la empresa deben ser entrenados como

socorristas, pero sí es conveniente que todos y cada uno de los

trabajadores estén informados y formados en Primeros Auxilios,

principalmente los responsables de grupo (mandos intermedios,

encargados,...) así como aquellos que trabajan en zonas de riesgo.

Los socorristas laborales serán voluntarios y deberán ser el «número

suficiente» dependiendo de las condiciones de la empresa.

Una cifra orientativa para situaciones de riesgo bajo sería de un socorrista

por cada 50 trabajadores por turno (considerando siempre la necesidad de

disponer de socorristas suplentes).

En todo caso se debería disponer en cualquier momento en la empresa de

una persona encargada de la actuación en situaciones de emergencia.

Otros componentes del eslabón de la Cadena de Socorro, serán los testigos

y el/la telefonista.

INTRODUCCION

Se entiende por Primeros Auxilios el conjunto de actuaciones y técnicas que

permiten la atención inmediata de un accidentado hasta que llega la

asistencia médica profesional, a fin de que las lesiones que ha sufrido no

empeoren.

Existen 10 consideraciones que se deben tener en cuenta, siempre, como

actitud a mantener ante los accidentes.

El asumir estos consejos nos permitirá evitar cometer los errores más

habituales en la atención de accidentados y, con ello, conseguir no agravar

las lesiones de los mismos.

Conservar la calma.

No perder los nervios es básico para poder actuar de forma correcta,

evitando errores irremediables.

Evitar aglomeraciones que puedan entorpecer la actuación del socorrista.

Saber imponerse.

Es preciso hacerse cargo de la situación y dirigir la organización de

recursos y la posterior evacuación del herido.

No mover.

Como norma básica y elemental no se debe mover a nadie que haya sufrido

un accidente hasta estar seguro de que se pueden realizar movimientos sin

riesgo de empeorar las lesiones ya existentes. No obstante, existen

situaciones en las que la movilización debe ser inmediata: cuando las

condiciones ambientales así lo exijan o bien cuando se debe realizar la

maniobra de reanimación cardiopulmonar.

Examinar al herido.

Se debe efectuar una evaluación primaria, que consistirá en determinar

aquellas situaciones en que exista la posibilidad de la pérdida de la vida de

forma inmediata.

Posteriormente, se procederá a realizar la evaluación secundaria o, lo que es

lo mismo, controlar aquellas lesiones que pueden esperar la llegada de los

servicios profesionalizados.

PRINCIPIOS GENERALES

Tranquilizar al herido.

Los accidentados suelen estar asustados, desconocen las lesiones que

sufren y necesitan a alguien en quien confiar en esos momentos. Es función

del socorrista ofrecer esa confianza y mejorar el estado anímico del

lesionado.

Mantener al herido caliente.

Cuando el organismo humano recibe una lesión, se activan los mecanismos

de autodefensa implicando, en muchas ocasiones, la pérdida de calor

corporal. Esta situación se acentúa cuando existe pérdida de sangre, ya que

una de las funciones de ésta es la de mantener la temperatura interna del

cuerpo.

Avisar a personal sanitario.

Este consejo se traduce como la necesidad de pedir ayuda con rapidez, a

fin de establecer un tratamiento médico lo más precozmente posible.

Traslado adecuado.

Es importante acabar con la práctica habitual de la evacuación en coche

particular, ya que si la lesión es vital no se puede trasladar y se debe

atender “in situ", y si la lesión no es vital, quiere decir que puede esperar la

llegada de un vehículo debidamente acondicionado.

No medicar.

Esta facultad es exclusiva del médico.

ACTIVACIÓN DEL SISTEMA DE EMERGENCIA: P.A.S

En cualquier accidente debemos ACTIVAR EL SISTEMA DE

EMERGENCIA. Para ello recordaremos la palabra P.A.S., que está formada

por las iniciales de tres actuaciones secuenciales para empezar a atender al

accidentado:

Antes de actuar, hemos detener la seguridad de que tanto el

accidentado como nosotros mismos estamos fuera de todo peligro. Por

ejemplo, no atenderemos a un electrocutado sin antes desconectar la

corriente causante del accidente, pues de lo contrario nos accidentaríamos

nosotros también.

