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El Cuarto Rey Mago


Enviado por   •  3 de Marzo de 2015  •  1.488 Palabras (6 Páginas)  •  332 Visitas

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Leyenda antigua rusa: El cuarto Rey Mago

Se cuenta en una leyenda antigua rusa que fueron cuatro reyes magos que luego de haber visto la estrella de navidad en el cielo oriente, partieron todos juntos llevando los regalos para el hijo de Dios, aparte de oro, incienso y mirra, el cuarto rey mago llevaba vino y aceite en gran cantidad, todo sobre sus burritos en una apariencia humilde.

Después de varios días atravesaban el desierto cuando una tormenta de arena los agarró. Todos desmontaron y se cubrieron con sus mantos de colores variados, como mejor pudieron soportando el temporal refugiados detrás de los camellos que estaban arrodillados sobre la arena. A diferencia de los otros tres reyes magos, el cuarto rey mago no tenía camellos sólo burros, y en la tormenta divisó una choza en la cual buscó amparo, a duras penas logró meter sus animalitos en el corral de pirca y espero a que se calmara el mal tiempo.

Ya en la mañana se había calmado el clima y los viajeros se prepararon para seguir con la marcha, sin embargo el pastor, dueño de la choza que había acogido al cuarto rey mago se encontraba en problemas, pues la tormenta había dispersado sus ovejas que escaparon en el desierto. El pobre pastor no tenía cabalgadura ni fuerzas por la edad para cumplir esta tarea.

Entonces es aquí cuando el cuarto rey mago entra en un dilema, si ayudaba al pastor a reunir sus ovejas se retrasaría y no podría seguir con sus compañeros. El camino era difícil de seguir y la estrella de navidad no estaría ahí por siempre, pero su buen corazón le decía que no podía dejar a este viejo pastor que lo había acogido. ¿Con qué cara se presentaría ante el Mesías sino ayudaba a su prójimo?

Decidió quedarse a ayudar al anciano y demoró una semana en volver a reunir todo el rebaño, calculando el tiempo y la distancia de la caravana se dio cuenta que sus camaradas estaban demasiado lejos, además su aceite y vino disminuyó en estos días al haberlo compartido con el anciano, pero no se amilanó. Se despidió y poniéndose en marcha aceleró el paso de sus burritos para acortar la distancia. Luego de mucho viajar sin un rumbo definido llegó a un lugar donde vivía una madre con muchos niños pequeños y la cual tenía un esposo que estaba muy enfermo. Era el tiempo de la cosecha y si no se recogía la cebada las aves y el viento acabarían con los granos que ya estaban maduros.

Es así que el cuarto rey mago se encontró con un nuevo dilema, si se quedaba a ayudar a esta familia campesina el tiempo perdido sería tal que tendría que hacerse a la idea de que no encontraría su caravana, pero por otro lado si no lo hacía ¿Cómo tendrían pan para el resto del año, la madre , el enfermo y los niños?.

No tenía corazón para presentarse ante el Mesías si no era capaz de ayudar a sus hermanos en tiempos de necesidad, así que se demoró varias semanas hasta lograr recoger todo el grano, pero así su vino y aceite disminuyó más al ser compartido con esta familia.

Para este momento la estrella de navidad ya había desaparecido, tenía sólo la dirección del recorrido y las huellas que desaparecían de la caravana de sus compañeros. Sin embargo en el camino que siguió encontró nuevos retrasos por muchos hermanos necesitados y en el cual ayudó a cada uno de ellos en diferentes circunstancias. Pasaron casi dos años para cuando llegó a Belén, más al llegar el recibimiento que encontró era de lo más desolador, llantos gritos y angustia se escuchaba por doquier, madres envueltas en la sangre de sus hijos que los llamaban sin encontrar respuesta, una orden del Rey del lugar decretó que los niños debían ser asesinados. El pobre rey no entendía nada, sólo se limitó a andar por esas tristes calles preguntando por el rey Mesías, más todos lo miraban desolados pidiendo que por favor se fuera, en ese trajín alguien le dijo que esa misma noche el Mesías había huido hacia Egipto.

Quiso seguir su viaje pero no pudo, su corazón no le dejó irse, Belén era una desolación, alguien debía consolar a las madres, enterrar a sus hijos, curar las heridas de quienes intentaron impedir los asesinatos, vestir a los desnudos y demás. Estuvo mucho tiempo ahí gastando su aceite y vino, además regaló algunos de sus animales

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