Que Le Pasa A Nuestro Planeta?

¿Qué le pasa a nuestro planeta?

El problema ambiental que vivimos es producto de la historia de las sociedades. Hoy es común escuchar comentarios sobre los daños que estamos causando a la naturaleza: la contaminación del aire que respiramos y el deterioro de los recursos naturales como el agua, los bosques, la fauna y el suelo. También es común que se hable de la importancia y urgencia de tomar medidas para resolver esta problemática, de hacer algo para evitar que esto suceda.

Se repite constantemente que: “los responsables del deterioro del ambiente somos todos y todos debemos hacer algo para evitarlo”. Lo anterior es cierto, pero hay que hacer notar que no todos somos responsables en igual medida. Algunas situaciones pueden ayudarnos a entenderlo. Por ejemplo, no podemos comparar el efecto contaminante de una automóvil con el de una fábrica; aun cuando ambos tengan instalados equipos para disminuir la contaminación, su impacto es diferente. Si llevamos este ejemplo al extremo, la aportación a la contaminación del aire de un ciudadano que viaja en transporte colectivo, es menor y no comparable con la responsabilidad de quien es dueño de una fábrica.

Tampoco tiene la misma responsabilidad un campesino al cortar un árbol para construir su casa o cocina su comida, que una empresa forestal dedicada a explotar los bosques para obtener ganancias económicas. La cantidad y calidad de recursos naturales que consumimos, tiene una relación directa con los impactos al ambiente que cada uno de nosotros genera. Quien consume más deteriora más.

¿Te has preguntado por qué es importante estar consciente de los daños producidos al planeta?

Observa cada una de las cosas que te rodean, usas o forman parte de tu entorno inmediato, ¿cuál es su origen?, ¿de dónde provienen?

Te darás cuenta de que todas ellas son producto de la naturaleza, fuente de todos los recursos, y que el ser humano explota esos recursos para su beneficio.

La sociedad humana depende de la existencia de la naturaleza.

Como la naturaleza es tan vasta, los seres humanos la consideraron por mucho tiempo una fuente de recursos inagotables, lo que ha provocado fenómenos como la erosión y la perdida de fertilidad de los suelos agrícolas; la contaminación de las fuentes de agua dedicadas al consumo humano y a las diferentes actividades productivas de la sociedad, y el deterioro del aire en los centros industriales, entre otros. Esto ha demostrado que la naturaleza no es un déposito interminable de recursos, obedece a leyes que determinan su funcionamiento y que es necesario respetar para seguir disfrutando de sus beneficios.

La capacidad de las sociedades para transformar el ambiente es tan grande que hoy, en nuestro planeta, la mayoría de los ecosistemas sufren alteraciones en alguna medida, ya sea de forma directa o indirecta.

En las primeras etapas de existencia, la especie humana no causó daños ecológicos irreparables. La agricultura significó para los pueblos un cambio importante, porque les permitió establecerse de manera definitiva en algún lugar. A partir de entonces, se inició el manejo y alteración de los ciclos naturales. Por ejemplo, cuando los grupos humanos se establecieron en un lugar fijo, utilizaron madera para hacer fuego, construir sus herramientas y sus casas. Aprovecharon la vegetación de los alrededores y, en consecuencia, hubo cambios en los ecosistemas.

Los grupos humanos se asentaron cerca de los ríos y lagos que les proporcionaban el agua necesaria para su subsistencia. Todo esto permitió fundar aldeas y, con ello, se incrementó el proceso de deterioro ambiental, traducido en un inicio, con la degradación de los suelos, en el uso masivo de la flora y la fauna, y en la tala de bosques. La capacidad de alterar y modificar los ecosistemas fue aumento, impidiendo que la naturaleza fuer capaz de recuperarse.

Posteriormente, los centros poblacionales más importantes se convirtieron en grandes ciudades donde se concentraron la industria, la educación, la cultura y el gobierno, generando significativas diferencias entre las poblaciones rurales y urbanas. Este fenómeno propició la migración de la gente del campo hacia las ciudades, en busca de empleo y de mejores oportunidades de vida. Como consecuencia, se ocasionaron daños ambientales, pues los habitantes de las urbes empezaron a consumir grandes cantidades de agua y a generar muchos desechos que afectaron los ecosistemas aledaños.

El proceso de industrialización es uno de los factores desencadenantes de la actual crisis ambiental.

Desafortunadamente, el proceso de deterioro ambiental se ha incrementado y agravado por la instalación de industrias generadoras de contaminantes vertidos al aire, al agua y al suelo.

Si bien es cierto que estas industrias son una fuente de empleo y generan ganancias para los países, es necesario impedir que los inadecuados manejos de desechos contaminantes, repercutan en la calidad del ambiente y de vida de las poblaciones.

Los grandes cambios globales, como el climático, que afectan a todo el planeta, son resultado de la transformación que la producción industrial ocasiona en la naturaleza. Las sociedades y sus gobiernos han reconocido la importancia de estos cambios y la amenaza que representan para la vida. Por ello, durante las últimas tres décadas, se han tomado medidas para tratar de aminorar el problema ambiental. Algunas de ellas son la creación de leyes y normas ambientales para regular l mayoría de las actividades que realiza cotidianamente y la industria, el comercio, los gobiernos y todos los miembros que conforman la sociedad.

Ante las dimensiones de los problemas que actualmente existen, la sociedad reacciona. En

...