Chocolate

CHOCOLATE Joanne Harris Es un libro de lectura fácil y más bien corto que te puede producir opiniones encontradas. Esta claro que respira romanticismo por todas partes y tiene algunas expresiones muy buenas, incluso con toques cómicos, tanto en boca de la protagonista como de los lugareños. En general esos diálogos siempre resultan intensos y no te dejan indiferente, aunque en ocasiones se te puedan hacer algo repetitivos o redundantes.

El libro es una gran descripción de una época de cambios en cualquier pueblecito en donde la lucha entre la tradición enclaustrada vista como el bien supremo, y la libertad de expresión y pensamiento, chocan inevitablemente y con dureza. El mundo del chocolate visto como referente del placer claramente enfrentada a la religiosidad más casta, la lucha entre el pecado de la gula o de la feminidad carnal contra las fuertes convicciones del cristianismo más clásico. Es un libro interesante, con una buena trama y con personajes fuertes en su apariencia externa, pero que desean con fuerza que alguien les indique un nuevo camino por donde encauzar sus insulsas vidas.

La novela es original, engancha con bellos diálogos, sobre todo cuando participa en ellos Vivianne, una protagonista con mucha personalidad e interesante para el lector. Es joven, vital, apasionada, etc. Te preguntas si realmente es así. Casi llevé una desilusión cuando descubrí su pasado según iba leyendo. Entonces, me pareció una personalidad un tanto falsa, un tanto forzada, porque la autora te la va presentando como una mujer que intenta olvidar su propio pasado con esa forma de ser vital y jovial.

Lo mejor de la novela son los diálogos, es donde la autora descarga todo su sentido del humor. Por ejemplo, en las palabras que pone en boca de Armade, una vieja llena de rencor a causa de la desgracia que siempre ha llevado con ella.

Los personajes son muy realistas, especialmente los vecinos el pueblo, los

lugareños. En esta novela de 384 páginas no faltan las descripciones, llenas de

poesía, porque se refieren a olores, imágenes, ruidos propios de la localidad como

el río o la feria o bien los gofres y crepés dulces que se cocinan en la chocolatería

y otros deliciosos dulces que Vianne prepara para la fiesta de Pascua.

La historia que nos cuenta el libro es muy parecida a la de la película.

Me parece un libro que merece la pena. Creo que vale la pena descubrirlo aunque

como es mi caso, hayamos visto la película. No obstante, en este caso es mejor

dejar pasar un tiempo entre ella y la novela para que no se nos haga

excesivamente repetitiva e incluso pesada. Entrando en el análisis de esta, y

empezando por los personajes, creo que son un gran punto fuerte de la historia. A

éstos los conoceremos muy bien, destacando como no puede ser de otro modo

Vianne y Anouk. De ambos vamos a conocer a fondo su vida, sus sentimientos,

miedos, inquietudes e incluso su vida pasada, gracias a un narrador en primera

persona. Esto nos hace entenderlos mucho mejor, poder ponernos en su lugar y

saber cómo piensan y qué sienten en cada momento.

El narrador en primera persona no siempre es el mismo, cambiando de personajes

de forma continuada. Esto me parece positivo porque nos da la opotunidad de ver

las situaciones desde varios puntos de vista, muy importante en este caso al haber

dos bandos enfrentados. Pero sin embargo este narrador tiene sus fallos a mi

parecer, y es que hay momentos en que me perdía en la historia por los cambios

continuados, ya que no hay una introducción previa que nos indique a quién

estamos leyendo, sino que directamente empieza el capítulo de esa forma. Hay

ocasiones en las que tardaba un buen rato en saber quién me estaba contando la

historia, y es una

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