Educacion
cristina19214 de Abril de 2014
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¿Dónde dejé las llaves?
¡Tenía esos papeles aquí. Los acabo de ver y ahora ya no están!
¿Por qué todo se me pierde?
¡No puede ser que cuando más necesito las cosas nunca aparecen!
Los olvidos son más frecuentes en las personas que son comúnmente o por naturaleza distraídos, personas que andan en su mundo y generalmente no es el mundo presente. Si se te olvidan mucho las cosas triviales, el remedio es poner más atención a lo que haces, enfocándote en las actividades que haces en el momento y controlar a la loca de la casa –la mente-.
Obviamente la distracción o la falta de atención es una cosa y la pérdida de la memoria es otra.
Las razones más comunes que ocasionan pérdida de la memoria en forma transitoria son el consumo de medicamentos, el alcohol, tabaco, drogas, dormir menos de las siete horas necesarias, el estrés, la mala alimentación, incluyendo el consumo exagerado de comida chatarra y el envejecimiento natural.
Una mención especial merece el estrés, ya que generalmente provoca poca concentración en las actividades presentes por estar pensando en lo que no podemos solucionar.
Recordé la historia de las tres hermanas de la tercera edad. La mayor de 85 años, la de en medio de 82 y la más jovencita de 80. Vivían juntas y constantemente se quejaban de lo rápido que vuela el tiempo y los achaques que conlleva este natural proceso.
Un día dice la mayor: “Cuando me meto al baño, no sé si ya me bañé o apenas me voy a bañar”. La segunda dice “yo cuando voy a la mitad de la escalera, nos sé si voy subiendo o voy bajando” y la tercera, en señal de alivio dice: “¡qué bueno que no tengo nada de eso, yo toco madera!” dando tres golpecitos a la mesa con los nudillos de su mano derecha- a lo cual ella misma exclama: “¿quién toca la puerta?” Total que las tres tenían graves problemas de concentración, que mucha gente podría considerar normal por la edad, ante lo cual hay teorías que dicen que se puede retardar este proceso.
Quiero compartir contigo algunas recomendaciones que te ayudarán a evitar la ansiedad que provocan los olvidos temporales:
Relajación. Si todos los días, en dos o tres momentos destinaras unos cuantos minutos a relajarte a través de ejercicios de visualización y respiración, te aseguro que estarías más enfocado y concentrado en lo que verdaderamente puedes y debes hacer. Tenemos tantas cosas en la mente y aumentamos el nivel de estrés, fomentado los olvidos temporales y las terribles consecuencias que el estrés alto conlleva.
Descanso. Mientras no le des al cuerpo el descanso reglamentario que merece, de nada servirán todas las siguientes recomendaciones. Dormir un mínimo de 7 horas diarias ayuda a regenerar todas las células del organismo y a desechar los productos tóxicos que aceleran el proceso del envejecimiento.
Alimentación adecuada con frutas y verduras. Incluir el hábito de consumir alimentos con antioxidantes (frutas con los colores más brillantes como el rojo o naranja) y Omega 3 que se encuentra más en el pescado, nueces, y otros alimentos ricos en ácidos grasos.
Ejercicio. Si todos estuviéramos convencidos de las grandes bondades que trae el ejercicio lo haríamos desde hoy mismo. El ejercicio nos mantiene en forma, y nos ayuda a oxigenar todas las células del nuestro organismo, incluyendo las neuronas.
Gimnasia cerebral. Al igual que nuestro cuerpo, nuestra mente requiere de ejercicio que ayuda enormemente al desarrollo cognitivo, con resultados comprobados. Sirve para unir el hemisferio cerebral izquierdo con el derecho. Ejercicios simples como utilizar la mano no dominante para hacer actividades como cepillarse lo dientes, peinarse, o abrir la llave, que normalmente las hacemos con la mano dominante. Dibujar
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