Albur Mexicano

¡El albur!

No se requiere de una voz entonada, ni una gran melodía. Se requiere de un ingenio travieso, una cantada, de una burla y así tenemos un juego de palabras de doble sentido.

El albur, reconocido entre la gente, es parte de la cultura mexicana. Una forma de hacer el lenguaje divertido, de hacerlo florido y ocurrente para mostrar ante los demás, la gracia que se tiene para realizarlo.

Se necesita de un tono burlón para poder expresar el albur, de un sarcasmo en la modulación de la voz; esto para poder darle la caracterización.

Es la picardía entre cada palabra, sin decir grosería alguna. Es la revelación ante el lenguaje culto, el español, donde cada mexicano hace lo hace suyo, usa una firma de pertenencia y una pizca de cábula.

El albur principalmente se refiera a un tipo de poesía erótica: hay rima, tiene metáforas; sólo que el albur tiene esa maña del lenguaje, esa burla de la poesía que la hace única y distinta de algún género literario, como lo es la poesía.

Hay ya una tradición detrás de este arte del habla. En la época de oro, en las películas, donde salían grandes actores como Pedro Infante, Jorge Negrete; ellos realizaban actos de albur, era la picardía que se realizaba para hacer humorístico el acto.

La gente se identificaba, entendía y sobre todo le agradaba. Las grandes prosas de Tin Tan, Oiga usted señor Rodríguez, déjeme cuidar a su perro. Se lo cuido con esmerro y hasta le compro un cencerro, se lo llevo al cerro para que coma su berro y hasta le arrimo su jarro, para que tome currado. Para que no le agarre el perro, le aseguro, se lo amarro, ya verá señor Rodríguez, que seguro esta su perro.

De todos estos artistas que sus personajes pertenecían a la clase media, y la clase baja, daban la satisfacción de pertenecer a este nivel de vida. Por el contrario, se hacían sentir orgulloso y sobre todo, parte de ellos, por lo tanto el albur se hizo parte de la vida cotidiana.

Antes este juego de palabras tenía un connotación peculiar que no daba paso a la vulgaridad, como se puede expresar en un ejemplo con las bombas yucatecas:

Al pasar por un panteón

me gritó una calavera

si no me lo vas a dar,

enséñamelo siquiera.

Cuando el cine de ficheras, fue cuando las metáforas comenzaron a ser en un tono más vulgar, las referencias sexuales se hicieron presentes. El mexicano se exhibió como maestro del albur ya que era el momento idóneo mantener en la cultura, en aquello que lo hacía original:

- Saco, sacudo y te pico con el recogedor.

- Saca y sacúdete esta mejor.

Es por ello, que el albur, es parte de los bajos barrios

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