BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS

BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANITOS

Nunca olvidaré tan hermosos ojos color primavera que con esa mirada tan cautivadora quedaría profundamente enamorado, no solo de sus ojos sino de su cálida y delicada piel, con su hermosa cabellera brillante y sedosa, su suave voz tan perspicaz que dejaba encantado a cualquiera que pasara e incluso hasta al más diminuto ser quedaba enamorado de tan perfecta mujer. Siempre he pertenecido a la realeza por el hecho de ser un príncipe y ser el próximo heredero al trono, en alguna ocasión vi a aquella dama digna de miradas y de ser el centro de atención, no solo por su gran belleza, sino por su gran corazón. Ella era la hija del mejor amigo de mi padre, solo que un día se distanciaron y tras la muerte de su amada esposa entró en una gran depresión que le duraría por un corto periodo de tiempo, porque conocería a una infame mujer que, con sus grandes encantos cortejaba a cualquier hombre que la viese y no fue la excepción del padre de la mujer que amaba, ella lo sedujo y el cayo perdido en su falaz encanto. Al paso de los meses se casaron y en su momento ella fue la mujer más bella de su reino, pero en mi corazón Nieves sería la dueña.

Un 30 de septiembre en el frio de otoño sucedió un hecho inesperado que nos dejaría impactados, su padre falleció de una manera desprovista y enigmática, pasando por mi mente que aquella mujer, había envenenado a su esposo para quedarse con el reino y su gran fortuna. Al cabo de unos días comenzó a generarse un rumor, de que ella era una bruja y que había creado un espejo que decía la verdad y mostraba en su reflejo a la mujer más bella solo si se decían unas palabras mágicas y él espejo siempre decía que ella era la más hermosa, hasta que un día paso algo impensado. Una mañana aquella mujer se puso en frente del espejo y le pregunto que quien era la más hermosa, a lo que él le responde que la maravillosa Nieves siempre lo había sido y eso decían varios campesinos que habían escuchado murmullos de los súbditos de aquella reina sobre la respuesta del espejo y que por eso había mandado a Nieves al bosque para que se la comieran los lobos decían algunos, otros afirmaban que la había envenenado y que la había enterrado en lo más profundo del bosque e incluso que la había dado de ofrenda al diablo a cambio de belleza eterna. Al escuchar todos esos rumores, me sentí desilusionado e incluso lloré amargamente y no sabía si creer, estaba tan encolerizado conmigo ya que nunca pude declararle mi amor y jamás olvidaría a aquella mujer, aunque mi corazón me afirmaba que ella seguía viva y que tarde o temprano la encontraría en tan tenebroso bosque.

Al día siguiente comenzó la búsqueda de aquel tesoro que pronto llenaría el vacío de mi corazón y que por fin llegaría el día en el que le declararía mis más puros sentimientos. En esta búsqueda me acompañaron mis soldados más fieles y esperanzaban que algún día Nieves fuera la dueña de este tan olvidado y frío corazón, transcurrieron los días y las semanas, pero no había señal de esta fragante y hermosa mujer. Luchamos con lobos, aprendí a cazar alces y venados, pero seguía sin saber dónde se encontraba ella, si tal vez ya había comido algo, o si podía aguantar este frio invierno que congelarían esas manos tan delicadas y blancas que sanaban cualquier dolor, estaba tan cansado y a punto de rendirme, pero no perdería la esperanza hasta encontrarla. Una mañana decidí ir a buscar troncos para hacer una fogata, con mi compañero de viaje y que desde niño siempre había estado conmigo, era mi caballo y nunca me había dejado solo, al momento de regresar me había perdido y no sabía dónde estaban mis fieles soldados. Adentrándome más al bosque pude notar que no había rastro del camino que había recorrido, entre en pánico y no sabía qué hacer, estaba desesperado, pero aún seguía caminando hasta encontrar a mis soldados y así seguir con la búsqueda, pude notar que ya era muy tarde y que no encontraría jamás a Nieves, esa noche lloré amargamente e incluso quería rendirme porque era imposible encontrarla, luego de mi llanto caí en un profundo sueño. A la mañana siguiente estaba decidido en volver a mi hogar, pero en el camino, me encontré a 7 hombrecitos que iban apresurados a su casa, les pregunté que a donde se dirigían y uno me respondió.

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