Programa Educativo Lactancia Materna
mechitapresa11 de Octubre de 2012
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INTRODUCCION
La lactancia materna es la forma de nutrición natural del y de la lactante y sus ventajas nutritivas, inmunitarias y psicológicas son conocidas. Es el alimento idóneo y su composición la ideal para el mejor crecimiento, desarrollo y maduración durante los seis primeros meses de vida. Además, es gratuita y se presenta caliente, higiénica y a punto de consumir.
La leche humana es el alimento de elección durante los 6 primeros meses de la vida para todos los niños, incluidos los prematuros, los gemelos y los niños enfermos salvo rarísimas excepciones.
La leche humana es sin duda la más adecuada y es especie específica; alimentar a los niños con otra leche diferente a la leche de madre es alimentarlos con sucedáneos de leche de madre que, a pesar de los diseños sofisticados y de su precio elevado, están muy lejos de poder ofrecer todas las ventajas de la leche de madre. El niño alimentado al pecho es el modelo de referencia que hay que seguir para evaluar el crecimiento, desarrollo y estado de salud de los niños. La leche materna tiene un impacto beneficioso en la salud del niño, en el crecimiento y desarrollo, en la inmunidad, en aspectos psicológicos, sociales, económicos y medioambientales.
Hoy por hoy la leche de madre sigue siendo una sustancia compleja que, a pesar de todos los esfuerzos que se han realizado en el campo de la investigación, sigue siendo un alimento irreemplazable.
I. TITULO
IMPORTANCIA DE LA LACTANCIA MATERNA EXCLUSIVA
II. ANTECEDENTES
La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida protege a los recién nacidos y lactantes contra la enfermedad, reduce el riesgo de mortalidad y alienta el desarrollo sano del niño. Su promoción es la intervención más efectiva para prevenir la mortalidad infantil y tiene muchos otros beneficios a corto y largo plazo, tanto para la salud de la madre como para el niño.
Los beneficios para los bebes en estos primeros meses de vida son ampliamente conocidos y comprobados, constituye un factor decisivo en la sobrevivencia infantil de niños y niñas en hogares en situación de pobreza y condiciones precarias de saneamiento básico, que se manifiesta en las elevadas tasas de mortalidad infantil. Más de dos tercios de estas muertes están relacionadas con prácticas inadecuadas de alimentación durante los primeros meses de vida, adicionalmente, los sobrevivientes están condenados a padecer una primera infancia desnutrida y enferma, limitándose de esta forma su desarrollo y comprometiéndose su futuro potencial de ciudadanos productivos.
Estudios realizados por OMS en Brasil, Estados Unidos, Ghana, India Noruega y
Omán confirman que los niños nacidos en cualquier parte del mundo y que disfrutan de un optimo comienzo de sus vidas, tienen el potencial de desarrollarse en la misma gama de tallas y pesos, es decir, que las diferencias en el crecimiento infantil hasta los cinco años depende más de la nutrición, las practicas de alimentación, el medio ambiente y la atención sanitaria que de los factores genéticos o étnicos.
Los niños y las niñas pequeños que viven en situaciones de vulnerabilidad en los países de la región de América Latina y el Caribe sufren de malnutrición en diversas formas. La magnitud y severidad del problema está estrechamente relacionada con la inequidad y la exclusión social de grupos específicos destacándose los pueblos indígenas, grupos afro- descendiente y campesino.
Esta situación se ha visto aun mas agravada por la crisis de alimentos lo que ha llevado a los países a impulsar una amplia gama de programas para aliviar la situación de pobreza extrema e inseguridad alimentaria, que incluyen la atención materno-infantil con enfoque en la promoción de la lactancia materna y complementación alimentaria a mujeres embarazadas y en período de lactancia, así como a niños y niñas lactantes y preescolares.
Los datos actuales ponen en evidencia la necesidad de retomar el tema de la lactancia materna con la prioridad que requiere y re-posicionarla con el compromiso de los gobiernos y de los principales actores relacionados con el tema con el apoyo de las organizaciones internacionales lideradas por la UNICEF. Se estima que en la Región de Latinoamérica y El Caribe solamente alrededor de 40% de los niños y niñas reciben leche materna exclusiva durante 6 meses. No se puede deducir de los cuadros estadísticos la tendencia, aunque hay evidencias que en varios países está declinando. Al realizar el análisis por grupos de países se constata que solamente 24% de los lactantes en El Salvador, 25% en Panamá y 31% en Nicaragua son amamantados exclusivamente con leche materna durante los primeros 6 meses de vida. Estos bajos índices indican un abandono de la práctica de la lactancia materna exclusiva. Ecuador está en una situación intermedia, con 40 % seguidos de Bolivia con 54% y Chile con 63%.
