¿Qué son las fobias y cómo se tratan?

¿Qué son las fobias y cómo se tratan?

El miedo a las alturas, las arañas, las multitudes, los vuelos y los espacios pequeños son solo algunos ejemplos típicos que causan ansiedad en muchas personas, pero ¿cuándo esos sentimientos producen las reacciones extremas que se convierten en una fobia? Barbara Rothbaum , profesora de psiquiatría y vicepresidenta asociada de investigación clínica de la Universidad de Emory, explica.

¿En qué se diferencian las fobias del miedo o la ansiedad común?

La ansiedad y el miedo son normales y racionales. Nos mantienen fuera de situaciones posiblemente peligrosas. Las fobias son diferentes. Pueden hacer que creas que hay peligro cuando no hay ninguno. Ver un oso en un zoológico o una foto de uno no suele ser aterrador. Pero para alguien con una fobia a los osos, puede ser como encontrarse con un oso mientras camina en el bosque. Lo que separa una fobia clínicamente diagnosticada de un miedo común es que la persona siente demasiada ansiedad mental y física, evita situaciones en las que puede encontrar lo que teme y sufre de alguna manera personal o profesionalmente. Una persona con fobia puede rechazar una promoción porque ese trabajo implicaría a veces viajar a campo traviesa y tienen miedo de volar en un avión.

¿Dónde está el centro de fobia del cerebro?

Al igual que el miedo, no hay un solo lugar responsable de las fobias en el cerebro. Muchas partes del cerebro y los trillones de conexiones de sus células toman parte. Sin embargo, el miedo es importante para el procesamiento emocional y el centro de aprendizaje del cerebro conocido como la amígdala y el hipocampo que ayuda a las personas a formar recuerdos.

¿Cuáles son los tratamientos para las fobias?

La terapia conductual cognitiva ha demostrado ser el tratamiento más efectivo para las personas con fobias. A veces llamado psicoterapia, los pacientes hablan con un profesional con licencia, llamados terapeutas, en sesiones planificadas y regulares. En una escala de cero a 100, la Escala de Unidades Subjetivas de Socorro (SUDS) mide qué tan ansioso se siente un paciente. Cero significa no tener estrés y 100 significa entrar en pánico. Los pacientes también se miden por signos físicos de miedo, como la frecuencia cardíaca y la tensión muscular.

La exposición es otra parte del tratamiento. Le enseña al cerebro cómo lidiar con ver o estar cerca de lo que el paciente teme. Este aprendizaje significa que las conexiones de las células cerebrales se están reorganizando. Hay tres tipos de terapia de exposición: in vivo (o vida real), imaginal y realidad virtual. En las sesiones imaginales, el terapeuta logra que el paciente piense sobre su fobia. Las sesiones in vivo implican ver el objeto en la vida real. Las sesiones de realidad virtual a veces simulan vuelos de aerolíneas para los que tienen miedo a las alturas. El objetivo es que después de suficientes sesiones de exposición, el miedo del paciente sea lo suficientemente bajo para que puedan hacer lo que necesitan. Después de una terapia de exposición exitosa, en lugar de huir al ver esa foto del oso, la persona fóbica puede sentarse en la habitación y mirar esa foto, y finalmente ver a los osos en el zoológico.

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