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El ejercicio del poder en tres dramas de Shakespeare


Enviado por   •  9 de Octubre de 2019  •  Ensayos  •  2.864 Palabras (12 Páginas)  •  279 Visitas

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El ejercicio del poder en tres dramas de Shakespeare

Enrique V (1599)

Enrique V es el gran líder heroico de Shakespeare. La clave del liderazgo de Enrique V es su capacidad para comunicarse efectivamente con las personas. Es capaz de hablar con las personas y sabe escuchar. La grandeza de su liderazgo radica en que se da cuenta que nada puede ser logrado sin los soldados que él conduce. En la visión de Enrique, su poder depende de la expansión de su reino y Francia es la opción elegida para la conquista

Enrique V de Shakespeare refleja profundamente el alma humana: aunque uno llegue a la cima, derrote a sus enemigos contra todas las probabilidades siempre existen momentos oscuros. Incluso en el mayor de los éxitos, hay que esperar angustia y dolor. El mensaje es duro. Tener poder significa ensuciarse las manos. La ambigüedad moral, las contradicciones y las soluciones de compromiso son corrientes en el ejercicio del Poder. Enrique oscila entre la luz y la oscuridad. A veces lidera como un caballero con brillante armadura y otras veces como un tirano. Harold Bloom dice irónicamente que Enrique V es:

“brutalmente astuto y astutamente brutal, cualidades necesarias para ser un gran Rey”1

Enrique es un gran motivador y para lograr sus objetivos utiliza su profundo conocimiento de las personas que lidera. Las dos batallas (Harfleur y Agincourt) que aparecen en la obra, son precedidas por brillantes arengas que tienen por objetivo motivar a sus tropas. La batalla de Agincourt (1415) es el momento clave de la obra, en el cual Enrique hace gala de su liderazgo:

“Nosotros pocos, nosotros pocos felices, nosotros banda de hermanos;

Porque aquel que hoy vierta su sangre conmigo

Será mi hermano; por más vil que sea,

Este día ennoblecerá su condición:

Y los caballeros de Inglaterra que están ahora en la cama

Se considerarán malditos por no haber estado aquí,

Y tendrán su hombría en baja estima cuando oigan hablar

a aquel que luchara con nosotros ¡el día de San Crispín! “2

RICARDO III (1591)

Esta obra trata sobre uno de los usos más despiadados y maniqueos en el ejercicio del poder y como conseguirlo. Ricardo sabe que si quiere tomar el poder para transformarse en Rey tendrá que incurrir en los actos más despiadados (estos mismos actos lo acercan de alguna manera a la figura de MACBETH) más allá de los miramientos morales. Entre Ricardo y la corona se interponen seis personas: El Rey Enrique VI, Eduardo (hijo del Rey) y en el seno de su propia familia, sus dos hermanos mayores y sus dos sobrinos, hijos de su hermano mayor. Ricardo tenía perfectamente claro que no podía esperar que el destino golpee su puerta, tenía que hacer que las cosas sucedan. Ricardo estaba determinado por la ambición y por la emoción del deseo. La falta de escrúpulos y la ambición desmedida del protagonista son evidentes. Pero la cuestión es que las personas que le rodean no son mucho mejores. La familia del rey y de la reina, los consejeros reales y demás personajes de la corte utilizan también todas las herramientas a su alcance para intentar incrementar su influencia, su poder y su autoridad. La hipocresía es la máscara que portan todos y cada uno de los personajes en esta obra. Algo que recuerda a las actuales intrigas políticas contemporáneas.

El camino hacia el Poder es la intriga, la confabulación, la hipocresía y La Muerte.

Pero el Poder una vez usurpado no trae la paz (como a Macbeth) y los deleites, que el otrora duque de Gloster, ahora rey, había imaginado. Esto lo demuestra con su discurso:

“¡Vaya! No encuentro en esta paz bucólica

deleites con los que pasar el tiempo

salvo espiar mi sombra al sol y hacer

cien glosas sobre mi deformidad.

Y bien, pues, mi papel no es de galán

en tan corteses, bien hablados días,

dispuesto estoy a mostrarme un villano

y a odiar los huecos goces de estos días”3

. .

Shakespeare describe a Ricardo III como un líder visionario y muy hábil. Gracias a dicha habilidad, se organiza a sí mismo y dispone a los demás a los efectos de poder conseguir sus objetivos. Sin embargo, el liderazgo y la visión son compartidos por muy pocas personas. A medida que la obra progresa, Ricardo se hace cada vez más poderoso, pero su visión es compartida cada vez por menos personas. De hecho, la manera en que Ricardo persigue sus objetivos tiende a separarlo de los demás. A medida que la separación se agranda se va quedando más y más solo. El Poder puede ser un lugar solitario. El ambiente de traiciones y asesinatos que creó con sus actos, deteriora incluso la relación con sus propios aliados. El líder se comunica, pero como nadie le cree, tampoco nadie le dice lo que realmente está sucediendo. Todo el mundo se mantiene quieto y callado como consecuencia del miedo.

El último impedimento para la ambición de Ricardo eran sus dos sobrinos.

Cuando los dos príncipes son asesinados en la Torre de Londres por órdenes de Ricardo, éste se convierte en Rey. A pesar de haber logrado su objetivo, no fue un momento feliz. En la historia de Inglaterra, Ricardo III reinó solo por dos años. Ni bien se corona, comienzan a florecer las conspiraciones en su contra. Los métodos que utilizó para acceder al poder, le generan el temor acerca de que otros puedan usar procedimientos similares con él.

Esta es una lección poderosa: si alguien mintió y engañó para llegar al Poder, no podrá reclamarle a los demás que no lo hagan. Los actos inmorales en orden de obtener poder generan su propia ansiedad, dado que está claro que otras personas pueden hacer lo mismo.

Este es el resultado final de la historia de Ricardo: cuando está solo, luego de

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