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Tumoraciones Cervicales

Leonel Meraz IIResumen27 de Noviembre de 2015

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Universidad Autónoma de Chihuahua

Facultad de Medicina

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Anatomía del cuello[pic 7]

La región posterior del cuello está ocupada por músculos, cuya función fundamental es la extensión de la cabeza. En la región anterior, se encuentra la vía aérea y parte del tubo digestivo. Aquí también se encuentran las glándulas parótidas, las submaxilares, las glándulas paratiroides y la tiroides. Hay dos fascias, la superficial (subcutánea) y la profunda, la cual se divide en la lámina superficial, la media y la profunda, la cual separa los compartimentos anterior y posterior del cuello.

La lamina superficial de la FCP engloba al esternocleidomastoideo y al trapecio, junto con las glándulas parótidas y submaxilares. La lamina media engloba a los músculos infrahioideos (esternohioideo, esternotiroideo, tirohioideo y omohioideo

Medios de diagnóstico según la patogenia de los tumores cervicales

Las manifestaciones clínicas varían según el estadio y la localización del tumor primario. Los pacientes que presentan signos y síntomas inespecíficos deben estudiarse por el otorrinolaringólogo, en especial si duran más de 4 semanas.

  • Cáncer nasofaríngeo: normalmente no produce síntomas precoces, pero puede provocar otitis media serosa unilateral por obstrucción de la trompa de Eustaquio, obstrucción nadas unilateral o bilateral, o epistaxis. Cuando es avanzado da lugar a neuropatías de los pares craneales.
  • Carcinomas de la cavidad bucal: se presentan como ulceras que no se curan, problemas en la adaptación de prótesis dentarias o lesiones dolorosas.
  • Los tumores de la base de la lengua pueden disminuir la movilidad de la lengua y provocar alteraciones del habla.
  • Cáncer de bucofaringe o hipofaringe: rara vez causan síntomas precoces, pero pueden provocar dolor de garganta u otalgia.
  • Cáncer de laringe: ronquera, se puede realizar laringoscopia indirecta, o estudios radiográficos.

Si una lesión de cabeza y cuello tratada al principio con antibióticos no se resuelve en un plazo breve, estará indicado proseguir el estudio; limitarse a continuar simplemente el tratamiento antibiótico puede suponer perder la oportunidad de realizar el diagnostico precoz de un tumor maligno.

Pueden provocar dolor intenso, otalgia, obstrucción de vías respiratorias, neuropatías craneales, trismo, odinofagia, disfagia, disminución de la movilidad de la lengua, fistulas, afección cutánea y linfadenopatía cervical masiva que puede ser unilateral o bilateral.

Si los ganglios linfáticos están situados en la parte superior del cuello y las células tumorales son de tipo epidermoide, lo más probable es que el tumor maligno haya surgido de una superficie mucosa de la cabeza o cuello. Las células tumorales en los ganglios linfáticos supraclaviculares pueden proceder de una localización neoplásica primaria en el tórax o abdomen.

Exploración física

El cuello se divide en varias regiones: la posterior que comprende desde la nuca hasta la base del cuello; la espinal que va desde el borde anterior de los músculos trapecios hasta el borde posterior de los esternocleidomastoideos; la región esternocleidomastoidea que abarca dichos músculos hasta el borde posterior de la laringe y tráquea; las regiones parotídeas, submaxilares y submentonianas;  y por último, la región anterior del cuello

Puede observarse leucoplasia (mancha blanca en mucosa) o eritroplasia (mancha roja de la mucosa); son “premalignas” y pueden representar hiperplasia, displasia o carcinoma in situ.

  • Se recomienda realizar biopsia de todas las lesiones visibles o palpables
  • Tomografía computarizada con el fin de identificar el grado de la extensión de enfermedad.
  • Los pacientes con afección ganglionar linfática deben ser sometidos a una búsqueda de metástasis distantes por radiografía de tórax o gammagrafía ósea
  • Exploración endoscópica con anestesia: laringoscopia, esofagoscopia y broncoscopia.

Es más frecuente la afección microscópica de pulmones, hueso o hígado, en especial en pacientes con afección avanzada de ganglios linfáticos del cuello.

