Resumen de la composición de la leche materna y de los sucedáneos de la leche materna

Comenzando desde el nacimiento hasta los dos años de vida, todo individuo es sensible a las interacciones del medio ambiente y es aquí donde la nutrición toma un papel importante, ya que el desarrollo del niño, sea bueno o malo, dependerá del tipo de alimentación que se le dio durante esta primera etapa de la vida. La Organización Mundial de la Salud sugiere que la alimentación del bebe sea exclusivamente con leche materna durante los primeros seis meses y después se introduzcan paulatinamente alimentos complementarios en la dieta del bebé para favorecer su sano crecimiento y desarrollo.

Está comprobado que, la lactancia materna y el nacimiento por vía vaginal traen consigo consecuencias positivas ya que disminuyen notoriamente diversas enfermedades agudas y/ o crónicas que el niño pudiera padecer. La leche materna previene también el sobrepeso y la obesidad, pero esta protección dependerá de la duración y exclusividad que tuvo este alimento en el consumo del niño. De igual forma la recomendación que dan diferentes instituciones pediátricas es que su consumo sea exclusivo durante los primeros cuatro a seis meses para aminorar la aparición de alergias. Sin embargo, en madres con VIH esta practica no es recomendable y se sugiere buscar un remplazo.

Durante los primeros cuatro a siete días posparto, las glándulas mamarias segregan un líquido amarillento y espeso denominado calostro, este es rico en inmunoglobulinas, lactoferrina, linfocitos y macrófagos; la duración y cantidad de este liquido se prologa en el caso de que el bebe haya nacido prematuro. Posteriormente cambia su composición a características de leche madura.

La leche materna tiene diferentes compuestos que la hacen el alimento por excelencia de los recién nacidos y lactantes, ya que la madre produce la leche con las necesidades especificas que el niño requiere. Esta compuesta por carbohidratos, lípidos, proteínas, vitaminas, minerales y agua. Las proteínas están presentes en forma de aminoácidos libres, péptidos, N-acetil, azúcares, urea, factores de crecimiento y nucleótidos; estos compuestos ayudan al lactante a fortalecer su sistema inmune, digerir grasas, su desarrollo visual y del sistema nervioso central. Así mismo, los lípidos son la fuente de energía más importante y se encuentran con una cantidad de 35 a 45 g/L y se encuentran en forma de fosfolípidos y colesterol, también los hidratos de carbono están presentes en la leche materna, estos se encuentran con una cantidad de 70 g/L y ayudan en los mecanismos de defensa contra infecciones en forma de oligosacáridos, principalmente se encuentra la lactasa.

Además de estos compuestos, existen otras sustancias que ayudan al lactante en diversas funciones, no únicamente nutricionales, tales como:  la síntesis de lactosa, las propiedades antiinflamatorias, procesos de fagocitosis y la regulación del sistema inmune, estas sustancias son: la lactoalbúmina, lactoferrina, lisozima, inmunoglobulina A, oligosacáridos, aminoazúcares, macrófagos, linfocitos B y T, entre otros.

Existen varios tipos de formulas lácteas, cada una con una función y etapa especifica creados para sustituir parcial o totalmente a la leche materna pero siempre cubriendo las necesidades nutricionales del lactante. La fórmula para recién nacidos y lactantes durante el primer año de vida esta adicionada con manganeso, cobre, iodo, selenio, etcétera; además tienen también nucleótidos, ácidos grasos poliinsaturados, aminoácidos, probióticos, acido araquidónico y acido docosahexaenoico. En cuanto a la formula de continuación, se recomienda su consumo a partir de los seis meses, esta formula tiene una mayor concentración de proteínas y se debe aclarar como es su uso apropiado para no causar confusión en la sociedad y con esto perjudicar el empleo de la lactancia. Las fórmulas especiales de uso médico, son prescritas por un medico y recomendadas cuando exista alguna alteración dietética en el bebé como: nacimiento prematuro, intolerancia a la lactosa, enfermedades alérgicas, errores innatos en el metabolismo, síndrome de malabsorción, etcétera.

...