ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La niña que me seguía


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2023  •  Tareas  •  1.318 Palabras (6 Páginas)  •  59 Visitas

Página 1 de 6

LA NIÑA QUE ME SEGUÍA.

Como todos los niños pequeños, yo lloraba, pero mucho, tanto que pasaba semanas con los ojos hinchados, parecían con líneas rojas.

Pero no sabía porqué, hasta que pasó algo que iba a cambiar mi vida para siempre.

Ojalá lo hubiera sabido antes.

Que yo estaba destinada a ser.

_ Mi familia y yo, sólo éramos nosotros: mi nombre Ila, mi hermano Ian, mi mamá Anna, mi papá Hal sólo nosotros cuatro. Una noche, nos quedamos sin alimento, no sé porque a esas horas tan tardes, fuimos a buscar leche.

Habían lugares como pequeños depósitos donde la gente guardaba alimentos para toda una comunidad. Fuimos recorriendo esos lugares, pero no había nadie. Y eso era muy raro.

Luego de tanto caminar, encontramos un camino que no habíamos visto antes, y ahí apareció un señor, sonreía mucho, nos trató con amabilidad y nos dijo que él conocía un lugar donde sí habían alimentos.

Me iba divirtiendo un poco con mi hermanito menor, saltando en algunos charcos de lluvia que había en el camino de tierra y monte. Hasta que él tropezó un poco, y yo le tomé de la mano, sujetándolo. Se apagó la antorcha que tenía el señor, y quedamos sólo con la luz de la luna llena. Seguimos caminando.

Llegamos al sitio, el señor desapareció un momento.

Y Mi familia y yo íbamos buscando alimentos, recorrí varios pasillos, pero no me había dado cuenta que me había separado de ella. Vi un cuadro en el que aparecía una bailarina, pero tenía algo extraño: tenía piernas de araña, y su piel era muy pálida, así como la mía, y sus ojos eran de un tono rojizo.

Después de coger algunos alimentos como pan, y leche, yo busqué a mi familia, pero lo único que encontré fue con el almacén vacío. No había nadie. Creí que me habían dejado sola. Me daba mucho miedo estar sola. Empecé a gritar dónde estaban todos? No quería quedarme sola.

Se apagaron las luces, y sólo quedaron algunas encendidas, pero con una luz tenue, como azul.

Me centré en encontrar una salida. No la hallé.

Desde la esquina dónde estaba el cuadro, salió el señor que nos había traído hasta aquí.

Le pregunté inocentemente dónde estaba mi familia. Él me respondió:

_Estás con tu verdadera familia.

Yo me asusté mucho. Yo quería a mi familia.

El señor me abrazó por la espalda, y me dijo que yo era su hija, que sólo me habían dejado en una calle para que yo no supiera de un secreto hasta que no fuera un poco mayor. Yo lloraba. Estaba asustada.

Y él me decía: Eso es, mi niña. Llora. Desahoga tu dolor.

Vi una pequeña mano desde otro rincón, y vi que era una niña parecida a mí.

Él dijo: Esta eres tú, en lo que estás destinada a ser. Tan parecida a la muerte y la inocencia, estás tan dañada, tú perteneces aquí, siempre estarás aquí. Y me dedicó una sonrisa. Te daré la oportunidad, niña mía.

Me soltó de su agarre, y yo salí corriendo. Apareció en una de las paredes una puerta, y salí por ella. Encontré un carruaje antiguo, de madera, aún funcionaba, por el camino, encontré a mi familia, los abracé y seguí llorando, tratamos de huir, pero la niña que me había mostrado el señor, ella me perseguía, ella no paró de caminar en esa forma tan extraña, y me encontró. No sé que pasó con mi familia. Sólo espero que ella no les haya hecho daño.

Cuando desperté, estaba de nuevo en ese camino.

Como recordé todo el miedo que había sentido ahí, comencé a sollozar, y mi llanto aumentaba cada vez que trataba de correr lejos de ahí, de ese lugar, pero iba caminando en dirección a ella.

Ya una vez dentro, vi un muchacho, era muy hermoso, cabello negro, piel pálida como la mía, y tenía facciones bien perfiladas y finas, era el primer chico que me atraía. Tenía una linda sonrisa y unos ojos hermosos color gris, él nunca me dijo su nombre, pero yo lo llamé Jesse. Me enamoré de él, y pensé que ese lugar no era tan malo. Su compañía me gustaba mucho. Íbamos a jugar en el campo, lleno de flores amarillas, se veía todo tan lindo, tan tranquilo. Era él quién me daba mucha tranquilidad. Me hacía olvidar de todo lo malo que había pasado en mi vida. Un día, que salimos a jugar, él me besó, y me dijo que quería estar conmigo siempre, yo sentía lo mismo, y todo era tan hermoso. Me quedé allí.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7 Kb)   pdf (50 Kb)   docx (10 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com