La biopsia es un método actualmente muy seguro y bien reglamentado que debe ser realizado  frente a toda tumoración cervical ganglionar o no, con excepción de las seudotumoraciones de origen vascular o quístico. Puede ser de dos tipos: la incisional, en la cual se toma un fragmento o cuña del tumor y la excisional que permite extraer el ganglio sospechoso en bloque.

Tumoraciones cervicales

Se hace necesario una agrupación según la patogenia de los tumores y seudotumores cervicales, por lo que proponemos la siguiente:

Tumoraciones cervicales de la línea media

  • Quiste tirogloso adenopatías submentonianas
  • Tumores del lóbulo piramidal del tiroides
  • Adenopatías delfianas
  • Quistes dermoides de la región submentoniana
  • Tumores de las estructuras cartilaginosas de la laringe

• Tumoraciones cervicales laterales

  • Adenopatías
  • Quistes branquiales
  • Lipomas y tumores del tejido conectivo
  • Neuromas y neurofibromas
  • Tumoraciones dependientes de la piel y sus estructuras.
  • Aneurismas, fístulas arteriovenosas, linfangiomas, tumores del glomus carotídeo.
  • Tumores originados en el tejido muscular
  • Tumores originados en las glándulas salivares

Tumoraciones cervicales

Las adenopatías, linfadenomegalias o linfadenopatías son el aumento de tamaño y/o número o la alteración de la consistencia de los ganglios linfáticos. Su tamaño normal es menor de 1 cm, a excepción de los ganglios inguinales en los que el límite se sitúa en 2 cm. El crecimiento de los ganglios linfáticos puede ser debido a: incremento en el número de macrófagos y linfocitos benignos durante la respuesta a los antígenos, infiltración por células inflamatorias en las infecciones que afectan a los ganglios, proliferación in situ de macrófagos o linfocitos malignos, infiltración por células malignas neoplásicas, o infiltración por macrófagos cargados de metabolitos en las enfermedades por depósito de lípidos.

CLASIFICACIÓN DE TUMORACIONES CERVICALES

Tumoraciones cervicales de la línea media

Tumoraciones cervicales laterales

Quiste tirogloso adenopatías submentonianas

Adenopatías

Tumores del lóbulo piramidal del tiroides

Quistes branquiales

Adenopatías delfianas

Lipomas  tumores del tejido conectivo

Quistes dermoides de la región submentoniana

Neuromas y neurofibromas

Tumores de las estructuras cartilaginosas de la laringe

Tumoraciones dependientes de la piel y sus estructuras.

Aneurismas, fístulas arteriovenosas, linfangiomas, tumores del glomus carotídeo

Tumores originados en el tejido muscular

Tumores originados en las glándulas salivares

Los tumores cervicales más frecuentes son las adenopatías y pueden clasificarse en agudas y crónicas.

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  • Adenitis aguda

Las adenopatías agudas están relacionadas con procesos infecciosos de vías aerodigestivas altas. Casi con la única excepción de la adenitis satélite sifilítica, todas las adenopatías agudas, independientemente de que la infección sea de origen viral o bacteriano, son dolorosas, móviles, de consistencia elástica y pueden ser solitarias o agruparse en varios ganglios de una misma cadena; posteriormente si es un proceso séptico lo que le dio origen y se dirige a la curación, su tamaño va disminuyendo progresivamente hasta desaparecer completamente. En otros casos, una adenopatía aguda evoluciona hacia la abscedación (formación de abscesos) y tendremos en este caso el llamado adenoflemón cervical.

Por lo general una cadena o un ganglio linfático inflamado nos puede orientar con más o menos exactitud la localización del proceso séptico, aunque esto sólo es válido para las afecciones bacterianas, un ejemplo es que las adenitis agudas de la cadena anular superficial reaccionan a las infecciones superficiales de la piel; así los ganglios occipitales y mastoideos se inflaman frente a las infecciones piógenas del cuero cabelludo y también en la rubéola, los parotídeos y submaxilares lo hacen con las afecciones de la cara y región yugal y es típica la adenopatía submentoniana en las lesiones cutáneas de acné, y los procesos sépticos paraodontales de los incisivos inferiores.

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