Argumentar es una forma de convencer.

El primer texto da a conocer cómo la argumentación es parte natural del hombre y por lo tanto es fundamental a la hora de crear relaciones de comunicación con otras personas porque no sólo permite persuadir a los demás sobre tus creencias, también las hace creer en ellas como verdaderas.

Así también habla de un cambio o una evolución de la argumentación, que en la Edad Media es utilizado como “arte del discurso” y a partir de la modernidad, cambia su sentido a un método.

La argumentación en toda la extensión de la palabra, significa legitimidad porque las razones y justificaciones que vas a dar serán verdaderas y por lo tanto comprobables, sin embargo, la “argumentación” que puede llegar a convencer a las personas, tomando hechos no justificados, dependerá de la actuación que ejerza el actor.

En síntesis, el argumentar, es exponer un punto de vista basado en hechos legítimos, con el objetivo de justificar e incluso tratar de convencer a otras personas, también es indispensable estar abierto a escuchar acerca de otros puntos de vista, así como estar dispuesto a llevar una polémica sobre el  tema. La argumentación se basa en la racionalidad y por eso es importante la retórica ya que esta pone en cuestionamiento el mismo argumento.

El segundo texto en pocas palabras, te expresa que un argumento debe tener estructura para ser expuesto y sobre todo un objetivo en el cual se va a utilizar la persuasión para un fin.

Toda argumentación se va a basar en una justificación que va a tener un marco teórico donde explicará las circunstancias exponiendo los puntos de vista basados en hechos legítimos que llegarán a una conclusión.

Todo argumento parte de una premisa o una hipótesis que busca ser aceptada por el receptor de este.

La argumentación forma parte de todo ámbito pero se encuentra más énfasis de este en los medios de comunicación.

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