SARM Introducción
melissa vivasTrabajo19 de Agosto de 2015
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Introducción
Staphylococcus aureus pertenece al género Staphylococcus de la familia MIcrococcaceae. Las especies del género Staphylococcus son cocos Gram positivos de 0,5 a 1 micra de diámetro, inmóviles, aerobios y anaerobios facultativos, no forman esporas y generalmente no están encapsulados. En tinciones de muestra directa, los microorganismos también aparecen como células únicas o en parejas o formando tétradas.
El género Staphylococcus se compone de 35 especies y 17 subespecies, entre ellas cabe destacar por su importancia como agentes etiológicos de infecciones en humanos, los siguientes: S. aureus, S. epidermidis, S.haemolyticus, S. lugdunensis, S. schleferi, S. warneri, y S. saprophyticus.
Staphylococcus aureus es la especie más patógena y virulenta para el hombre, pero también puede encontrarse colonizando la piel y las mucosas. Es la principal causa de mortalidad y morbilidad en todo el mundo. Es un patógeno oportunista, pudiendo estar colonizada por esta bacteria entre el 30% y el 50% de la población, siendo la localización más frecuente la colonización nasal. (Ordas, 2006)
El éxito de staphylococcus aureus en infecciones está relacionado con su capacidad de desarrollar resistencia a los antimicrobianos, más notablemente el fenotipo Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM), que presenta resistencia a los antimicrobianos β -lactámicos.
Este alto nivel de resistencia requiere de la presencia del gen mec el cual codifica la proteína fijadora de penicilina (PBPs). Estas enzimas son responsables de la formación de la pared celular bacteriana y por eso son el blanco de acción de los antibióticos β -lactámicos.
Justificación
El tratamiento de las infecciones estafilocócicas se ha hecho más difícil debido a la emergencia de cepas resistentes a múltiples antimicrobiano. La resistencia bacteriana a los antimicrobianos es un problema de salud pública mundial. Además, la resistencia es de magnitud variable en diferentes países e instituciones, por lo que se requiere realizar labores de vigilancia de la resistencia.
S. aureus es un patógeno oportunista que forma parte de la microflora humana. El principal reservorio de S. aureus lo constituye el hombre enfermo o portador.la frecuencia de colonización es más frecuente en los pacientes hospitalizados, el personal sanitario, los sujetos aquejados de enfermedades eccematosas de la piel y aquellos que utilizan frecuentemente agujas, ya sea de forma ilegal o por motivos médicos (p. ej., pacientes con diabetes insulino-dependiente, sujetos que se vacunan frente a la alergia o que se someten a hemodiálisis). La adherencia de estos microorganismos al epitelio mucoso está regulada por las adhesinas estafilocócicas de superficie celular. (Ordas, 2006)
S. aureus es, probablemente, el más versátil de los microorganismos patógenos. Puede producir enfermedad por toxinas o superantígenos, invadir cualquier órgano o tejido y originar supuración, necrosis tisular, trombosis vascular y bacteriemia. Es el microorganismo con mayor capacidad de originar metástasis por vía hematógena. Puede crecer en el citoplasma celular, formar biopelículas y originar bacteriemia persistente o infección crónica o permanecer quiescente y reactivarse meses o años más tarde. Coloniza determinadas áreas de la piel y las mucosas, desde donde causa reinfecciones, contamina el entorno y se extiende a otros pacientes.
Resistencia bacteriana orientada a Staphylococcus aureus.
En 1945 Spink Ferris, poco después de que la penicilina G estuviera disponible, comunicó el aislamiento de una cepa resistente de S. aureus que producía una β-lactamasa (penicilinasa) que inactivaba el antibiótico. Si bien al principio aparecía en forma esporádica, este tipo de resistencia se difundió rápidamente a muchos aislamientos de S.aureus(1). (organizacion Panamericana de la Salud, 2011)
Los antibióticos oxacilina y cloxacilina (penicilinas resistentes a la penicilasa), introduciodos entre 1955 y 1960, son moléculas voluminosas que no permiten que el anillo betalactámico se abra. Resolvieron el problema de la resistencia en forma temporal, ya que la resistencia de S. aureus a la meticilina (SARM) fue comunicada por Barber en 1961. La resistencia de S. aureus a los antibióticos β-lactámicos es un problema terapéutico importante, debido a que estas bacterias poseen una gran variedad de mecanismos de resistencia a los antibióticos. (organizacion Panamericana de la Salud, 2011)
En 1946 todas las cepas de estafilococos eran sensibles a la penicilina; en la actualidad son resistentes a la penicilina (bencilpenicilina) y algunas son resistentes a meticilina y gentamicina o ambas, y sólo responden a la vancomicina. Las cepas habituales de Staphylococcus aureus son resistentes a la penicilina, dejando como los antibióticos más eficaces para combatirlos a los aminoglucósidos, las cefalosporinas, la oxacilina o la nafcilina.
