Areas Protegidas De Venezuela
carherin18557 de Junio de 2013
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la procedencia de Páez a Monagas, Julián Castro, Guzmán Blanco, Ignacio Andrade e Cipriano castro a Gómez.
Lo que hoy se concibe como pueblo Páez es el resultado de múltiples e intensos procesos de asimilación intercultural, marcados por distintas prácticas políticas, formas de concebir el mundo, acuerdos y alianzas entre distintas comunidades étnicas. Esta heterogeneidad cultural se refleja concretamente en las variaciones dialectales del idioma Páez, en los rasgos fenotípicos y también en las diferentes versiones del mito de origen.
De acuerdo con las crónicas, se puede afirmar que los Paeces en el momento del contacto con los españoles se encontraban socialmente organizados en cacicazgos divididos en repartimientos o tribus, así como se desprende del informe de Juan López de Velasco al Rey de España (1574) sobre la provincia de Neiva y Timaná (GOMEZ, RUIZ 1997).
La autoridad civil y militar se centraba en la persona del cacique o cacica que, en momentos de necesidad se unían con otros caciques para enfrentar agresiones externas por parte de otras comunidades indígenas. Esta característica se configuró como un mecanismo eficaz de cooperación intertribal y defensa de la integridad de la comunidad contra el extranjero y después contra la colonización española (BALANDIER 1969; GOMEZ, RUIZ 1997).
El antiguo patrón predominante de poblamiento era de dispersión espacial: vivir en pequeños ranchos aislados y dispersos en las escarpadas de la cordillera.
Desde la época de la conquista ha sido sumamente complicado romper este patrón de asentamiento resistiéndose los Páez a vivir en poblados. Por supuesto cada uno de los resguardos tiene su pueblo que, en definitiva, es el sitio donde se reúne la comunidad en ocasión de las fiestas o de los mercados semanales, (PACHÿN 1987, GOMEZ, RUIZ 1997).
La vivienda típica Páez es un espacio reducido y sencillo, de planta rectangular; consta de paredes de caña entretejidas, techo de dos aguas, suelo de tierra pisada, una sola puerta y una cocina en el espacio central (PACHÿN 1987, ARCILA VÿLEZ 1989). Se encuentra habitada generalmente por una sola familia nuclear y solo en algunos casos comparten este espacio con otra familia que suele ser la del hijo recién casado. Aun en este caso las dos unidades se consideran como independientes.
Las leyes acerca del matrimonio, muchas de las cuales emanadas por el mismo Juan Tama, prohíben una exogamia étnica no está permitido casarse con blancos por ejemplo) de manera que cada hombre elige su mujer en el ámbito de su grupo social. Está prohibido también casarse con los primos paralelos y cruzados.
La línea de descendencia de los grupos Paeces es de tipo patrilineal siendo también la residencia viril ocal. Estudios acerca de la terminología de parentesco Páez llevados a cabo sobre todo por J. Rappaport, establecen una similitud en este sentido entre este pueblo y los sistemas de parentesco dravídicos encontrados en los pueblos de la Amazonia colombiana (PACHÿN 1987). Tal semejanza se percibe en el sistema de parentesco Páez, incluso en su terminología, la influencia de los grupos andinos: por ejemplo la palabra Kaká entre los Paeces designa el tío materno y la misma palabra está documentada por los sistemas de parentesco andinos.
El sistema de parentesco Páez tiene una importancia primaria a la ora de entretener relaciones de carácter económico en el ámbito de la comunidad, configurándose como un modelo de las reglas de apropiación y distribución de los bienes.
Los Paeces desarrollaron un sistema básico de relaciones sociales regido por principios de reciprocidad y solidaridad que se ha constituido como un férreo instrumento de control social contra cualquier tipo de acumulación económica, concentración del poder, revitalizando al mismo tiempo una solidaridad social reivindicadora de la igualdad entre las personas: es indispensable para el pueblo Páez actuar según las normas de reciprocidad típicas de los pueblos andinos (GOMEZ, RUIZ 1997).
El concepto de poder resulta íntimamente relacionado con el rechazo de la acumulación de bienes por parte de una persona o de una elite. La base ideológica de este asunto se radica en la constatación que la sociedad Páez no está dividida en clases, castas u otro tipo de estratificación social. Asimismo los Paeces operan una neta distinción entre el concepto de poder y autoridad: mientras el primero se centra en la posibilidad de algunos individuos o instituciones de imponerse sobre la colectividad, sean ellos legítimos o menos, la autoridad es la capacidad de afirmarse como guía de la comunidad basando la legitimidad de este estatus sobre el consenso de la comunidad y sobre las cualidades personales manifestadas en el ámbito de la comunidad misma. Pos eso la máxima autoridad étnica es la asamblea comunal y no el cabildo.
