Educacion

La educación está pasando por una situación de muchísimos cambios que pueden traer beneficios o problemas, unas instituciones educativas pueden dar cuenta de este panorama, como otros pueden desconocerla totalmente y estar encerrados en una burbuja que contiene paradigmas complejos.

Se habla de la inclusión, de las TIC, de maestros proactivos y estudiantes autónomos y emprendedores, términos que se requieren para crear instituciones educativas lo suficientemente preparadas para el futuro y en especial las necesidades actuales; pero una cosa es lo que propone la sociedad, el tipo de ser humano que exige y otra muy distinta es la que forma la escuela.

Anteriormente la pedagogía que regía la educación era la tradicional, pedagogía que tiene fundamentos políticos, religiosos y normativos. Esta educación era solo para privilegiados, quienes eran formados con una norma estricta y el castigo que infundía miedo. El maestro era la única persona que tenía la razón y quien lo sabía todo, el alumno debía actuar y hablar a voluntad de él. Es cierto que formaban seres de ciencia, más no seres críticos y analíticos. Esta educación trae consecuencias como que la autoridad del maestro no es respetada por cultura, educación sino por temor a un castigo.

La educación evolucionó y se creó la pedagogía activa donde el alumno era tratado como el centro de la educación, se piensa en su formación integral por medio de la interdisciplinariedad, el saber conjugado con el ser. Formar ciudadanos capaces de transformar su futuro trabajando en su presente.

Lastimosamente la sociedad de hoy se ha encargado de delegarle toda la responsabilidad de la formación intelectual y humana de los niños, jóvenes y adultos a la “escuela”, provocando una recaída en la labor que deben desempeñar, en palabras vulgares “la escuela no puede con todo”. La escuela es una pequeña muestra de la realidad que se vive fuera de ella; cada alumno tiene problemáticas diferentes, se desenvuelven en contextos diferentes, sus familias, hábitos, deberes, entre otros; hacen parte de cada persona, como sus características y lo que le identifica; así que el maestro debe analizar en primer lugar a cada uno de sus alumnos para saber a quién se está educando, cómo lo puede ayudar e integrarlos con los demás compañeros, para crear un ambiente pacífico, una comunidad que comparte en armonía; proponerles retos para que resuelvan en equipo y aprendan a trabajar por un bien común, enseñarles que todos son parte de la sociedad, sin importar donde vivan, ni que bienes posean; todos son indispensables en ella.

Cambiar el paradigma que se tiene que si un joven nació en una familia humilde, con pocos recursos económicos, con un futuro incierto, con tentativas para no ser una persona de bien, el mundo le dará la espalda; por el contrario, el maestro le dará miles de oportunidades por medio del conocimiento para que sea un excelente profesional,

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