SEXUALIDAD

En el nivel preescolar solo se aborda el concepto genero e identidad así como el cuidado del cuerpo sin profundizar en tecnicismos o con propiedad y llamarle a las cosas como son y que el menor crezca con el vocabulario adecuado (pene, vagina etc.) Así el alumno vería estos temas de manera más natural como parte del ser humano y nos podríamos evitar dolores de cabeza en la adolescencia porque el joven contaría con herramientas solidas de para enfrentar su sexualidad.

En el nivel primario, se inicia con los conceptos básicos en la asignatura de Ciencias Naturales desde los primeros años, logran así que los alumnos logren construir una visión general y correcta de las definiciones y de los procesos que llevan en su propio cuerpo y en el del sexo contrario. Así mismo, se les da una introducción en la Asignatura de Formación Cívica y Ética sobre el cuidado del cuerpo y sus repercusiones en cuanto a las acciones negativas en relación al ambiente y sus pares.

Es por eso que creo que así como se entrelazan las asignaturas en los tres niveles y se pretende una continuidad en estas así también los maestros debemos preocuparnos por no dejar de lado la sexualidad. Partir de lo que ya conocen y tal vez indagar que preconcepciones tienen hechas para saber hacia dónde dirigir la clase.

Una formación así concebida por los tres niveles de educación básica se necesario incluir entre sus objetivos ofrecer información adecuada y veraz sobre aspectos vitales de la sexualidad, como forma de relación entre las personas, así como también orientar hacia el acceso a los recursos de salud pública que permitan vivir la sexualidad de forma responsable, plena y segura.

Así mismo es necesario que los maestros nos ubiquemos también en una situación de continuo aprendizaje, que podamos revisar y valorar críticamente los sentimientos y pensamientos que habitualmente tenemos respecto de la sexualidad, y revisar en qué sentido pueden estos resultar un obstáculo para acompañar a los adolescentes en la adopción de comportamientos de cuidado o en qué momento podríamos ser una gran ayuda para orientar la educación sexual de los adolescentes.

Debido a la anterior es importe propiciar en los adolescentes formas de vivir la sexualidad en forma honesta, respetuosa y responsable, podemos estar dejándolos solos frente a situaciones de riesgo totalmente evitables. De manera explícita o implícita, los docentes transmiten sus propias perspectivas, ideas, emociones y prejuicios acerca de la sexualidad a través de las relaciones que establecen con sus alumnos y alumnas, pero es necesario ofrecerles una formalidad en cada uno de los temas que se pretende abordar en los distinto niveles, con el objetivo firme de ofrecerles una educación integral libre de algunos prejuicios.

Es necesario, entonces, reconocer que la escuela forma ideas acerca de la sexualidad también

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