Consumidores de bazuco

Consumidores de bazuco

Nicolás, comenzó su vida en las drogas en el consumo social, es decir, un consumo esporádico, siempre con amigos o en eventos sociales. Su primera droga la probó a los 17, 18 años, tuvo posibilidades de estudiar, y pudo adquirir un título y tener una especialización internacional.

Cuando Nicolás comenzó en las drogas ya era un empresario, que contaba con estabilidad económica.  A pesar de su buena vida decidió escoger un mal camino, las malas influencias y empezó a tomar malas decisiones, al comenzar su decadencia en las drogas, pasó de un consumo ocasional de bajas dosis, a un consumo más frecuente y mayor,  ganaba tan buen sueldo que se podía dar el lujo de comprar todo lo que vendían en  la olla. Dejo de trabajar, poco a poco fue gastando toda su plata, perdió todo lo que tenía, vendió su casa,  sus joyas, su carro, tanto así que llego a un punto de robar y de mendigar para poder consumir.

Después de mendigar para consumir, de no tener que comer, de buscar comida en las basuras, hacia fugas geografías (escapes geográficos como los llaman en la drogadicción) creyendo que el ambiente en donde estaba  era el que le hacía daño. Siempre terminaba pidiéndole a dios que lo ayudara a manejar su situación, ya que él no había nacido para estar envuelto en un mundo de drogadicción,  pero él seguía viviendo para consumir y consumía para vivir.

El bazuco lo ponía a 120 por hora, pero después de que la droga terminaba su efecto, el comenzaba a ver sombras inexistentes, a creer que todo el mundo lo perseguía y terminaba en un rincón asustado y lleno de muchos miedos. El consumo de Nicolás era tan excesivo que en un día podía fumar cinco o seis veces sin parar, duraba sin comer, ni dormir, empezaba  desde las 8:00 de la noche hasta la mañana del día siguiente. El creía que en las ollas se encontraba la felicidad, donde no le importaba nada, pero no era así, solo se hundía en un mundo de tristezas, en donde se encontraba solo, sin nadie en quien poder contar, se encerraba en un mundo donde podía fumar, y empezaba a llorar cada bazuco que se fumaba, buscando la manera de salir de ese mundo de perdición, cuando pudo salir no quiso, y cuando quiso no pudo.

Su familia no lo abandono, pues siempre estuvieron con él, le daban plata, lo ayudaban, siempre estaban ahí tendiéndole la mano, le pagaban las deudas que tenía por conseguir vicio, por las cuales lo estaban buscando para matarlo. Después de saber que su mama tenía un tumor bastante grande, por ella trata de alejarse de las drogas y buscar una salida, tantos días sin consumir para él era un desafió ya que de pasar a consumir en un día 5 o 6 veces cada 15 o 20 minutos, a dejar de consumir de un momento a otro era un reto ya que la adicción lo llamaba, pero dejar el vicio no duro más de 4 días.  Cuando retomó el vicio después de 4 días fue mayor la adicción, las ganas de fumar, paso de hacer “pases” de cada 15 minutos, a hacerlos cada 6 minutos.

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