El dialogo directo narrativo (individual)
DilucRamosTarea15 de Abril de 2021
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Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Tema: El dialogo directo narrativo (individual).
Desde: “Las comprendo…” (Página 63).
Hasta: “Nada…” (Página 64).
El rey, reina y princesa sentados desde su trono observan a las aldeanas entrar y haciendo reverencia ante ellos:
- Las comprendo, pero no hay nada que yo pueda hacer, así que pueden retirarse. -Dijo el rey de manera arrogante.
- Podría compartir el agua del palacio con los que vivimos en la aldea. -Suplicó Camisira.
- ¡Pero qué dice esta mujer! ¡Cómo se atreve! -Alegó la reina.
- Eso es imposible, así que... -Replicó el rey cabizbajo.
- Su majestad hace ya más de sesenta años, su abuelo el Rey Olegario, compartió el agua en una época de sequía... -Le recordó Chipilín.
- ¡Silencio! -Gritó el rey- hablá sólo cuando te lo pida si no querés que te azote yo mismo. -Se dirigió hacia Chipilín.
- Aquí el agua es abundante y hasta se desperdicia mientras que en la aldea nos podemos morir de sed y de hambre. -Intentó convencerlo Casimira.
- Pero qué malcriadeza. -Se refirió hacia Casimira.
- ¡Y qué tufo! -Dijo la princesa refiriéndose al mal olor de las aldeanas.
- ¡Es suficiente! ¡Guardia! ¡Se marcharán ahora mismo! -Entra el guardia enojado y atontado después del golpe que le ocasiono una de las aldeanas - Quiero que saquen a estas mujeres de aquí. Pero antes van a darles dos azotes a cada una -Da la orden el rey al guardia.
- No, por favor su majestad, azotes no... -Clotilde se pone de rodillas suplicándole al rey.
- Su majestad... por favor... -Suplica de forma sumisa Bruna mientras Casimira levanta a Clotilde.
- ¡Guardia, cumpla mis órdenes! ¡Fuera de aquí! -Gritó el rey al guardia y el guardia empuja de mala manera las mujeres que salen protestando enojadas.
Una vez las mujeres fuera del palacio solo quedan en el mismo salón de practicas la reina, el rey y la princesa que sigue practicando para su fiesta de cumpleaños:
- ¡Qué horror! -Exclama la reina ante la salida de las aldeanas.
- ¡Uy, sí! ¿Cómo pueden andar sin bañarse? -Se tapa la nariz la princesa haciendo expresiones de mal olor- Bueno, ahora podemos seguir con nuestra clase. -Se dirige hacia sus padres de forma emocionada.
- No, ahora no, será después del almuerzo. -El rey se refiere a la reina- Vamos, Querida -Le extiende su mano el rey hacia la reina para irse hacia el comedor real.
Se levanta de su trono la Reina con ayuda del Rey, ambos salen rumbo al comedor y dejan a la Princesa, Serafín y Chipilín en la sala de ensayos:
- ¡Qué tufosas esas, cómo me han venido a atrasar! -Patalea la princesa enojada y exaltada por la interrupción de las aldeanas en su ensayo del baile.
- Princesa, ellas no tienen la culpa. -Chipilín se refiere a las aldeanas, tratando de convencer a la Princesa de que las aldeanas lo hicieron por presión.
- Claro que sí, ¿cómo es que andan por allí sin bañarse? -La Princesa enojada le reclama a Chipilín insinuando que deje de defenderlas.
- Bueno, ya lo dijeron, el pozo de la aldea se está secando. -Intenta esta vez Serafín de convencer a la Princesa.
- Sus padres se han vuelto muy... -Expresa Chipilín haciendo gestos de timidez.
- ¿Muy qué? -Grita la Princesa viendo de mala manera a Chipilín.
- No sé, es muy difícil hablar con ellos... nunca me habían amenazado con azotarme. -Manifiesta de manera melancólica Chipilín mientras con Serafín se observan el uno al otro y hacen mirada de cachorrito triste y ven de esta forma a la Princesa.
- ¿Y ahora qué les pasa? -Les pregunta la Princesa observándolos de forma extrañada.
- Nada... -Le dice Serafín a la princesa, pero este a punto de llorar.
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