ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Bestiario, Julio Cortazar, Análisis

Marcos326923 de Julio de 2012

4.239 Palabras (17 Páginas)2.267 Visitas

Página 1 de 17

En el primero, Bestiario, las influencias mitológicas se presentan con muchas variantes. El mito que más se recrea es el del Minotauro; en todos aparece monstruos en forma de bestias que se mueven por los laberintos interiores e exteriores de los personajes. Laberintos en donde es fácil perderse, y difícil distinguir la línea que separa la realidad de la fantasía.

Bestiario

Comenzaremos por "Omnibus", un relato donde se critica al conformismo que representan los pasajeros de un autobús que se dirigen a la misma parada con unas flores para los difuntos. Dos jóvenes suben en diferentes paradas para ir a otro destino: primero es una joven y luego un joven; son "anormales" respecto al resto ya que ni van a la misma parada ni llevan flores. Los pasajeros, "normales", parecen cada vez más enfurecidos por la presencia de esta joven pareja. Se podría interpretar esto como una presión de la sociedad para que todos nos ajustemos a unas mismas ideas y normas, y con el consiguiente rechazo a lo anormal; Este rechazo nos recuerda al de Minos que encarceló a su hijo monstruoso para que no fuese visto por los demás.

Es de notar en este punto la los dos mundos que vimos con anterioridad en Cortázar: el convencional de Teseo, y el original de Minotauro. Así Evelyn Picon interpreta que los pasajeros están todos muertos pues que la joven pareja, que se comportan diferentes al resto, se asustan como si verdaderamente perteneciesen a mundos diferentes:

"- A los que no vi bien fue a los de atrás ¿Usted cree que todos…?

- Todos. - dijo Clara. - Los vi apenas habías subido. Yo subí en Nogoyá y avenida de San Martín, y casi enseguida me di vuelta y vi que todos, todos…

- Menos mal que se bajaron." (Bestiario, pág 132)

La tensión va creciendo pues los pasajeros parecen molestos de encontrase con una joven pareja diferente a ellos. Se puede interpretar en este relato que la gente "normal" es la que se comporta de forma violenta y monstruosa, y las gente que parece "anormal" es la verdaderamente civilizada. Este trastrueque del significado de lo monstruoso ya lo vimos en Los reyes, cuando Teseo mata al Minotauro sin este poner resistencia.

Al final ambos jóvenes descienden del autobús y compran unas flores, señal de un intento de integrarse a lo normal, al mundo que representa Teseo en Los reyes.

En otro relato, "Las puertas del cielo", Marcelo y Mauro se asombran de la monstruosidad de la milonga, canción y baile popular de Buenos Aires, pero a la vez les atrae. La milonga se puede interpreta aquí como lo monstruoso, lo anormal, que se representa en forma de "cabecitas negras"

"Me parece bueno decir aquí que yo iba a esa milonga por los monstruos, y que no sé de otra donde se den tantos juntos. Asoman con las once de la noche, bajan de regiones vagas de la ciudad, pausados y seguros de uno o de dos; las mujeres casi enanas y achinadas, los tipos como javaneses o mocovíes…" (Bestiario, pág 160)

Estos "tipos", que hacen referencia a antiguas tribus argentinas, van a bailar a los arrabales con sus parejas:

"Van a eso, los monstruos se enlazan con grave acercamiento, pieza tras pieza giran despaciosos sin hablar, muchos con los ojos cerrados gozando al fin la paridad, la completación." (Bestiario, pág 160)

Son monstruos que representan otras culturas a los que los dos protagonistas del relato no pudieron acceder, pero si un tercer personaje, Celina:

"Mirando de reojo a Mauro yo estudiaba la diferencia entre su cara de rasgos italianos, la cara de porteño orillero sin mezcla negra ni provinciana, y me acordé de repente de Celina más próxima a los monstruos, mucho más cercana a ellos que Mauro y que yo" (Bestiario, pág 161)

Los dos protagonistas del relato se adentran en ese laberinto de monstruos en busca de Celina, de la que Mauro está enamorado y cree verla en todos los sitios a pesar de que está muerta:

"- ¿Vos te fijaste?- dijo Mauro

- Sí.

- ¿Vos te fijaste cómo se parecía?

