Cuento Sobre La Igualdad

LA HISTORIA DE JOSE MIGUEL.

Hace mucho tiempo en un hermoso pueblo llamado San Francisco el cual contaba con un hermoso paisaje, todos los niños asistían alegremente a la escuela, pues les encantaba llegar y saludar a sus maestras las pues los resabian con mucho amor y respeto.

Cierto día sucedió algo muy triste en el salón de quinto grado, Daniel se había percatado de que sobraba una banca la misma que permanecía vacía, preocupado por lo que observaba corrió alterado a preguntar a su maestra que era lo que sucedía, la profesora, busco en su lista de asistencia y se dio cuenta de que faltaba un alumno, José Miguel, alarmada fue a buscar a la directora Laura y la puso al tanto de lo que estaba pasando, al escuchar lo que la maestra le decía se dirigieron ambas al salón de segundo grado en donde cursaba una de las hermanitas del niño ausente a la cual se le entrego un recado para su mami.

Al siguiente día por la mañana cuando las profesoras llegaron a la escuela ya estaba esperándolas la mama de José Miguel para explicarles muy desesperada lo que ocurría con su pequeño hijo. –“maestras, mi hijo no puede caminar”. A lo cual las maestras respondieron -¿ya lo llevaron al médico? .

La madre contesto –lo llevamos con la curandera y nos dijo que le pusiéramos unas hojas. A lo que las maestras reaccionaron insistiéndole que lo llevara al doctor puesto que el niño necesitaba atención por los síntomas que ya presentaba, ya que eran algo delicado.

La señora decidió dejarlo así y llevarlo el siguiente lunes a clases. Al llegar al plantel, sus compañeros observaban que José Miguel caminaba con mucha dificultad apoyándose de su mama, al ver esto los niños sin pensarlo corrieron a ayudar, lo trataron con mucho respeto, cuidado y se alarmaron por verlo así.

Pasaron los días, y el dolor de las rodillas de José miguel no cesaba, los padres decidieron hablar con las profesoras pues el niño ya no se sentía a gusto en su banca, ya que siempre estaba sentado en una sola posición.

Al siguiente día, José Miguel no asistió a la escuela, entonces las docentes aprovecharon para platicar con el resto del grupo, cual fue la sorpresa de ellas cuando los mismos niños comenzaron a dar soluciones de cómo cuidar a Miguel y como acomodar su banca para que el estuviera cómodo. Gabriel dijo, - le ponemos una cama para que este acostado. Antonio – que no se preocupe, lo cargamos para ir al baño. Pero desafortunadamente la decisión de sus padres ya estaba tomada y el pequeño José Miguel ya no asistiría a la escuela.

La noticia puso muy triste a todos los niños principalmente a los de su grupo, pero desde entonces sus compañeros lo visitan en casa, piden a las profesoras cuentos prestados y se los llevan para que el los lea, sus papas comentan que les da mucho gusto pues pensaron que

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