Es evidente que hay necesidad de tomar acciones concretas y retomar el tema con prioridad, sin embargo, no se trata solamente de reenfocar los programas de comunicación dirigidos a la audiencia objetivo y profesionales involucrados, los gobiernos tienen que crear las condiciones que hacen posible la lactancia materna en un mundo cada vez más globalizado.
La importancia de los entornos favorables a los niños ha sido señalada como un factor clave por la OPS. "Esto significa que los hospitales deben permitir a las madres acceso inmediato y sin limitaciones a sus recién nacidos y, en las comunidades, contar con expertos que puedan asesorar a las madres. También significa crear y mantener entornos laborales que sean favorables a la lactancia materna". Un ejemplo concreto lo ha dado el Brasil al aprobar una ley nacional que establece seis meses para el permiso por maternidad, tomando el liderazgo en la promoción de las condiciones que hacen posible la lactancia materna
Las inversiones en la promoción de la lactancia materna se refleja directamente en la supervivencia y la salud de los niños. Sin embargo en la última década este apoyo se ha visto disminuido con lo cual se ponen en peligro los logros alcanzados hasta la fecha.
En la 67ª “Reunión del Consejo Consultivo de OMS” en 1981, esta Organización y UNICEF presentaron una propuesta de código que fue adoptado en la 34ª. Asamblea Mundial de la Salud el 21 de Mayo de ese año. De esta manera nace el “Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna”, que se aplica a cualquiera de los sucedáneos de la Leche Materna, jugos y mezclas de verduras, cereales, tés, jugos y las llamadas leches de seguimiento, incluyendo biberones y chupones. No permite ninguna publicidad destinada al público de estos productos ni obsequios de muestras de leches a las madres o sus familias, incluyendo agentes de salud, exposiciones de productos, afiches ni acceso de personas o compañías lecheras a los servicios de salud.
El material informativo y educativo debe explicar los beneficios de la Lactancia Materna y los riesgos para la salud vinculados al uso del biberón y sus costos. Las etiquetas de los productos deben decir claramente que la Lactancia Materna es superior y que deberá consultarse a un agente de salud antes de utilizar algún sucedáneo, debiendo contener la advertencia sobre los riesgos de esta decisión para la salud. Los Gobiernos deben adoptar y cumplir los objetivos del código, creando las leyes y reglamentos que consideren necesario para ello.
En 1990, 40 representantes de países firmaron la Declaración de Innocenti, que ratifica la Declaración Conjunta OMS/UNICEF de 1989 para apoyo a la Lactancia Natural.
Y por tanto declara: “que como meta mundial para la salud y la nutrición óptima de la madre y del niño, todas las mujeres deberán poder amamantar exclusivamente a sus hijos y todos los lactantes deberían ser alimentados exclusivamente a pecho desde el nacimiento hasta los seis meses de edad”.
Desde las primeras horas de nacimiento y hasta los seis meses de edad, la lactancia materna es el único alimento de importancia para los bebes. La lactancia materna se continúa después de los seis meses, pero complementándola con otros alimentos. Idealmente, la lactancia materna debe continuar hasta los dos años de edad. Los bebes que reciben lactancia materna tienen mayor protección contra las infecciones, reciben un mejor estimulo en la conexión de las neuronas cerebrales por la relación de contacto con la madre y fortalece la relación afectiva entre el recién nacido y su madre. Los bebés lloran menos y las madres responden mejor a las necesidades de sus bebés.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) impulsa, defiende y apoya la lactancia materna como la alimentación más apropiada durante los primeros seis meses de vida garantizándoles una infancia saludable a los niños y niñas y favoreciendo el desarrollo máximo de todas sus potencialidades para una vida adulta plena y productiva.
III. BASE TEORICA
Proceso de dar leche materna como fuente de alimentación al recién nacido y al infante.
La OMS recomienda el calostro (la leche amarillenta y espesa que se produce al final del embarazo) como el alimento perfecto para el recién nacido, y su administración debe comenzar en la primera hora de vida. Se recomienda la lactancia exclusivamente materna durante los primeros 6 meses de vida. Después debe complementarse con otros alimentos hasta los dos años.
La Academia Americana de Pediatría recomienda que como tiempo mínimo de lactancia materna sea de 4 a 6 meses e idealmente
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