Cuento La Bella Mujer

LA BELLA MUJER

Era una tarde de sábado en un viejo bar en las afueras de Dubái, allí estaba aquella bella mujer de largo cabello y blanca piel la conocí durante un largo baile que hacía, era la estrella, las más bella de pronto quise acercarme pero llego un hombre la tomo de su brazo y la jalo llevándosela consigo, de inmediato fui donde una de las bailarinas del bar para que me diera información sobre ella, la bailarina me conto que ella vivía allí en un pequeño apartamento que había en el segundo piso del bar, y que sus más grandes espectáculos se realizaban los todos los sábados, partí a casa y camino a ella no podía sacarme a esa bella mujer de mi cabeza pensaba en lo bello que sería besar sus deliciosos labios rojos, al llegar el siguiente sábado Salí de casa muy temprano, en el camino pensaba en lo que haría al llegar, por mi cabeza pasaban miles de sentimientos era como enamorarse de sus ojos, como un hechizo de amor, al llegar al bar muy en la mañana la vi sentada en una de las mesas mientras conversaba con una pequeña niña, sin quitarles la vista de encima camine por el pasillo hasta llegar a la mesa que había frente a la tarima, no había nadie aun en el lugar, la mujer se levantó de la mesa y camino hacia el lugar donde las bailarinas se preparaban para el show del día, una de las camareras se acercó diciendo: -¡no le parece que es muy temprano para estar en este lugar!, ¿Qué desea hombre? De inmediato le respondí: -deseo a aquella mujer de cabello largo y ojos negros, la camarera con asombro me dijo: - ¿está seguro de que eso es lo que quiere?, ella no es una mujer de mucho habla, ni mucho menos amigable, dije : - lo sé, llevo meses observándola, pero si es necesario esperar hasta el final del día lo are, al caer la noche la bella mujer se acercó diciendo con voz agresiva: - escuché que querías algo de mí, y dime ¿Qué es lo que quieres imbécil? Yo respondí con una gran sonrisa en mi rostro: - ¡te quiero a ti! La mujer soltó una fuerte risa con mucho sarcasmo, intentaba burlarse, ella deseaba que me sintiera aludido por su feroz personalidad decía: -¿Acaso creíste que esto es un consultorio de psicología? Sonreí diciéndole: - No, solo quiero decirte lo bella que me pareces, cada vez que te veo ciento estar hechizado por tus ojos,

aquella noche por primera vez la vi sonreír para mí, le dije: déjame invitarte a explorar un mundo diferente a este, ¿me acompañas?, bella mujer, prometo no hacerte daño, ni micho menos tocarte.

Aquella noche la mujer acepto, y así pasaron los siguientes sábado al caer la noche, un día al caer la noche decidí llevarla a mi lugar mágico yo siempre pensaba que en este lugar había algo más que un rio a la luz de la luna, ella se había convertido en alguien importante, sentía que me enamoraba de ella cada vez que mostraba su hermoso rostro de asombro al ver cada lugar

...