Autenticidad

La autenticidad

Las experiencias, el conocimiento y la lucha por concretar propósitos de mejora, hacen que con el tiempo se vaya conformando una personalidad propia. Cada ser humano es diferente y piensa diferente, hay algo dentro de él que lo hace único. Poniatowska (2014) nos dice al respecto: “Hasta sus peores ataques de cólera, hasta en su rabia de animal a la defensiva hay algo sobrenatural que lo hace distinto” (p.228). Cada cabeza es un mundo, así dicen coloquialmente las personas, dando a entender que cada uno de nosotros somos diferentes, que existe ese algo que nos hace auténticos. Muchas veces no nos damos cuenta de eso y queremos ser como los demás o que estos sean como nosotros. Pero eso es algo casi imposible, porque cada uno tienen diferentes intereses, sin embrago eso no tienen porque afectar nuestra socialización, al contrario podemos aprender unos de otros y cada día ser mejor. Octavio Paz (2010) nos menciona que: “Si nos encerramos en nosotros mismos hacemos más profunda y exacerbada la conciencia de todo lo que nos separa, nos aísla o nos distingue “(p.21). Es necesario hacer una inspección de nosotros mismos para conocer todo eso que nos distingue de los demás, que nos da esa autenticidad como personas, dejando de hacer lo que todos hacen y atreviéndonos a romper paradigmas sin tener miedo a los resultados. Es tener la autoridad sobre sí mismo ya sea ante nuestros gustos y caprichos, sobre nuestra iniciativa para proponernos metas y llegar mas allá de ellas, construyendo un carácter estable y de sinceridad ante toda prueba, lo que nos hace tener una coherencia de vida. Ser auténtico no significa rechazar las enseñanzas que se pueden adquirir por lo que otros han hecho, no significa dejar de seguir grandes ejemplos de vida y de quienes, de alguna forma, lograron lo que nosotros queremos lograr, simplemente significa vivir conscientemente, con una marca propia sobre lo que si hacemos.

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