El Valor De La Mujer

El valor de la mujer

Durante mucho tiempo, la mujer ha sido símbolo de debilidad, sutileza, de esposa abnegada y sumisa, pero estos estereotipos han hecho que la mujer viva presa de la imagen que la sociedad masculina le impone y que si, se atreve a ser ella misma, debe romper esa imagen con el mundo encarcela lo que realmente es.

Le llevo tiempo entenderlo pero al fin ha comprendido que independientemente de su clase social, su raza, religión o aspiración, es tan humana como cualquier hombre, tiene los mismo derechos y es tan digna de disfrutar la vida como la persona que es.

Por lo que ha decidido ir en busca de su libertad e igualdad, dejar de ser solo la definición del latín mullier que significa blanco (etimológica) o la de un diccionario que la define como solo una persona del sexo femenino (diccionario); sino demostrar que es mucho más que eso: que puede llegar a ser la mejor esposa, la mejor amiga, la confidente incondicional, tan firme en sus sentimientos y tan valiente ante las decepciones, con su manera especial de resolver los problemas, obteniendo una sonrisa de ellos y la forma en que sacrifican todo sin quejarse.

Sobresalir en el ámbito profesional, tan capaces de ir a trabajar vestidas de hombre con saco y pantalón sin dejar de ser tan femeninas y persuasivas al momento de un acuerdo o negocio y como hacen todo lo que haga falta para que la casa este arreglada, las cuentas pagadas, la despensa en la alacena y la comida en la mesa.

No podemos olvidar el gran regalo que Dios les obsequio, el milagro de concebir vida nueva dentro de su vientre y darle a ese nuevo ser ese amor de madre, ese amor tan incomparable que siendo tan frágil es capaz de romper barreras y dar la vida propia si es necesario.

Pero sobre todo nunca ha dejado de ser mujer, de ser aquella niña llena de ilusiones, aquella adolescente enamorada de la vida y aquella dama que aun viendo lo difícil de la realidad continua luchando día a día, poniendo la cara ante las críticas, levantándose de los maltratos, superando las expectativas y rompiendo con los status pues su único consuelo es el de haber peleado hasta el final por lo que quería y defendiendo lo que piensa pues cuando una mujer se rinde es porque ha vencido (Aldo Camarota).

Así que, mujeres no olvidemos toda la lucha, veamos el pasado para mejorar el presente y construir un mejor futuro, seguir siendo tan firmes como cuando éramos niñas y tan llenas de amor por la vida como cuando éramos adolescentes y recordar que el valor que tiene una mujer empieza por ella misma no por los demás.

Ana Karina Ochoa Ortega

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