Autoevaluacion. La necesidad de tomar el camino

La necesidad de tomar el camino.

Aurora Folgoso Barros

Aurorita2002.afb@gmail.com

"Es, quizás, demasiado complementario llamarlos utópicos, deberían preferir ser llamado distópicos, o caco-topianos. Lo que comúnmente se llama utópico es algo demasiado bueno para ser practicable; pero lo que parecen favorecer es demasiado malo para ser practicable ". John Stuart Mill, 1868

Siempre buscamos el bien para nosotros, para poder lograrlo necesitamos buscar el camino del autodescubrimiento experiencial, en el cual te conectas con tu yo real, y vives desde aquella identidad: autorrealización. Muchos quieren alcanzarla, poder actuar sobre que es lo que van a hacer, logrando sentir que en realidad te encuentras en el camino hacia ella, llegando a la deseada felicidad.

El objetivo de este ensayo es analizar el poema: el docto astronomo de Walt Whitman enfocandome en la autorrealización y vinculando la literatura distopica con la comunicación social y peridismo.

La autorrealización desarrolla todo nuestro potencial para convertirnos en lo que somos llegando a la plenitud. Al leer, “cuando escuché al docto astrónomo” de Walt Whitman me hizo pensar que la autorrealización es el eje principal de este poema:

hasta que me escabullí de mi asiento y

me fui a caminar solo,

en el húmedo y místico aire nocturno,

mirando de rato en rato,

en silencio perfecto a las estrellas

El personaje decide ir en busca de el camino hacía sus propias respuestas, al escabullirse de la conferencia y caminar solo, utilizó un potencial intrínseco logrando encontrar lo que buscaba. Eso es lo que cada uno de nosotros debemos de saber en nuestras vidas porque es usual que los humanos busquemos aprobación y apoyo en otros, por necesidad real o aprendizaje sociocultural. Lo que debe evitarse es el apego, la dependencia, que limita el desarrollo de una personalidad sana y madura, donde lo normal es la autonomía, es decir, pensar, elegir y decidir por uno mismo.

Las distopias estan presentes en la vida diaria. Constantemente nos encontramos con ellas, ya que vivimos en un mundo distopico,

“qué pronto me sentí inexplicablemente

hastiado,

hasta que me escabullí de mi asiento y

me fui a caminar solo”

el hombre de la historia decide no seguir el pensamiento utopico del astronomo que es convencerlo de que lo que dice es la verdad al mostrar pruebas y guarismos toda la audiencia se levanta a aplaudir pero no, él decide irse y buscar las respuestas por él mismo.

Así sucede en nuestra realidad , las personas no quieren vivir en un país que domina, explota, engaña al ciudadano. Pero si el ciudadano piensa de que su vida no es diferente a la del resto la esperanza de que algún día todo cambiará, una que la propia dictadura alimenta, es esencial en cualquier distopía. La esperanza es el arma perfecta contra las mentes más despiertas y rebeldes. Una persona que no se adapte a la distopía es capaz de soportar un sufrimiento indecible si tienes esperanza.

Como estudiante de periodismo me hace reflexionar cómo puede ser que los periodistas, no forman parte del grupo social poderoso y tengan un papel tan importante a la hora de ejercer la desigualdad en el mundo, perjudicándose en el proceso a ellos mismos. Lo más razonables es creer en que José Luis Sampedro tenía razón cuando afirmaba:

“Desde la infancia nos enseñan: primero a creer lo que nos dicen las autoridades, los curas, los padres… Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos”, José Luis Sampedro.

Así, los medios de comunicación, controlados por el poder político y económico que muchas veces son el mismo,

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