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AUERBACH – XIII (Mimesis) – “El príncipe cansado”

Por muy grande que haya sido en Shakespeare la influencia de la antigüedad, no llegó al punto de inducirle dicha separación de estilos. Una buena cantidad de los elementos de mezcla estilística están mencionados o insinuados en estas pocas líneas: el elemento de lo corpóreo-criatural, el de los objetos triviales y de todos los días y el de la mezcla de clases entre personas de rango bajo y alto. También se nota la mezcla de formas de hablar elevadas e inferiores, y hasta se pronuncia una de las contraseñas clásicas del estilo bajo: humble. Todo esto aparece en abundancia en la obra trágica de Shakespeare. Los ejemplos de descripción de lo corpóreo-criatural son numerosas: Hamlet está gordo y se sofoca, César se desmaya por el hedor del pueblo que lo aclama, Casío está borracho. Hambre y sed, calor y frío acometen también a los personajes trágicos; sufren las inclemencias del tiempo y la enfermedad; el desvarío está representado en Ofelia, con una psicología tan realista que tenemos una estampa estilística muy diferente del Heracles de Eurípides; y de la muerte, que cabe presentar en puro estilo elevado aparece a menudo en su aspecto Medievo-criatural.

Másimportante todavía es la mezcla de los personajes que trae como consecuencia la de lo trágico y lo cómico. Sus héroes trágicos son reyes, príncipes, jefes de ejército, magnates y grandes figuras de la historia romana. Nunca presenta a las clases medias e inferiores trágicamente, sino que su idea de lo trágico-elevado es del todo aristocrática.

La trama ligera resulta sobrecargada por la gravedad y el problematismo de su Shylock (Mercader de Venecia). Sin embargo, Shakespeare acaba por abandonar los motivos trágicos con alegría distraída y olímpica, acentuando algunos rasgos ridículos y grotescos. A pesar de que lo trágico y lo cómico, lo elevado y lo bajo, se mezclan íntimamente en la mayoría de piezas que por su carácter general merecen la denominación de trágicas. Argumentos trágicos alternan con escenas cómicas rufianescas y populares, con un poco más de libertad ligada a la acción principal. O entran en las escenas trágicas, junto a los héroes, bufones y otros tipos cómicos que acompañan las acciones, pasiones y parlamentos de aquéllos, interrumpiéndolos y comentándolos a su sabor. Y es que muchos personajes trágicos llevan en sí mismos la propensión hacia la ruptura estilística cómica, realista o sarcástica-grotesca.

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