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Figuras Retoricas


Enviado por   •  11 de Febrero de 2013  •  3.465 Palabras (14 Páginas)  •  487 Visitas

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Metáfora:

La metáfora (del griego μεταφορά, formado a partir de la preposición μετά, metá, «más allá, después de», y el verbo φορεῖν, phorein, «pasar, llevar») consiste en la identificación entre dos términos, de tal manera que para referirse a uno de ellos se nombra al otro.

El término es importante tanto en teoría literaria (donde designa a un recurso literario) como en lingüística (donde es una de las principales causas de cambio semántico). Se utiliza también en la teoría psicoanalítica desarrollada por Jacques Lacan.

La metáfora como figura retórica

La metáfora es una figura retórica que consiste en denominar, describir o calificar algo a través de su semejanza o analogía con otra cosa. Consta, pues, de tres elementos:

El tenor o término real es aquello de lo que en realidad se habla;

El vehículo o término imaginario es algo que se asemeja al término real;

El fundamento es la semejanza entre el tenor y el vehículo.

Así, en la predicación metafórica Tus ojos son el mar, el sintagma Los ojos es el tenor; el mar es el vehículo y el fundamento es el color azul oscuro de los ojos.

La metáfora se diferencia de la comparación (que también asocia dos términos en función de su semejanza) porque en vez de relacionar dichos términos mediante verbos que indican semejanza (Tus ojos se parecen al mar) u oraciones comparativas (tus ojos son como el mar), los une mediante el verbo ser (Tus ojos son el mar) o convirtiendo uno de los términos en complemento del nombre (El mar de tus ojos) o aposición (Tus ojos, el mar) del otro. Dado que esta diferencia es formal, muchos teóricos optan por tratar la comparación (o símil) y la metáfora como un único fenómeno, denominado a veces imagen.1

La metáfora en la que aparecen ambos términos se denomina metáfora explícita. Cuando el término real no aparece, se la denomina metáfora implícita (Los lagos de tu rostro).

Hipérbaton:

El hipérbaton es la figura literaria que consiste en alterar el orden lógico de una oración. Se distinguen cuatro tipos de hipérbatos: la tesis, que consiste en intercalar una palabra entre dos elementos de otra compuesta; el paréntesis, que consiste en introducir en una frase una interjección u oración con entonación distinta; la anástrofe, que consiste en posponer la preposición al sustantivo cuyo caso rige, y la histerología, que consiste en alterar el orden de las palabras y decir primero lo que debería ir después. Su plural es Hipérbatos o Hiperbatones.

Casi siempre obedece a cualquiera de estos dos motivos: el deseo de imitar la sintaxis del latín, lengua en la cual el verbo se sitúa al final de la oración, o bien destacar o subrayar el significado del elemento desplazado de su posición normal, casi siempre para llevarlo al primer lugar de la frase. Menos artísticamente, se usa también por las razones métricas de situar un acento necesario, facilitar una sinalefa o hacer posible una rima.

Fue un recurso especialmente utilizado en los periodos cortesanos de la historia de la literatura cuyo objetivo era hacer más noble el lenguaje, especialmente en la prosa latinizante del siglo XV y en la estética del Barroco conocida como culteranismo.

En Rima LIII, de Gustavo Adolfo Bécquer, hay muchos cambios en la sintaxis, por lo que es un buen ejemplo del hipérbaton. El orden natural sería: "Las golondrinas oscuras volverán a colgar sus nidos en tu balcón".

“Volverán las oscuras golondrinas

en tu balcón sus nidos a colgar”.

En estos veros de Égloga I, de Garcilaso de la Vega, encontramos un hipérbaton con el verbo al final en la frase: "sus quejas imitando". La sintaxis natural sería: "imitando sus quejas".

"El dulce lamentar de los pastores,

Salicio juntamente y Nermoroso,

he de cantar, sus quejas imitando;

cuyas ovejas al cantar sabroso

estaban muy atentas, los amores,

de pacer olvidadas escuchando …"

Ejemplos:

1. "Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa".

Gustavo Adolfo Bécquer, Rimas VII.

2. "Con tanta mansedumbre el cristalino Tajo en aquella parte caminaba, que pudieran los ojos el camino determinar apenas que llevaba".

Garcilaso de la Vega, Égloga III.

La comparación o símil:

(Del latín comparatio"onis): establece un vínculo entre dos clases de ideas u objetos, a través de la comparación muchas veces de usa la conjunción comparativa `como'.

Objetivo: Indicación de sus relaciones de semejanza o discrepancia con otro objeto o persona.

Ejemplos Usados Comúnmente:

Apreté la voz, como un cincho, alrededor del verso.

Dormida, los extremos de tu boca pliega sonrisa leve, suave como el rastro luminoso que deja el sol que muere... (G. A. Bécquer)

España es fuerte y dura como la piel del toro (P. Del Castillo)

Ejemplos Propios:

La humanidad es invasiva en la naturaleza como hormigas en nuestra casa.

Linda como Barbie.

Liviano como velo en el aire.

Ahí se encontraba el, se le veía furioso como un perro enjaulado.

Su piel Blanca como leche y suave como algodón.

El retrato:

Es la descripción que une la prosopografía a la etopeya, describiendo tanto física como anímicamente a la persona. Desde luego los animales no quedan excluidos de la posibilidad de ser retratados.

Ojos claros, serenos,

Si de un dulce mirar sois alabados,

¿Por qué si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos más bellos parecéis a aquel que

...

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