No le contesté, el alivio pesaba más que la lástima. Estaba de este lado, el pobre estaba de este lado y no alcanzaba ya a creer lo que habíamos sabido juntos. Lo vi levantarse y caminar por la pista con paso de borracho, buscando a la mujer que se parecía a Celina. Yo me estuve quieto, fumándome un rubio sin apuro, mirándolo ir y venir sabiendo que perdía su tiempo, que volvería agobiado y sediento sin haber encontrado las puertas del cielo entre ese humo y esa gente." (Bestiario, pág 164)

En definitiva, en "Las puestas del cielo", Cortázar recrea el mito del monstruo pero con connotaciones positivas, lo monstruoso de los bailes y personajes de esos ambientes son el mundo salvaje de Buenos Aires, al que pertenece el amor, Celina, como el amor habitaba en el Minotauro, en los sueños, no en el mundo de Teseo. Evely Picon comenta sobre este relato:

"En efecto, Julio Cortázar parece favorece el tópico de la anormalidad no repugnante, la cual, a la vez, es monstruosa y atrayente" (¿Es Julio Cortázar un surrealista?, pág 63)

Los monstruos no son solos personas, sino también animales, como ocurre en "Bestiario" que le da título al libro de relatos. Aquí es el animal que representa en monstruo que recorre las galerías de una casa es el tigre, el cual simboliza la crueldad de uno de los personajes, Nene. Este es familiar de una de las protagonistas, a la que codicia, y ella desea que muera para liberarse. El tigre va recorriendo los laberintos de la casa hasta que al final el tigre devora al Nene evitando así su deseo incestuoso. Aquí la dicotomía razón/sinrazón la encontramos también en la narración: por una parte está narrado de una forma lógica y realista, por otra, la historia de un tigre que recorre los pasillos de una casa como si fuese algo normal es ilógico e irreal.

El tigre acaba matando al Nene, lo que algunos para algunos críticos lo interpretan como el monstruo que destruye a otro monstruo:

"El tigre de "Bestiario" simboliza la crueldad de Nene, el tío que codicia a su cuñada, y, a la vez, el deseo de prima Isabel, quien visita a los Furnes, de matar al Nene. Es la bestialidad que destruye a si mismo." (¿Es Julio Cortázar un surrealista?, pág 65).

La identificación de los animales con los monstruos aparece en otros relatos como las mancuspias, unos extraños animales que aparecen en relato "Cefalea", o los conejos de "Cartas a una señorita en París".

En "Cefalea" unas mancuspias hacen un ruido alrededor de la casa que en el relato se llega a confundir con un ruido que se produce en el interior de las cabezas de los personajes. El murmullo de la mancuspias, que va creciendo hasta llegar a ser insoportable, representa ese monstruo que llevamos todos dentro:

"Algo les pasa a la mancuspias, el rumor es ahora clamoreo rabioso… uno de nosotros duda si los alaridos son fuera o aquí porque hay momentos en que nacen como desde dentro, y a lo largo de esa hora entramos en un cuadro Aonitum… " (Bestiario, pág 140)

Las palabras con terminaciones clásicas son continuas en el relato: "Nux Vomica" (Bestiario, pág 134), "Phosporus… "Campora monobrata… Natrum muriaticum…" (Bestiario, pág 135), bien hacen referencia a los animales bien a las cuadros patológicos que producen esas cefaleas:

"Quisiéramos consultar los manuales para precavernos de un nuevo Apis, o de otro animal todavía peor; dejamos la cena y leemos en voz alta, casi sin oír. Algunas frases suben sobre otras, y afuera es igual, algunas mancuspias aúllan más alto que el resto, perduran y repiten un ulular lancinate. <<Crotalus cascavella tiene alucinaciones peculiares…>>. Uno de nosotros repite la mención, nos alegra comprender tan bien el latín, crótalo cascabel, pero es decir lo mismo porque cascabel equivale a crótalo." (Bestiario, pág 142)

Si estas mancuspias se pueden identificar con la obsesiones o pesadillas que provocan dichos dolores, la granja de mancuspias sería el interior de la cabeza como se indica al final del relato:

"… algo viviente camina en círculo dentro de la cabeza, también lo leímos y es así, algo viviente camina en círculo. No estamos inquietos, peor es afuera, si hay afuera. Por sobre el manual nos estamos mirando, y más, volvemos a la lectura como seguros de que todo eso está ahora ahí, donde algo viviente camina en círculo aullando contra las ventanas, contra los oídos, el aullar de las mancuspias muriéndose de hambre. " (Bestiario, pág 143)

En este sentido el relato parece que se desarrolla en un laberinto con continuas referencias al círculo. Si respecto a esto, se habla de cuatro elementos que componen el mundo como son la tierra, el agua, el aire y el fuego, también se suele citar cuatro figuras fundamentales que constituyen la base del universo: el centro, la cruz, el cuadrado y el círculo; el círculo estaría asociado a la divinidad y a la eternidad, en el sentido de Eterno Retorno que da vuelta sobre si mismo y nunca termina, que nos recuerda a un laberinto o al aullido de las mancuspias.

En "Cartas a una señorita en París", también aparecen animales que se pueden identificar con el monstruo, pero ya no como un dolor de cabeza interminable sino como una obsesión. Esta vez los animales son conejitos que destabilizan el mundo ordenado y racional del protagonista, hasta tal punto que termina suicidándose.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (24 Kb)
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com