Tratamientos Con células Madre.

Tratamientos con células madre: el fin no justifica los medios.

Las células madre son células indiferenciadas, es decir que todavía no han adquirido su función específica dentro del organismo. Por esta razón tienen la

capacidad de regenerar uno o más tipos de células que constituyen a un ser vivo. Desde su descubrimiento se han podido implementar en diferentes procedimientos médicos o incluso crear tratamientos regenerativos con estas. Sin embargo, la forma en la que se obtienen estas, más específicamente las células madre embrionarias, implican en muchos casos faltas a los principios éticos y morales dentro de la bioética. Por lo tanto a lo largo del texto se dará a conocer que el uso de las células madre dentro del ámbito medico ha posibilitado salvar vidas gracias a los tratamientos desarrollados con las mismas. Sin embargo la forma en la que se obtienen dichas células no es ética ni moralmente correcta dentro de los marcos de la bioética. Con este fin se explicará cuales son los beneficios y los diferentes tratamientos que se realizan con este tipo de células, posteriormente, se mostrarán cuales son las implicaciones dentro de la bioética de la obtención de dichas células.

En primer lugar el uso de las células madre en tratamientos de diversas enfermedades ha significado un gran avance médico debido a que se implementan nuevas técnicas medicas. Ya que estas poseen un gran potencial regenerativo o diferenciador para convertirse en muchas de las células especializadas en nuestro cuerpo, lo que podría ser de gran ayuda para los tratamientos de enfermedades degenerativas. Por ejemplo esclerosis múltiple, trastornos neurodegenerativos y Alzheimer.

Por otro lado, a pesar de los grandes avances que implica el uso de estas células en la medicina regenerativa, la obtención de células madre, mas específicamente embrionarias implican quebrantar los principios del ámbito bioético. Estas se pueden conseguir de formas que no son invasivas para el feto ni para la madre. Tal es el caso de la extracción de células del cordón umbilical, porque este contiene una alta cantidad de células no especializadas. Del mismo modo existe el uso de blastómeros individuales, que es una técnica que consiste en no destruir el embrión. Este método fue desarrollado primero en ratones, y se utilizaron óvulos fecundados que se dejaron crecer hasta que tuviesen de 8 a 10 células. una de estas células se extrae y se cultiva. Con esta se ha logrado obtener dos líneas celulares estables que mostraban un cariotipo normal y presentaban marcadores característicos de pluripotencialidad. El embrión del que se obtiene esta célula es completamente viable por lo que se puede implantar en un útero y seguir un desarrollo normal[1].

Sin embargo algunos métodos de extracción de células madre humanas implica terminar con la vida de los embriones. Quienes en algunos casos pueden ser producto de inseminación in vitro con el único fin de poder experimentar con ellos. Lo que representa una infracción ética y moral. Ya que esto puede ser tomado como crear seres humanos para poder matarlos, sin que sus derechos fundamentales sean respetados. En este caso los donantes de los gametos tienen que firmar un consentimiento informado, donde permitan el uso de estos embriones para la investigación. Pero igualmente es una infracción a los derechos humanos, ya que se ha privado a este embrión de su derecho a la vida.

Otra forma de ver como las células madre o más específicamente su obtención incurren en una falta a la moral y ética médica, es definiendo que la vida se engendra desde el primer momento de formación embrionaria y por eso una interrupción de este proceso es también una forma de asesinato. Aunque hay que dejar claro que con esto no se quiere decir que los tratamientos con este tipo de células

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