Ambiente Favorable

AMBIENTE FAVORABLE PARA RENDIR ACADÉMICAMENTE

María Estela Flores Ortiz y Ana Maritza Landázuri Ortiz,

Hacer la tarea, a veces se convierte en una lucha titánica para los padres y un momento de sufrimiento para los niños. Ésta, concluye cuando termina la paciencia de la madre o del padre. Esta situación cotidiana, enfrenta a los papás a un cúmulo de interrogantes: ¿por qué siempre tiene que ser así?, ¿por qué mi hijo o mis hijos?, ¿habrá forma de que esta situación sea diferente?

Cuando la familia tiene hijos en edad escolar, uno de sus retos centrales es contribuir a que los niños adquieran hábitos de higiene, de orden, de estudio, y así aprender un sinnúmero de conocimientos que se reflejarán en las calificaciones escolares.

Para algunos pequeños el gusto por la escuela y la elaboración de tareas pareciera que se da automáticamente sin representar un esfuerzo adicional para ellos y sus padres. Cuando el papá quiere intervenir en la tarea, ya está hecha, incluso la mochila y el uniforme ya están en su lugar. El problema es que no todos los niños trabajan igual. La mayoría de los padres se encuentran en la lucha constante por convencer a sus hijos de que estudiar es importante y forma parte de su futuro.

El ambiente

Jiménez Silva en su libro ―Dimensi n Ambiental‖ (1998) considera que existen dos tipos de ambiente: el primero hace referencia al ambiente natural transformado por el hombre para su beneficio (la casa con las características del espacio físico cimentado que incluye sus dimensiones; la iluminación, el clima, la ventilación, los colores que tiñen las paredes y los muebles; la distribución y el uso de los espacios; la distribución o la sobrecarga de objetos, entre otros). El segundo se relaciona con las sensaciones y los sentimientos que el ambiente físico genera en su relación con los personajes que en él habitan.

Ambiente construido. En la actualidad la tendencia es construir ed

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ificios grandes con múltiples departamentos muy pequeños diseñados para familias con uno o dos hijos. En realidad, habitan familias numerosas. Sus dimensiones reducidas son acompañadas por materiales prefabricados (por lo general, de color grisáceo) cuyo grosor muchas veces permite que se escuchen las conversaciones entre familias. Sin embargo, otros cuentan con una habitación propia, cuyas paredes están coloreadas con tonos suaves que en combinación con sus ventanas grandes, permite que el espacio tenga muy buena luz, ventilación y una temperatura templada. ¿El comportamiento de los niños en ambos casos será el mismo? Por supuesto que no, pero ¿cuáles

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