Cuadro

Definitivamente el mundo ha cambiado, y con él, nuestra forma de vida. Algo ha pasado… Le dedicamos gran parte de nuestra vida a reunirnos en un centro comercial que nos ofrece la última moda, la tecnología más innovadora, los alimentos rápidos que puedes encontrar en cualquier parte del mundo y que “saben igual en el país que lo consumas” – Así me dijo mi hermano cuando probó la hamburguesa de “McDonalds” en México -, televisión por cable, entretenimiento, “Starbucks”, y la rutina es la misma: “Nos dedicamos a consumir vidrierías”, comprar cosas que en realidad no necesitamos, pagando por “estar” y sentir que pertenecemos a la gente normal.

Los niños pasan horas frente a un televisor “ejercitando los pulgares” con los juegos de video, las madres preocupadas por la salud de la familia, anotan todo tipo de rutinas de ejercicio, adquieren tratamientos de belleza y productos mágicos que les devolverán la salud.

La obesidad y los problemas que trae consigo, se han convertido en un problema de grandes dimensiones.

El celular, que en un tiempo fue considerado como símbolo de estatus, ahora es un instrumento al alcance de todos convirtiéndose en parte de nuestra vida diaria. ¿Realmente lo necesitamos tanto?

Es una maravilla el internet y que podamos conectarnos a cualquier parte, así, podemos traer trabajo a nuestras casas y volvernos más desconocidos de la familia, no basta con las horas que le dedicamos en la oficina, el mundo de hoy requiere de entrega y, sobre todo, compromiso.

Las redes sociales nos han unido y nos han separado. Es curioso como los amigos y la familia, aunque vivan en la misma casa, prefieren enviarse mensajes por este medio que comunicarlo en persona.

Los salarios cada día son más bajos, la competencia por una plaza de trabajo cada vez es más complicada.

Los estragos de la contaminación cada vez son más notorios, el cambio climático ha ocasionado grandes sequías, inundaciones y escasez de alimentos en todo el mundo, lo que ha ocasionado un alza indiscriminada en los precios y hambrunas. Los alimentos transgénicos han abierto un gran debate debido a que pueden ser perjudiciales para la salud, pero… ¿Tenemos elección?

Sí, es lo que estamos viviendo, la estandarización cultural de una sociedad consumista, que se ha acercado gracias a los adelantos tecnológicos, y se ha alejado también gracias a ellos; nuestra rutina es pasearnos por los centros comerciales, nos hemos vuelto sedentarios, pasamos gran cantidad de horas sentados frente al televisor, nuestra salud se deteriora con nuevas enfermedades productos del estilo de vida que llevamos, estrés, ansiedad, son casos muy comunes. La escasez de alimentos y la pobreza se han acrecentado, la migración hacia otro país desarrollado,

...