Relación entre las humanidades y la ingeniería: una exploración interdisciplinaria

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Índice

1. Introducción ……………………….……………………………………………………….… 2
2. Conclusiones …………………………………………...………………………………………………………… 17

Introducción

Las humanidades engloban a un conjunto de disciplinas que nos permiten reflexionar de manera crítica sobre la complejidad de la experiencia humana. Compuesta por campos de conocimiento tales como las artes, la filosofía, la literatura, la ética y la historia, las humanidades se han consolidado como un área que nutre tanto a la sociedad como a la formación integral de los individuos. Pese a que culturalmente se catalogan como “menos prácticas” que otras disciplinas, lo cierto es que las humanidades fomentan el progreso de habilidades de pensamiento crítico, la capacidad de evaluar información para la toma de decisiones y el desarrollo de aptitudes de comunicación efectiva para la interacción con otros.

Aunque las humanidades son reconocidas como una de las disciplinas académicas más antiguas, numerosos autores refieren una preocupación creciente sobre su futuro. Entre otras causas, esta preocupación surge a raíz de los recortes presupuestarios que han afectado a la investigación humanista y a la baja demanda que se observa por carreras relacionadas a nivel universitario. Ante esta situación resulta imperioso destacar la relevancia histórica de las humanidades y analizar los factores que las sitúan en un estado de vulnerabilidad a nivel global.

Paralelo al declive de las humanidades, la ingeniería se instaura como un área de creciente interés desde la revolución industrial. Caracterizada por su utilidad para construir y mantener estructuras, máquinas, sistemas y procesos por medio de la utilización de herramientas científico – matemáticas, la ingeniería se presenta como una disciplina enfocada en la resolución de problemas prácticos. Innovación en la industria, la automatización de los procesos, el desarrollo de tecnologías y el aumento progresivo de recursos destinados a su implementación, son algunas de las causas que explican el interés global que presenta esta disciplina. Ante este escenario resulta natural preguntarse, ¿es la ingeniería un área del conocimiento carente de humanidad?

Vincular las humanidades con ingeniería puede parecer distante, y por qué no decirlo, imposible. Sin embargo, su relación es más estrecha de lo que se concibe. La ingeniería no solo se trata de construir cosas, sino también de comprender las necesidades de las personas y cómo las tecnologías pueden satisfacerlas. Las humanidades, por otro lado, nos ayudan a comprender mejor la sociedad, la cultura y la historia, lo que puede ser útil para diseñar tecnologías que sean más efectivas y relevantes para las personas.

Es así como el presente trabajo tiene por objeto realizar una revisión histórica del desarrollo de las humanidades, desde sus comienzos en la época del renacimiento hasta la actualidad. A su vez, se pretende profundizar en su evolución y disociación de las “artes liberales”, en su instauración como disciplina intelectual y en evaluar su impacto a nivel académico y universitario. Finalmente se explorará en la relación que se puede establecer entre las humanidades y la ingeniería como disciplinas complementarias para la creación de soluciones sociales innovadoras y efectivas.

Las Humanidades

1. Antecedentes históricos:

La palabra "humanidades" proviene del latín "humanitas", que tiene una amplia gama de significados, incluyendo cultura, instrucción y humanidad (RAE, 2023).

Las humanidades, como tipo de conocimiento surgen en las universidades medievales al mismo tiempo que otras disciplinas indiferenciadas entre sí. En su conjunto, retórica, dialéctica, gramática, aritmética, astronomía y música se conjugaban para conformar las llamadas “Artes Liberales” (Rivero, 2013).

La disociación de las humanidades de las “Artes Liberales” se remonta al Renacimiento (siglo XV) en Roma, se propagó por Francia y se expandió por el norte de Europa en los años posteriores.  Desde la perspectiva de Rivero (2013) una de las causas que explican esta separación es la especialización y enfoque de estudio: “la palabra Humanitas designaba al profesor o estudiante de la studia humanitatis, para diferenciarlo de un jurista, por ejemplo, y abarcaba disciplinas basadas en los autores clásicos que habían escrito en griego o latín”. De este modo, durante el Renacimiento las humanidades se configuran como una diciplina que profundiza en áreas específicas como gramática, filosofía moral, poesía e historia, entre otros.

Paralelamente, García (1994) propone que la principal causa de la especialización de las humanidades se relaciona con la revelación del hombre contra la “escolástica”. Desde esta perspectiva, el ingreso de las humanidades a la academia permite que no solo los eclesiásticos o religiosos se encarguen de impartir cátedra, sino también personas de la sociedad civil tales como secretarios, cancilleres o escribanos. Esto sumado al comienzo de los grandes viajes y la apertura de los mercados a América, favorecieron el alejamiento de las humanidades de autores como Aristóteles y los acercaron a desarrollar técnicas rigurosas para el análisis de textos fundados en la cultura grecorromana.

A pesar de la resistencia inicial mostrada por los escolásticos hacia las humanidades como parte integral de la educación formal, en el siglo XVI surgieron las primeras facultades y academias dedicadas a su enseñanza. En las primeras, participaban estudiantes de elevado estatus social que se dedicaban a la lectura de los clásicos autores grecolatinos, con el propósito de "dotar a los jóvenes tanto de conocimientos como de los modos adecuados de expresión" (Rivero, 2013). Simultáneamente, las academias reunían de manera informal a grupos de personas interesadas en discutir temas históricos, éticos y filosóficos.

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