Análisis narrativo Graffitti de Julio Cortázar

Análisis: Graffiti de Julio Cortázar

Narrador: La narración de Graffiti se puede interpretar que está en dos voces. El narrador heterodiegético que funciona en segunda persona, sirve como eje central de la historia, pues es la misma que le da el sentido. Desde la perspectiva de esta voz, el papel protagónico podría caer en el lector o receptor, un anónimo al que se le intenta explicar las acciones.

Sin embargo, esta confusión narrativa se resuelve hasta las líneas finales mediante un discurso sutil en el que se da a entender que el verdadero narrador es homodiegético. Se trata de la mujer, aquella involucrada en los hechos de la historia, que fue detenida y mantuvo una trágica relación con un joven por medio de grafitis; como en: “Ya sé, ya sé, ¿pero qué otra cosa hubiera podido dibujarte? ¿Qué mensaje hubiera tenido sentido ahora? De alguna manera tenía que decirte adiós y a la vez pedirte que siguieras.”

Tiempo: La narración nos sitúa en el un ambiente tenso de persecución y peligro, pero lo hace a manera de una analepsis constante: “…no era en verdad una protesta contra el estado de cosas en la ciudad, el toque de queda, la prohibición amenazante de pegar carteles o escribir en los muros.”. Con este mismo juego temporal, sirve para dejar sobreentendido el conflicto interno, sigue una vía en la que apela a la empatía o conexión con el receptor, o como si de alguna forma asumiera el actuar de este al leer el relato. Por otro lado, sin necesidad de ser sumamente grafico en cuanto a la descripción en partes como: “Lo sabías muy bien, te sobraría tiempo para imaginar los detalles de lo que estaría sucediendo en el cuartel central…”

Espacio: El espacio es englobante, no es posible sustituirlo, de lo contrario el campo semántico se vería afectado. En Graffiti, la calle, la noche juega con el lector. Al primer acercamiento con el texto, el lector desconoce, pero al poco tiempo se ve involucrado dentro de la historia, es posiblemente un testigo al ser quien recibe la información directa y veraz por parte de la narración El espacio se torna real y crudo, es incluso amenazante, como dice en: “la calle vacía, y la de no encontrar nada y sentir la calle aún más vacía. Una noche viste su primer dibujo solo; lo había hecho con tizas rojas y azules en una puerta de garaje, aprovechando la textura de las maderas carcomidas y las cabezas de los clavos…”

La incertidumbre del simbolismo sobre los grafitis y la relación es la que se transforma en el espacio mismo.

Focalización: Interna, pues el narrador experimenta la historia, es testigo y al mismo tiempo protagonista.

Modalidad: La joven que narra el cuento, es quien expone dialogo con el interlocutor, es decir el “tu”, una descripción de su perspectiva sobre la violencia que padecía o padeció. Es claro el argumento que retrata el contexto sociocultural sobre la represión institucionalizada

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