Este alto nivel de resistencia requiere de la presencia del gen mec el cual codifica la proteína fijadora de penicilina (PBP). Los genes mec probablemente tengan su origen en una especie diferente de estafilococos.
Otros genes estafilocócicos, inclusive bla (para b-lactamasa) y fem (para factores esenciales para la resistencia a la meticilina), afectan la expresión de la resistencia. La expresión de la resistencia a la meticilina, es con frecuencia heterogénea y el porcentaje de la población bacteriana que expresa el fenotipo de resistencia varía de acuerdo a las condiciones ambientales. Las pruebas de sensibilidad a los antimicrobianos han sido modificadas para reforzar la detección de resistencia fenotípica.
Actualmente, una bacteria se considera resistente cuando las concentraciones de un antimicrobiano necesarias para inhibir su crecimiento in vitro –concentración inhibitoria mínima– (CIM) es mayor que las concentraciones alcanzadas en suero o en tejidos.
Mecanismos de resistencia en S. aureus.
Se han descrito diferentes tipos de mecanismos de resistencia de S. aureus a los β- lactámicos, muchas veces relacionados entre si:
- Resistencia mediada por β-lactamasas: la resistencia se debe a la producción de una penicilinasa plasmídica, inducible, que inactiva la penicilina G, las carboxipenicilinas y las ureidopenicilinas.
- Fenómeno de tolerancia: afecta a todos los β-lactámicos. Implica que para la lisis y muerte del microorganismo se requieren de concentraciones de antibiótico mucho más elevadas que para la inhibición de su crecimiento.
- Resistencia a la meticilina: esto implica resistencia intríseca a todos los β-lactámicos. Puede ser debida a varios mecanismos, enfunción de que contengan o no el gen meca.
Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM)
SARM corresponde a Staphylococcus aureus resistente a meticilina.
La meticilina es una penicilina semisintética que resiste la acción de la betalactamasa que degrada la penicilina.
Actualmente este microorganismo es reconocido como uno de los patógenos más importantes causantes de infecciones nosocomiales en todo el mundo. Cuando una persona entra en contacto con una cepa SARM puede resultar colonizada, desarrollar infección y/o convertirse en portador.
Así pues, se habla de colonización por SARM cuando este microorganismo es aislado en una muestra clínica en ausencia de signos de infección. Las zonas más frecuente de colonización son las lesiones cutáneas, el tracto respiratorio y el tracto urinario. La colonización por SARM puede persistir durante meses o años.
Las infecciones más frecuentes causadas por SARM son las de herida quirúrgica, bacteriemia, generalmente a partir de catéter, y la neumonía, sobre todo en enfermos ventilados.
Se considera que una persona es portadora de SARM cuando este microorganismo se aisla en una localización, en la que no suele causar infección lo que facilita su persistencia en el organismo. La localización más frecuente es la nariz, donde actúa como reservorio, seguido de la orofaringe y las regiones perianal, inguinal, axilar y rectal. (Ordas, 2006)
Bases moleculares de la resistencia del S. aureus a la meticilina
La resistencia a meticilina es el resultado de la producción de una proteína de unión a penicilina adicional (PBP2a) codificada por el gen mec A. Esta nueva PBP no tiene afinidad por los betalactámicos, lo que confiere a la bacteria resistencia al grupo de penicilinas semisintéticas, además de todos los betalactámicos, incluyendo cefalosporinas de primera a cuarta generación, y los carbapenems; extendiéndos a otras familias antibióticas como las quinolonas y lincosamidas.
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