El Testimonio

El Testimonio

Se puede afirmar que el testimonio inició por el autor: Miguel Barnet, y se ve reflejada desde la Revolución Cubana expresándose como el máximo teórico y compositor del testimonio. Así mismo otro autores manifiestan sus primeros aportes durante los años sesenta, que se especializaron al estudio con la finalidad de expandirse y impulsar el desarrollo de este movimiento.

El papel que juega el testimonio es representar el contexto histórico de los acontecimientos significativos de la verdad que produce en la realidad social.

Otro aporte de la literatura testimonial se desarrolló en el año de 1970 por las “Casas de las Américas”, con el objetivo de convocar a un Certamen literario de testimonio Latinoamericano para destacar los enfoques teóricos y el auge del testimonio que se caracteriza en un movimiento de vanguardia que va día a día trasformando la realidad del país y así plasmarlo en sus obras.

Los primeros aportes de la literatura testimonial en Centroamérica iniciaron con un proceso histórico de la guerra civil en los años setenta y ochenta que se destacó los antecedentes social y políticos siendo referencia al acontecimiento de informar y denunciar por medio de su trabajos literarios.

APORTES DE LA LITERATURA TESTIMONIAL EN CENTROAMERICA

Para ellos el testimonio se trataba de rescatar del olvido el tiempo y la memoria de los tiempos relevantes para concientizar los sucesos acontecidos en el que enumeran los procesos de guerra que se desarrolló en las zonas rurales y la ciudad manifestando una serie de aspectos sociales que se efectuó en ese período.

Para Ricardo Roque Baldovino que el estudio de la Literatura Testimonial de El Salvador, su principal exponente es Roque Dalton, con su obra “Miguel Mármol” porque la obra manifiesta la memoria colectiva a través de la recuperación y vivencia de la vida militante comunista, por el contexto de los acontecimientos históricos revelando la historia nacional de los sucesos ocurridos de 1932.

La literatura testimonial en el país refleja un nuevo matriz, ya que se muestran las historias de militantes-guerrilleros que fueron publicadas en el extranjero y en el país, representado la clandestinidad o la semiclandestinidad de la memoria colectiva y de denunciar los hechos que sucedieron es ese período. La autora Ana Guadalupe Martínez en su novela “Las Cárceles Clandestinas de El Salvador”4 surgió en el primer período de la guerra civil (1970-1980) mostrando el desarrollo del contenido por medio de los relatos sufridos por la protagonista y sus compañeros de lucha durante los días que se encontraron prisioneros en las cárceles clandestinas de la guardia nacional de El Salvador.

También otro aporte de la literatura testimonial y a la vez es nuestro enfoque de estudio es la escritora Claribel Alegría con la novela “No me agarran viva” surge en el segundo periodo de la guerra civil (1981-1989) donde la escritora adquiere una conciencia de denuncia a los hechos y sucesos ocasionados durante estos procesos, los cuáles reflejan la vida de muchas familias salvadoreñas.

TRAYECTORIA DE LA LITERATURA TESTIMONIAL EN EL SALVADOR 1980

Se pública la novela de testimonio del autor Manlio Argueta con su obra “Un día en la vida” el desarrollo de esta novela es denunciar y enmarcar los aspectos novedosos, es decir que su contenido es de ficción y también lírica inspirada en conversaciones de las mujeres exiliadas en Costa Rica, por esta razón se puede afirmar que la novela incluye la veracidad o más bien una fidelidad poética a cierta sensibilidad campesina y femenina que conecta con el universo literario de obras posteriores del escritor.

NOVELA-TESTIMONIAL

Se representa la denuncia como el anuncio, ya que los sufrimientos y el terror de los grupos campesinos se oponen a la esperanza de un mundo más justo, el tono de denuncia es la represión despiadada por ellos y el del anuncio de una utopía de justicia social solidaria.

Es así como el autor Manlio Argueta publicó su novela-testimonio, “Un día en la vida”. Esta refleja fundamentada en la realidad, una recreación ficcional en forma de relato donde el autor literariamente expresa las conversaciones que tuvo con mujeres exiliadas en Costa Rica. Así como también constituye una expresión poetizada como expresa Ricardo Roque Baldovinos:

“La poética que se mezcla con la sensibilidad campesina femenina”

TESTIMONIOS DE LOS AUTORES SALVADOREÑOS

Los autores salvadoreños como: “López Vigil” y una serie de relatos memorialistas de “Nidia Díaz”, “Henrique Consalvi” entre otros, los logros de ellos no dejan de ser un registro de experiencias y denuncias que han sido salvadas del olvido que están enmarcadas dentro de los años del conflicto armado.

En el período de la post-guerra (1992-1993) siguen escribiendo relatos memorialistas como también algunos testimonios aunque ya no residen en el medio literario una atención comparable a las novelas mencionadas anteriormente, de hecho algunos críticos salvadoreños entre ellos: Rafael Lara Martínez, Beatriz Cortez y Horacio Castellanos Moya han representado la narrativa salvadoreña con rasgos testimoniales por la urgencia de la guerra y las nuevas condiciones de la sociedad salvadoreña en las que se demandan una práctica literaria más reflexiva.

La literatura testimonial nace de la realidad de los conflictos armados, crece con las organizaciones y se desarrolla con las denuncias testimoniales de los protagonistas que combatieron durante los procesos de la guerra, los cuáles percibimos plasmados a través de todos los relatos ofrecidos por los autores que se han dedicado al estudio de la literatura testimonial en El Salvador.

LITERATURA TESTIMONIAL

Se define de diferentes maneras según Barnet “debía ser un documento a la manera de un frasco reproduciendo o recreando aquellos hechos sociales que marcaran verdaderos hitos en la cultura de un país y que los protagonistas

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