Contexto e interpretacion de signos

El contexto y la interpretación de los signos^[1]

Les propongo a continuación una síntesis de la noción de contexto; para hacerlo es necesario que repasemos dos modos distintos de definirlo y pensarlo:

1. La primer definición es la que propone la semiótica discursiva  y define a contexto en relación al conjunto de elementos extra textuales que acompañan la creación y recepción de los discursos (entendiendo por discurso cualquier mensaje que se emita en cualquier soporte); tales elementos están conformados por las circunstancias de enunciación de esos discursos, los soportes en los que circulan (voz, papel, sonido, etc.), las situaciones psicosociales de los receptores y el ambiente sociocultural. De este modo, la lectura y comprensión de un mensaje va a depender en buena manera de los conocimientos e informaciones previas que tienen los sujetos acerca de ese “texto” (o discurso o mensaje) y de los intertextos (contexto interno de la obra: por ejemplo en el caso de la prensa escrita hay elementos que no pertenecen al texto escrito, pero que nos orientan en el modo en el que debemos interpretar ese mensaje) pero siempre estará conectada esta compresión con los factores extra textuales nombrados anteriormente (contexto externo). (esta definición es la que está presente en el texto de estudio de Semiótica)
2. Por su parte, la visión pragmática del contexto va a privilegiar la situación comunicativa y, en consecuencia, al ambiente espacio-temporal del sujeto, su  modo de vivenciar la comunicación, sus estados mentales, los roles que desempeña en la dinámica comunicacional y las condiciones socioculturales y políticas que la rodean. Este acercamiento otorga importancia a las expectativas pragmáticas o estéticas de los receptores, los cuales enfrentan la comunicación en general, y también los textos de modo particular, desde sus específicos intereses y curiosidades.

Cada una de estas descripciones brinda validez a una noción general de contexto, que podemos definir entonces como: “El conjunto de los factores relacionados con la circulación y recepción de los textos que derivan de los discursos sociales: la visión del mundo, las ideas de los perceptores, sus expectativas y el imaginario del grupo, las circunstancias sociales, políticas y culturales de recepción. Este conjunto también incluye las características internas de un texto”

Veamos un ejemplo:

Supongamos que tenemos que interpretar el signo verbal CABALLO; para ello debemos poner en relación el sistema gramatical con el sistema semántico español (es decir, leemos C-A-B-A-L-L-O [lo podemos agrupar porque conocemos las reglas de la lengua que hablamos] y asociamos ese conjunto de fonemas que son las letras con un concepto, que en este caso es el de mamífero herbívoro, cuadrúpedo, de cuello largo, etc., etc.). De este modo, conocida la regla que guía el sistema lingüístico es posible comenzar a interpretarlo. Esto no quiere decir que la interpretación sea la correcta, porque las competencias sintácticas y semánticas no funcionan aisladas sino que deben conjugarse con la práctica del lenguaje, es decir con las competencias pragmáticas (de uso de ese lenguaje).

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