Ensayo De Educando A Los Topos

I. “EL LEGADO DE NUESTRO PASADO”

El rencor, el arrepentimiento, el miedo, el aferrarse constantemente al pasado; dejarlo ir es difícil, pero muchas veces no podemos vivir plenamente, no logramos disfrutar lo que estamos experimentando en el momento si no dejamos de mirar hacia atrás y nos enfocamos en lo que de verdad importa: el ahora.

Nuestro personaje principal (Guillermo) comienza el relato diciendo “Hace algunas noches volví a soñar con mi padre” y prosigue contando su historia. Lleno de algo que muchas personas hemos sentido hacia alguien: Rencor. Si bien dice que su padre lo mandó a una escuela militar por amor es notable que Guillermo comienza a desarrollar un resentimiento contra él.

Actualmente nuestra sociedad está llena de rencor, ya sea originado por la maldad, la violencia, por la corrupción, la intolerancia o muchas otras cosas. El rencor es una espada de doble filo, por un lado es malo porque daña el corazón de las personas que lo sienten, pero por otro lado es bueno para algunas personas porque gracias a él han podido volverse más fuertes y con más ganas de vivir para poder superar en todo sentido al ser que odian.

Conforme vamos madurando, nos damos cuenta de que el tiempo que pasamos resentidos con una situación o persona fue más infeliz y perjudicial para nosotros que para ella. Es hasta entonces que logramos ir dejando el rencor a un lado y proseguir nuestras vidas.

Algo parecido ocurre con Guillermo quien, por los sucesos que lo tomaron por sorpresa como la muerte su madre, su abuela y especialmente de Sergio, su padre, logra perder la conciencia de culpa así como tener mejores expectativas de vida y dejar atrás los rencores.

Aunque es muy difícil no sentir rencor u odio, no solo hacia una persona sino también hacia una situación, eso solo nos ocasiona sentirnos aún mucho peor, más sufrimiento. Debemos saber tener una mente de renuncia y ser capaces dejar ir las cosas que pasaron pues “Nada es más destructor que pelear contra situaciones que no podemos cambiar ya” –Dalai Lama.

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