Siempre que sea posible daremos aviso a los servicios sanitarios de la

empresa o exteriores (112 - 061 - 091 - 092) y por el método más

rápido, de la existencia del accidente, activando así el Sistema de

Emergencia, para inmediatamente empezar a socorrer en espera de ayuda.

Hay que indicar siempre:

• Lugar y tipo del accidente.

• Número de heridos.

• Identificación de la persona que llama, ya que las llamadas anónimas

inspiran desconfianza.

• No abandonar nunca la comunicación hasta que nos lo digan.

Si estamos solos, lo primero es socorrer a las víctimas intentando avisar lo

antes posible.

Una vez hemos protegido y avisado, procederemos a evaluar el estado

del lesionado.

La “A” de Avisar

La “P” de Proteger

La “S” de Socorrer

EVALUACIÓN Y ACTUACIÓN

La evaluación se realiza en el lugar de los hechos con el fin de establecer

prioridades y adoptar las medidas necesarias en cada caso. Consta de dos

pasos:

VALORACIÓN PRIMARIA: Su objetivo es identificar las situaciones que

suponen una amenaza para la vida. Para ello observaremos, siempre por este

orden:

• El ESTADO DE CONSCIENCIA

• LA RESPIRACIÓN

• LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA (PULSO)

• LA EXISTENCIA DE HEMORRAGIAS

VALORACIÓN SECUNDARIA: Una vez superada la valoración

primaria nos ocuparemos del resto de las lesiones.

CABEZA:

• Buscar heridas y contusiones en cuero cabelludo y cara.

• Salida de sangre por nariz, boca y oídos.

• Lesiones en los ojos.

• Aspecto de la cara (piel fría, pálida, sudorosa).

CUELLO:

• Tomar el pulso carotídeo durante un minuto.

• Aflojar las prendas ajustadas.

TÓRAX:

• Heridas.

• Dolor y dificultad al respirar.

ABDOMEN:

• Heridas.

• Muy duro o muy depresible al tacto.

• Dolor.

EXTREMIDADES:

• Examinar brazos y piernas en busca de heridas y deformidades.

• Valorar la sensibilidad para descartar lesiones en la médula.

¿QUE NO SE DEBE HACER?

1. Emitir nuestra opinión sobre el estado de salud al lesionado o a los

familiares.

2. Dejar que se acerquen curiosos a la víctima (aislaremos el lugar si es

posible).

3. Sustituir al médico.

4. Permitir que el lesionado se enfríe.

5. Cegarnos por la aparatosidad de la sangre o la herida.

6. Mover o trasladar al lesionado (salvo necesidad absoluta).

7. Dejar que el lesionado se levante o se siente.

8. Administrar comida, agua, café o licor.

9. Administrar medicación.

FUNCIONES VITALES

Las funciones vitales son la circulación y la respiración debido a que con la

ausencia de una de ellas, durante un periodo de tiempo superior a cinco

minutos, se produce la muerte de las células más sensibles del organismo:

las cerebrales, lo cual conduce a la muerte de la persona.

Evaluaremos, entonces el estado físico del herido, partiendo de los tres

aspectos clave:

EL ESTADO DE CONSCIENCIA

Valorar el estado de consciencia:

• Si la víctima responde a nuestros estímulos (Habla, responde a nuestras

preguntas, se queja, etc.) indica que está consciente.

• Si la víctima no responde, indica que está inconsciente. En este caso

pedimos ayuda sin abandonarla y comprobamos si respira.

LA RESPIRACION

Comprobar la respiración:

• Sintiendo o escuchando como sale el aire o fijándonos en el ascenso y

descenso del tórax.

• Si respira, valorar la circulación.

• Si no respira, realizamos la maniobra de "apertura de las vías aéreas".

• Muchas veces con estos procedimientos se restaura la

respiración espontáneamente.

• Si es así, colocarle en posición lateral estable y de seguridad (P.L.S.).

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb)
Leer 9 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com