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¿Es la literatura una especie cultural en vía de extinción?


Enviado por   •  17 de Abril de 2017  •  Monografías  •  4.095 Palabras (17 Páginas)  •  197 Visitas

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“¿Es la literatura una especie cultural en vía de extinción?”

A lo largo del tiempo y más en los últimos años se ven reflejados ciertos cambios en la literatura desde los tiempos de las antiguas civilizaciones hasta ahora en el siglo XXl, Actualmente El mundo digital ha posicionado una magnitud significante para toda la humanidad,  Sin embargo, hoy en día para las generaciones de este siglo, el Internet se ha convertido en un elemento indispensable, y hay quien lo considera -en el extremo- imprescindible como para no poder vivir sin él. La convivencia con el Internet es ya parte de la vida cotidiana. En cualquier momento frente al monitor, una vez conectados a Internet, dan el log-in y ya están entrando al otro mundo llamado ciberespacio. Todo esto y más elementos están reunidos a lo que se llama la cultura digital. Ahora, ya no es un lugar desconocido; se trata de otro mundo, pero también uno  del cual muchos se han  apropiado. De esta manera, pertenecen a ambos espacios, uno real y otro virtual, sin mucha dificultad para viajar de uno al otro.

 La cultura digital está brindando las posibilidades de  lectura y creación de letras  para la sociedad, por lo tanto la literatura no está condenada a desaparecer.  Esta ha pasado por una serie de modificaciones como se ha dicho anteriormente, ha comenzado hace ya  muchos siglos en  la que, de forma inminente   llego a pasar a un mundo virtual por lo que  se ha desarrollado en el método del  ciberespacio la weblog y los blogueros que han alcanzado una gran importancia respecto a lectores. Se puede ver fijamente que está en vez de estar involucionando ha ido evolucionando paulatinamente. No se puede decir que este nuevo método ha bajado su importancia como para decir que la literatura podría  llegar a un punto de extinción, Sino que  cambio su forma tradicional de lo que ya no se ve por estos años.

Para ver estos cambios y el desarrollo generado, se comienza desde la tradición oral que tuvo el hombre desde civilizaciones enteras en un remoto pasado. En una civilización en donde no existe la escritura, todo el acervo histórico, la tradición y el conocimiento se recibe de los padres y los ancianos de la comunidad. Cuando no se tiene la escritura como medio para transmitir conocimiento, la palabra hablada es la única manera de recordar y aprender sobre acontecimientos pasados y sobre la acumulación de conocimientos necesarios para hacer y transformar las cosas. Se entiende que en un medio primitivo la memoria humana haya sido suficiente para almacenar y procesar información, destinada para uso propio y para ser luego transmitida a generaciones posteriores.

Durante un largo período de tiempo la tradición oral fue el sistema utilizado por el hombre para transmitir información y conocimiento; en este entorno no cabe considerar la existencia de producciones (obras) del talento humano que pudieran ser objeto de comercio; luego que apareció con la invención del alfabeto, la escritura y particularmente la imprenta, revolucionando no sólo las maneras de comunicar y transmitir conocimiento, sino sentando las bases de una revolución cultural cuyo alcance y contenido apenas podemos vislumbrar.

Luego de la aparición de la escritura y el texto escrito, las civilizaciones antiguas surtieron un proceso de transición que podríamos denominar como "lectura oralizada"; aquí la reducida minoría que sabía leer y escribir se encarga de transmitir información y conocimiento a la sociedad analfabeta, mediante la lectura de los pocos escritos (manuscritos) existentes.

A lo largo del siglo XIX confluyen dos fenómenos que colocan los fundamentos de lo que hoy conocemos como "sociedad de información": la estructuración de un sistema formal de educación pública (escuelas, colegios, universidades, etc.) y la aparición de la prensa escrita en su doble función de transmitir información y formar opinión pública, particularmente en el campo ideológico y político. No hay que olvidar, por ejemplo, la labor cumplida por la prensa escrita en los complejos procesos de la emancipación americana.

En este entorno, el comercio de bienes (obras) producto del ingenio y el talento humano, especialmente en el campo literario y musical, reporta ser considerable, y dicho fenómeno empieza a definir el perfil cultural del hombre contemporáneo.

Los avances de la ciencia, obtenidos con fundamento en la tecnología analógica permiten la aparición de la radio, la televisión y la industria de la música, con lo cual el hombre amplía su campo de información y entretenimiento.

Llega así el siglo XX y el comienzo del siglo XXl; el siglo de las guerras, de la revolución tecnológica, de la geopolítica, del comercio, de las telecomunicaciones y especialmente la informática; el siglo que cambia lo analógico por lo digital, introduciendo grandes cambios en las formas que el hombre contemporáneo ha venido utilizando para vivir, conocer, pensar y  crear.  Este análisis permite constatar  que se necesita de literatura para exactamente todo, esta se relaciona en muchos ámbitos principalmente en todo el ciberespacio, que hoy en día mueve a las personas en general para que siga su progreso y no se acabe, el desarrollo de la literatura en este campo se pueden identificar en muchos aspectos  que lo caracterizan para que llegue a considerarse parte de todo este. El Internet ha cambiado enormemente la industria cultural y de entretenimiento, y han creado tendencias novedosas e incontables. La era de la información ha traído consigo transformaciones significativas en territorios tanto sociales como culturales del mundo.

Para comenzar  se podría hacer la pregunta de ¿Qué es el monitor de un ordenador? Un espacio en el que se visualizan nuestros proyectos y los de los demás. El ordenador era un instrumento de trabajo hasta que se comenzó a conectar con otros. El ordenador solitario pasó de ser un elemento aislado a formar parte de una comunidad. Esa comunidad es ahora el mundo entero, una red que cubre -con mayor o menor densidad- la superficie terrestre.

Desde muchos ámbitos sociales se levanta el  mensaje: ¡Ha comenzado un nuevo estado de la cultura, el digital! Para muchos, la revolución que está en marcha es similar a la que se produjo con la aparición de la imprenta.

Toda cultura es tecnológica, transparentemente tecnológica, se debe precisar. La imprenta tuvo sus detractores en los inicios, como los tuvo la escritura manuscrita. Las resistencias tienen muchas causas y de muchos órdenes. No es este el lugar adecuado para exponerlas. Los reparos desaparecen cuando las tecnologías son asimiladas y pasan a convertirse en transparentes, es decir, cuando dejan de ser percibidas y se integran de forma plena en su entorno.

Los ordenadores también sufren resistencias, pero los cambios son hoy en día mucho más acelerados que lo fueron en la Antigüedad. Cincuenta años después de su invención había -hacia el año 1500- alrededor de 200 imprentas repartidas por toda Europa, pero no es hasta el siglo XVIII que se puede hablar de una cultura tipográfica. Hoy nadie se atreve a hacer previsiones más allá de un par de años por temor a que sus cálculos se queden cortos o a ser tomado por visionario. Los cambios tienen que llegar de puntillas o como un terremoto. El problema estriba, en esta ocasión, en que los cambios son cada vez más rápidos y no dejan demasiado tiempo para dudar.

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