Compara "El almohadón de plumas" con "La insolación".

¿Cómo se comparan los relatos “La insolación” y “El almohadón de plumas” en su tratamiento de la muerte?

Ambos cuentos de Horacio Quiroga se comparan en el punto de la omnipresencia de la muerte, que, ciertamente resulta de los eventos trágicos que se sucedieron en la vida del autor. Ambos textos comparten unas similitudes, pero también se distinguen por sus diferencias. En este comentario, intentaré hacer una comparación basándome sobre el tema del tratamiento de la muerte en “El almohadón de plumas” y en “La insolación”.

En “La insolación” se superponen dos planos: el plano realista y el plano fantástico. Aunque son dos planos, solo es el plano fantástico que leemos en el cuento, porque lo describen los perros: la muerte aparece tres veces y saca la vida de dos otros personajes del cuento (Mr. Jones y un caballo). Adicionalmente, las apariciones nos muestran en cuanto a la temática del cuento se basa sobre lo fantástico, pero también nos muestran una personificación de la muerte, que cambia de forma según la víctima que va a elegir. En cambio, el plano realista que no está descrito en el cuento, explicaría la muerte de manera racional, al contrario de la puesta en escena del plano fantástico que funciona como una justificación del plano realista. De hecho, las apariciones de la muerte justifican la muerte natural en la que el caballo se muere por cansancio y que Mr. Jones por insolación. La deducción se puede hacer por el facto que el título nos recuerda que haya una muerte científica detrás de la escenificación de la muerte.

Además, se puede notar que indicios de una muerte inminente salpican el texto “La insolación”. Estos indicios se pueden considerar como elementos que afirman la omnipresencia de la muerte en el texto. Así, las apariciones de la muerte constituyen estos indicios anunciando que Mr. Jones morirá pronto. Se nota también el comportamiento de los perros que creen que va a morir su dueño. Si los perros no se habían puesto de humor macabro acerca del destino de su dueño, no hubiera podido decir que los indicios de una muerte omnipresente e inminente incluyen también comportamientos de los caninos.

En “El almohadón de plumas”, no hay plano fantástico, sino que se justifica la muerte por una sola causa fantástica. Aunque no hay un plano que sobrepase la realidad, se atribuye un elemento irreal al momento fatal, como se hace “La insolación”. Pero, al contrario de “La insolación”, “El almohadón de plumas” cuenta únicamente el aspecto realista a todo lo largo de la historia. Al llegar al fin del cuento, Quiroga asocia a la muerte un ser monstruoso. Este, con el contacto físico, saca la sangre del cuerpo de su víctima, matándola poco a poco. Este ser monstruoso con un tacto fatal también se encuentra en “La insolación”. Así aparece la muerte, y mata a sus víctimas al tocar de ellas. Pero, donde el ser monstruoso en “El almohadón de plumas” mata lentamente a través de mandíbulas sacando sangre, la muerte en “La insolación” mata instantáneamente cuando toca sus víctimas.  

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