La asamblea puede garantizar sobre la justa redistribución de los recursos disponibles (GOMEZ, RUIZ 1997). El poder/autoridad entonces se puede expresar como intrínseco al grupo en su totalidad, contrastando la idea, fundamentalmente de los blancos aunque democráticos, que su lugar sea el cabildo o sus integrantes como individualidad.
Por ejemplo en las elecciones no intervienen grupos de poder o de interés, ni ideologías contrapuestas, Ni siquiera programas políticos. La función de esta institución adquiere entre los Paeces un carácter simbólico ritual de perpetuación de una práctica anual para la continuidad formal de la existencia del cabildo.
Por lo que se refiere al idioma nativo esto se distingue entre el Páez propiamente dicho y el dialecto Panikitá. Hoy en día es muy difícil encontrar personas que no hablan el español: según los datos del Censo del Resguardo Indígena el 74% de la población Páez censada habla su lengua y el español y solo un 26%, en general personas mayores, habla exclusivamente el Páez (PACHÿN)
La decisiones asumidas por el General José Antonio Páez tienen base, en virtud que las directrices y ordenes que emanan desde Bogotá no tienen correspondencia con la realidad social y política de lo que ocurre en Venezuela; además estaba el descontento creciente de la población con la subordinación política a la Nueva Granada, y sin olvidar la afrenta que representó el fusilamiento del Coronel Leonardo Infante en territorio colombiano en 1825. El general Carlos Soublette, afirma en 1826: “El nombre de colombiano es la cosa más destituida de significación, porque nos hemos quedado tan venezolanos, granadinos y quiteños como lo éramos antes, y quizás con mayores enconos”. Lo cual comprueba que la Colombia de Bolívar no fue jamás una nación, sino un Estado Militar
El Libertador, en efecto, veía esta unión como una necesidad militar. En carta a O´Leary, fechada en Guayaquil, el 13 de setiembre de 1829, dícele Bolívar; «Los hombres y las cosas gritan por la separación, porque la desazón de cada uno compone la inquietud general. Últimamente la España misma ha dejado de amenazarnos; lo que ha confirmado más y más que la reunión no es ya necesario, no habiendo tenido esta otro fin que la de concentración de fuerzas contra la metrópol.
El Libertador al verse enterado de esta situación sale desde Lima rumbo a Venezuela el 4 de septiembre de 1826, llega el 12 de septiembre a Guayaquil y el 16 de noviembre a Bogotá; finalmente se embarca por mar en Cartagena, arribando a Puerto Cabello el 31 de diciembre. Días después en la población de Naguanagua se encuentra con Páez, ahí se abrazan y reafirman su unión libertadora, finalmente entraran juntos a Valencia y Caracas, ciudad donde el Libertador otorga una amnistía general por decreto del 1 de enero de 1827, y ratifica a José Antonio Páez Herrera como Jefe Civil y Militar del Departamento de Venezuela, y le da más poder.
Dos días más tarde afirma el Libertador: "El General Páez ha salvado la República, y lejos de ser culpable es el salvador de la Patria". Y el Libertador escenificó una importante demostración de aprecio hacia el General en Jefe José Antonio Páez, cuando le regaló su espada. Este emocionado declaró: "Conciudadanos, la espada de Bolívar está en mis manos: Por vosotros y por él iré con ella a la eternidad". El 9 de abril de ese año Páez le propuso a Bolívar su deseo de salir del país, a lo cual El Libertador responde: "De ningún modo, usted es utilísimo en Venezuela". "Quién puede reemplazarme sino usted". "En Bogotá se me está persiguiendo por mi conducta en Venezuela, Santander es mi mayor enemigo y yo he roto enteramente con él…"Un año después, Bolívar escribe a Páez: "No me canso de alabar el tino con que usted está obrando para salvar ese país (Venezuela) de la anarquía" "Por mi parte doy a usted las gracias.
Este encuentro entre el Libertador y Páez tuvo más tinte político que militar, dado el interés por conservar la Unión de uno y la decisión de no obedecer las órdenes emanadas desde Bogotá del otro, sin embargo la disciplina militar y el respeto siempre están presentes, aun cuando las circunstancias políticas difieran, así se evidencia por el desencuentro ocurrido entre el Libertador y un Edecán de Páez durante una cena. Bolívar en un banquete, visiblemente alterado, regaño al coronel Escuté, Jefe del Estado Mayor del General Páez. Las palabras aleccionadoras de Bolívar fueron recogidas por los cronistas de la época:
“Señor Escuté, está usted todavía con las manos tintas en sangre americana, pues acaba usted de
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