FRAGMENTOS DE “LA FUNDACIÓN”, DE ANTONIO BUERO VALLEJO

FRAGMENTOS DE “LA FUNDACIÓN”, DE ANTONIO BUERO VALLEJO

 TRAICIÓN Y SUPERVIVENCIA

En la obra “La Fundación” hay tres personajes que adoptan el papel de traidores, estos son: Asel, Tomás y Max. Los dos primeros delatan a sus compañeros en el pasado a causa de no poder soportar la tortura, Max lo es en el presente para poder conseguir comida, por lo que demuestra egoísmo o maldad, no debilidad como Asel y Tomás.

En Asel, la traición crea en él un sentimiento de culpa que sana a través de la solidaridad. Es por eso que organiza la huida a través del túnel y por ello pasa a convertirse en líder de sus compañeros. Sobre todo se muestra especialmente comprensivo y tolerante con Tomás, que ha pasado por lo mismo que él y que trata de proteger y ayudar sin culparlo e intenta que Tomás recupere la cordura. Sin duda, Asel es el más comprensivo de los personajes de La Fundación que se ve obligado a sobrevivir en una jungla opresora y cruel hasta llevarlo en la escena del suicidio, volviéndose así un héroe.

Sin embargo, Tomás todavía no ha superado su sentimiento de culpa, huye de su pasado delator y de la culpa como un mecanismo de salvaguarda o de autoprotección, ya que él es el responsable de que sus compañeros hayan sido encarcelados. A través de la locura, la ficción alucinatoria, Tomás olvida lo ocurrido y además le hace creer que está en una lujosa Fundación en lugar de en una prisión. Poco a poco, irá tomando conciencia de la realidad y pasará a ocupar el lugar de Asel cuando este muera. Pero a lo largo del camino de recuperación es imprescindible encontrarse con la verdad, por muy dura que esta sea hasta llevarle al reconocimiento de culpa, que causa el despreciarse a sí mismo e incluso intentar suicidarse... Hasta sentirse fortalecido y convertido en el nuevo Asel cuando ya no esté.

Max también es un traidor, pero su traición se debe a diferentes motivos, él ha vendido a sus compañeros para obtener ventajas personales y por conseguir mejoras en su vida carcelaria, es decir, por instinto de supervivencia, por lo que no ha sido sometido a la tortura en ningún momento, por lo que Max no ha confesado por debilidad o sometido a presión, sino que solo lo ha hecho para beneficiarse, por miedo, por egoísmo o por falta de empatía hacia los demás. Es la traición de Max la que lleva a la acción violenta de Lino ejecutándolo al final.

En La Fundación, se ve cómo todos los personajes que se nos presentan tratan, simplemente, de sobrevivir, ya que la sociedad en la que viven no les ofrece otras posibilidades: Tomás sobrevive a una tortura delatando a los demás, mientras Max sobrevive como puede siendo el soplón de la celda, por último Asel y Tulio lo intentan con su plan de fuga… Adquiriendo la supervivencia, el papel del motor de la esperanza, el anhelo de la libertad.

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