“El caballo y el valor de la vida”

COLEGIO DE BACHILLERES DEL ESTADO DE OAXACA[pic 1][pic 2]

                “Educación Pública de Calidad”

PLANTEL 27 “MIAHUATLÁN”

“El caballo y el valor de la vida”

Asignatura: Taller de Lectura y Redacción II                                        

Profesor: Lic. Álvaro Iván Díaz Hernández

Semestre: 2019-B

Alumno: Juan Manuel López Aragón

Grupo: 302

Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca a 22 de noviembre de 2019

“El caballo y el valor de la vida”

Un caluroso día de verano, de esos en los que el sol abraza y obliga a todos los animales a resguardarse a la sombra de sus cuevas y madrigueras, en una pequeña caballeriza nació Zeus, un hermoso caballo, el cual tenía un pelaje negro y brilloso, unos ojos color miel y por último un pelo de gran tamaño que le ayudaba a resaltar su belleza. Algo que para la mayoría fue raro, porque su padre era un caballo pequeño, con un pelaje gris apagado, casi sin pelo. Su madre de igual forma, tenía características de un caballo común.

Esto sin duda fue raro, pero eso no quitaba que Zeus era único dentro de los demás caballos, ya que nadie compartía ninguna de sus características y por eso el dueño quizo que cuando fuera grande se convirtiera en su caballo personal, mientras tanto, lo dejaría junto con su padre y su madre para que creciera; pero contaba con más privilegios que sus propios padres como el hecho de que le daban mayor cantidad de comida y además no lo ponían a hacer trabajos en el campo, ya que a Zeus lo iban a volver un caballo para concursos ecuestres. Lamentablemente tan solo 3 meses después del nacimiento de Zeus, vendieron a su madre, por lo que a su padre le tocaría cuidar y educar al pequeño.

Zeus fue creciendo y cada vez se volvía mas arrogante, pues según él nadie era tan bello y merecedor de los tratos que el tenía. Ese comportamiento incrementaba más y más cada día que pasaba, a tal punto que hubo un momento en que le perdió el respeto a su propio padre, incluso lo comenzó a evitar y a negar, pues él decía que cómo su padre iba a ser ese caballo todo viejo y feo, que el era procedente de una familia llena de caballos bonitos. Esto afectó a su padre, pues entró en depresión, pero como lo quería mucho, el siempre lo iba a ver y a saludar, obteniendo siempre la misma respuesta de parte de Zeus:

- ¡No te quiero ver!, porque no eres merecedor de tener un hijo como yo.

Y su padre le respondía de la misma forma:

 -Bueno, solo quería ver si te encontrabas bien o si necesitabas algo, pero ya me voy, no te preocupes.

Esto se repetía día con día, y siempre el padre regresaba a su casa con una pequeña gotita de satisfacción porque su hijo se encontraba bien y estaba feliz. Un día de repente su padre dejó de ir, cosa que para Zeus era una satisfacción, pues según él su padre había comprendido que ya no quería volver a verlo, pero lo que no sabía era que su padre se había enfermado y estaba al borde de la muerte y lo único que él quería era que su hijo pasara con él sus últimos minutos de vida. Cuando le contaron a Zeus, él pensó que era toda una mentira de su padre, por lo que puso muchos pretextos para no ir a verlo.

Desafortunadamente el padre de Zeus falleció, fue enterrado y su hijo solo estuvo 10 minutos durante el entierro, pues él decía que no era tan importante, eso lo comentaba para poder aparentar lo que en realidad pasaba por su mente, lo cual  era un gran sentimiento de culpa y remordimiento, ya que en ese instante comenzó a recordar como su padre siempre lo iba a visitar con una sonrisa llena de amor y alegría por verlo, y él por el contrario, le respondía de la forma más fea posible y con una cara de desagrado. Desde ese día Zeus comenzó a visitar a su padre en el cementerio y le lloraba pidiéndole perdón por todos los malos tratos, pero nunca se sintió completamente a gusto ya que hubiera preferido hacer todo eso con su papá presente y no viendo a su papá muerto.

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