El Dia De Todos Los Muertos

"Todos los Santos, Día de Muertos"

En este pequeño relato Octavio Paz trata de explicar cómo es el mexicano en cuanto a las fiestas y la muerte.

Nosotros, los mexicanos, tenemos fiestas muy frecuentemente, ya sea por una fecha festiva a nivel nacional o incluso el festejo a un santo de un pequeño pueblito, aun cuando el dinero presume de ausencia o estamos en el peor momento de nuestras vidas, sin embargo, ese día en el que todo se vuelvo regocijo y celebración es cuando el hombre se libera, deja las presiones y los problemas en un pasado ya olvidado, y disfruta, sin escatimar, lo poco o mucho con lo que cuenta.

Con esto Octavio Paz nos hace razonar y comprender cuan importantes son las fiestas en nuestras vidas, dado que sin estas seriamos miserables de nuestra existencia durante cada día sin excepción. Además nos muestra que en estos festejos, el gasto es en cierta manera una forma de llamar al dinero, por lo que entre mayor cantidad gastes es mayor la cantidad a la que llamas.

El autor, menciona en cierta parte el punto de vista de los países extranjeros, puesto que ven estas fiestas como un acto ritual, lo cual nos refiere a nuestros antepasados, ya que entre ellos y nosotros, en cuanto a las fiestas, no hay diferencia alguna. Hacemos las fiestas por el mismo motivo que los mayas, los toltecas o cualquier civilización antigua en su época, para festejar a los santos y satisfacerlos en un día ya específico en el calendario. Y esto es cierto, puesto que en todos lados en ciertas fechas, hay ferias, y festejos en nombre de algún cristo, dios o santo.

La muerte, algo que nadie sabe explicar e incluso se teme pensar en ella, nos dice Octavio, sin embargo, en México es notable lo familiarizados que estamos con ella, y más increíble aun, es el nivel de aceptación que se le ha dado, que incluso se hace mofa de ella, pero lo más importante no es solo como la hemos visto y festejado durante siglos, sino cuan apegada está en nosotros y cuánto tiempo llevamos con este festejo.

Los mayas desde mucho antes de la conquista, veían a la muerte no como un final, sino como el inicio de un círculo de vida infinito, esto se refiere a que la muerte y la vida van de la mano en el ser humano, dado que con el comienzo de una se inicia la siguiente, y si una vida no tiene valor, tampoco lo tendrá su muerte y viceversa. Este tipo de reflexiones eran dignas de una civilización tan grande y gloriosa como la maya, pero ahora solo vemos a la muerte como algo atroz, un hecho tan grave que se le llega a negar, y lo gracioso es que si niegas a la muerte, se niega la vida misma, y esta pierde su sentido.

De todas maneras, que sería de la vida si no hubiese muerte. No habría ambición, puesto que tienes todo el tiempo del mundo para hacer lo que desees, habría mayores problemáticas, dada la cantidad estratosférica

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