Cuento El Bosque

El bosque

Había una vez, en las cercanías del castillo Smith un bosque muy tenebroso, en el cual se decía que se encontraba repleto de monstruos y que si te adentrabas a este nunca saldrías de él. La gente del pueblo estaba muy asustaba, pues recientemente la reina Adriz había mandado a sus hombres para que exploraran aquel bosque, pero lamentablemente ninguno de los exploradores logro salir de ahí.

La reina Adriz al igual que su pueblo, también estaba asustada pues el bosque extrañamente cada vez crecía más y más al punto de casi llegar al castillo. Por lo tanto, decidió recurrir al sabio del pueblo, este era una señor flacucho y pequeño, la edad y la muerte de su esposa lo habían consumido, pero eso no era impedimento para que ejerciera su trabajo a pesar de verse devastado. Se rumoraba que este sabio de nombre Ulyze, era descendiente de las hadas y que poseía poderes, que era capaz de alejar el mal que se encontraba en ese bosque, por eso Adriz llamó al sabio para charlar con el sobre el tema. Adriz tenía la esperanza de que el sabio pudiera traer de nuevo la paz al pueblo, pues se preocupaba mucho de que algo terrible se avecinara.

El bosque era tenebroso, con sus arboles gigantes de un color gris verdoso que hasta parecía que no tenían vida, nada dentro de el parecía tener vida. El bosque emanaba oscuridad, terror y misterio, nadie se atrevía a entrar al bosque pues temían no regresar. Los pobladores comentaban que el bosque no era así, decían que una bruja malvada había lanzado un hechizo a sobre el, volviéndolo a este un bosque espantoso. La única bruja que pudo lanzar el hechizo sobre el bosque fue Lundy, una mujer de cabellera larga y pelirroja, bastante bonita, de rasgos finos que parecía que nunca envejecía, pero esta ya había muerto hace años, así que no se sabe exactamente que fue lo que desató esa oscuridad en el bosque.

Adriz ya se había reunido con el sabio Ulyze pero este sólo le dio malas noticias. La oscuridad del bosque seguía creciendo y no había nada que la pudiera parar, a excepción de una cosa, el propio sacrificio de la reina. Ulyze le explicó que esto pasaba cada 500 años, es decir, cada quinientos años el bosque se llenaba de monstruos y emanaba oscuridad atemorizando a los pobladores y su única calma era la muerte de la reina que se encontraba en ese entonces, Adriz aún anonada por la noticia, pero queriendo salvar a su pueblo de aquel terrible bosque, accedió a su propia muerte.

Adriz dio la noticia a su pueblo de que iba a ser sacrificada, explicando que era la única forma en que la oscuridad del bosque desaparecería. La gente entristeció pues perderían a su amada reina, aunque agradecían que esta diera la vida por ellos, por salvar a su pueblo no querían que muriera, pero desafortunadamente era la única opción para salvar a todos del horrible mal que se estaba acercando.

El día del sacrificio llegó. Todos los del pueblo estaban presentes para despedirse por última vez de su querida reina.

La reina Adriz se encontraba en su trono recibiendo a su gente, viéndola por última vez. Todos se acercaban a ella para despedirse, algunos le daban regalos u ofrendas, desafortunadamente la hora llegó, Adriz debía morir por la salvación de su pueblo. Ayudada por Ulyze, Adriz se dirigió a su habitación decidida a morir.

Ulyze preparó una bebida que contenía lo necesario para que la reina muriera sin ningún dolor, Adriz la bebió mientras se recostaba en su cama, a los pocos minutos ella dejó de respirar muriendo pacíficamente sabiendo que salvó a su amado pueblo.

El bosque cambió repentinamente, su color muerto cambió a uno lleno de vida, crecieron flores, pequeños conejos y venados se alcanzaban a ver dentro de este. Ahora el bosque emanaba una paz y felicidad. Durante 500 años no volvería a aparecer esa oscuridad, el pueblo estaba salvado.

El bosque ya no causaría terror a los pobladores, estos podrían pasear sin miedo alguno e incluso podrían adentrarse a el y explorarlo.

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