El Humor Y La Ironía En Un Baile De máscaras De Sergio Ramírez

Un baile de máscaras, presenta un nuevo giro en la narrativa del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que publica en el año de 1995, obras anteriores a esta reflejan un matiz ideológico político muy notorio que esta obra en particular está exenta.

Con esta nueva novela pretende incursionar en el ámbito de su familia y centrar la narración en los acontecimientos previos a su nacimiento, el día 5 de agosto de 1942, con esto transporta al lector a su lugar de origen, el pueblo de Mesatepe donde se lleva a cabo la interesante trama de la que nos hace partícipe.

Este trabajo tiene como tema principal el estudio de la novela enfatizando en el humor y la ironía de la que está impregnada la obra Un baile de máscaras.

Es innegable que en toda obra literaria el humor, cumple una función importante y es la de mantener al lector atento y hacerlo partícipe de las acciones narradas, esto es lo que sucede al estar en contacto con esta obra de Sergio Ramírez en la que entrar en ella es como sumergirse en una corriente de humor.

Los diversos personajes que muestra Sergio Ramírez transmiten esa chispa de humor con sus rasgos físicos y actitudes, a cada uno, le asigna un apodo de acuerdo a su aspecto u oficio que realiza en el pueblo, por ejemplo: Inocencio recibe el calificativo de Nada porque su condición de albino lo hace prácticamente invisible:

“Ya se sabe que al llegar el paquete en el tren de las cuatro recibe el periódico de manos de Inocencio Nada, un albino que de pies a cabeza parece bañado en leche, pelo, bigote, pestañas, cejas, como la cal, capaz de brillar en la noche oscura como un fanal de lumbre blanca; y si en el pueblo lo mal nombran Nada, es porque así le puso Pedro el tendero quien inventa todos los apodos desde el mostrador de la tienda que tiene en su misma casa frente al parque, esquina opuesta a la Iglesia Parroquial: simplemente Nada, porque de tan blanco Inocencio Nada parecía no existir” (p. 14).

En este ejemplo es claro que el apodo es asignado por la apariencia física del personaje, también aparece la figura de Pedro el tendero que representa a esa persona del pueblo que está al pendiente de todo, es por decirlo así el “lleva” y “trae”, sin lugar a duda Sergio Ramírez hace una representación exquisita de lo que encierra la vida en un pueblo.

Personajes como Ireneo de la “Oscurana” (p. 15), Emiliano Chamorro “el Cadejo” (p 52, 53), Eleuterio “Malapalabra”, Engracia “La Guabina” (p. 38), Macabeo “Vitriolo” (p. 40) y muchos otros más son parte fundamental en esta historia, personajes muy pintorescos que contagian y hacen que el lector tenga una lectura graciosa y amena.

En Un baile de máscaras el humor invade la obra “como la gota de agua que invade la superficie y no oculta ningún problema social, pues saca a la luz las alegrías, contradicciones y problemas

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