Aura: la confusión del amor

Reseña

Aura: la confusión del amor

Aura es una novela de origen latinoamericano por el escritor mexicano Carlos Fuentes, publicada en 1994 por la editorial Norma.

Felipe Montero, una persona dedicada a ser historiador y con conocimientos del idioma francés, cansado de su vida rutinaria como profesor da paso a ser contratado por una anciana llamada Consuelo la cual le pide que termine con la memorias escritas de su difunto marido que era un coronel francés; ella vive con su sobrina Aura, una dama encantadora ante la vista de Felipe el cual cae enamorado de ella desde el primer instante. Así es como comienza el relato de la novela llena de suspenso y misterios para el personaje principal donde su percepción del entorno se vuelve confusa.

Esta es una novela corta con estilo gótico, la cual ambienta sobre las tradiciones de hace tiempo en donde las mujeres eran sumisas y arraigadas a las órdenes de los ancianos, de la misma manera con las plantas que demuestran la herbolaria como un método pleno de curaciones o menjurjes para creencias paganas.

Carlos le da un toque fantasmagórico a su relato con las apariciones inesperadas de Consuelo, de la misma manera toca el tema de religión junto con temas algo demoniacos y angelicales mostrando a la joven en un punto medio de ellos.

Su narración abre paso a que el lector pueda adentrarse a la historia para comprender y sentir las emociones del personaje, sentir la presión, desesperación, confusión y pasión que lo rodea su entorno siendo así que crea emoción al lector durante toda la novela.

El autor deja a libre imaginación sobre el porqué de su final y dando incógnitas de que puedo haber pasado, y eso aplica en todo su relato; la lectura puede causar confusión pero ante lectores atentos y apasionados llegan a su comprensión.

Es una obra dirigida para quienes les gusta el suspenso, la tensión y la fantasía, para quienes les atraen las historias donde predomina la inverosimilitud y el misterio hasta el final.

Carlos Fuentes fue distinguido con el premio Rómulo Gallegos en 1977, premio Nacional de Literatura de México en 1984, Premio Cervantes en 1987, Príncipe de Asturias en 1994 y postulado al premio Nobel de Literatura en 2009.

Para David Huerta, poeta, editor, ensayista y traductor mexicano, “Llamar a Carlos Fuentes un escritor mexicano puede parecer extraño y hasta un poco extravagante puesto que para muchos de sus lectores, en nuestro lengua lo mismo que en otros idiomas, su figura y obra son paradigmáticas: no es un escritor entre tantos otros, sino que es el escritor mexicano por antonomasia”

Es una obra con lenguaje impecable, su estructura es ordenada lo que permite que el lector esté atento en todo momento y siga su lectura casi ininterrumpidamente. Es una obra que vale la pena ser leía por varias

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