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Filosofia Del Derecho


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2013  •  2.028 Palabras (9 Páginas)  •  310 Visitas

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Filosofía del derecho moderno

CAPÍTULO I

René Descartes

René Descartes1 (La Haye, Turena francesa, 31 de marzo de 1596 - Estocolmo, Suecia, 11 de febrero de 1650), también llamado Renatus Cartesius, fue un filósofo, matemático y físico francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución científica.

Durante la Edad Moderna era también conocido por su nombre latino Renatus Cartesius. Descartes nació el 31 de marzo de 1596 en la Turena, en La Haye en Touraine, hoy en dia llamada Descartes en su honor, después de que su madre abandonara la ciudad de Rennes, donde se había declarado una epidemia de peste. Pertenecía a una familia de baja nobleza, siendo sus padres, Joachim Descartes, Consejero en el Parlamento de Bretaña. Era el tercero de los descendientes del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes, y Jeanne Brochard, por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de Nantes.

El padre de la filosofía moderna

Al menos desde que Hegel escribió sus Lecciones de historia de la filosofía, en general se considera a Descartes como el padre de la filosofía moderna, independientemente de sus muy relevantes aportes a las matemáticas y la física. Este juicio se justifica, principalmente, por su decisión de rechazar las verdades recibidas, p. ej., de la escolástica, combatiendo activamente los prejuicios. Y también, por haber centrado su estudio en el propio problema del conocimiento, como un rodeo necesario para llegar a ver claro en otros temas de mayor importancia intrínseca: la moral, la medicina y la mecánica. En esta prioridad que concede a los problemas epistemológicos, lo seguirán todos sus principales sucesores. Por otro lado, los principales filósofos que lo sucedieron estudiaron con profundo interés sus teorías, sea para desarrollar sus resultados o para objetarlo. Este es el caso de Pascal, Spinoza, Newton, Leibniz, Malebranche, Locke, Hume y Kant, cuando menos. Sin embargo, esta manera de juzgarlo no debe impedirnos valorar el conocimiento y los estrechos vínculos que este autor mantiene con los filósofos clásicos, principalmente con Platón y Aristóteles, pero también Cicerón y Sexto Empírico.18 Descartes aspira a «establecer algo firme y durable en las ciencias». Con ese objeto, según la parte tercera del Discurso, por un lado él cree que en general conviene proponerse metas realistas y actuar resueltamente, pero prevé que en lo cotidiano, así sea provisionalmente, tendrá que adaptarse a su entorno, sin lo cual su vida se llenará de conflictos que lo privarán de las condiciones mínimas para investigar. Por otra parte, compara su situación a la de un caminante extraviado, y así concluye que en la investigación, libremente elegida, le conviene seguir un rumbo determinado. Esto implica atenerse a una regla relativamente fija, un método, sin abandonarla «por razones débiles»... su más grande obra:

La filosofía moral

Descartes construye su filosofía moral sobre tres bases: la Metafísica, la Razón, y la Tradición Estoica. Para él la moral era una ciencia, la más alta y perfecta, y sus raíces se encuentran en la Metafísica, al igual que para las demás ciencias.24 Así pues nos habla de la existencia de Dios, del lugar del hombre en la naturaleza, formula la teoría del dualismo mente-cuerpo, y defiende el libre albedrío. Por otra parte afirma su racionalismo cuando nos dice que la razón es suficiente al hombre para la búsqueda de los bienes que debe perseguir, y también cuando afirma que la virtud consiste en el «razonamiento correcto» que debería guiar nuestras acciones.

La calidad del razonamiento depende de los conocimientos, ya que una mente bien informada se encuentra en mejores condiciones para tomar buenas decisiones. Las condiciones mentales también influirán en el proceso de razonamiento y por esto Descartes afirma que una filosofía moral completa debe incluir el estudio del funcionamiento del organismo humano. El discutió estos temas en su correspondencia con la Princesa Isabel de Bohemia y como resultado decidió escribir su tratado «Las Pasiones del Alma», que contiene un estudio de los procesos y reacciones psicosomáticos en el hombre, con un énfasis en las emociones y pasiones.25

El hombre debería buscar el «bien supremo», que Descartes, siguiendo a Zenón, identifica con la virtud, que nos produce una felicidad sólida o placer espiritual, que supera el placer físico. También habla de Aristóteles, para quien la felicidad dependía de los bienes de fortuna, que Descartes no desprecia, en cuanto contribuyen a la felicidad, pero nos señala que en buena parte se encuentran fuera de nuestro control, en tanto que sí que podemos controlar nuestra mente.25

Descartes hizo sus escritos sobre moral o ética en la última parte de su vida, no obstante antes, en su obra Discurso del método adoptó tres máximas que le permitieran actuar, al mismo tiempo que ponía en duda todas sus ideas. Estas máximas se conocen como su "moral provisional".

Hugo Grocio

Hugo Grocio, Hugo Grotius o Hugo de Groot (Delft, Países Bajos, 10 de abril de 1583 - Rostock, Alemania, 28 de agosto de 1645) fue un jurista, escritor y poeta holandés. Fue un niño prodigio; a los 9 años conocía la poética y hacía versos de calidad; comenzó sus estudios de Derecho a los 11 años, en Leiden (Holanda) en 1594, y se graduó cuatro años más tarde en Orleans (Francia) en Jurisprudencia y Filosofía, habiendo además aprobado los cursos de Astrología, Matemáticas y Teología.

Hugo Grocio es el gran defensor del Estado absoluto. Inaugura una nueva corriente sobre el Derecho natural, el iusnaturalismo inmanentista. Para él el hombre es social por naturaleza, por lo que las normas de convivencia que hay en la sociedad son naturales e inherentes al ser humano, y constituyen objeto de derecho positivo.

Como el hombre es social, Grocio sostiene que deben existir valores mínimos e indiscutibles, no por mera convención. La sociedad debe buscar esos principios inmutables para mantener el orden. Dichos principios basados en la naturaleza racional y social del hombre, son instaurados por Dios, y ni éste podría cambiarlos. De estos primeros principios se pueden ir deduciendo los demás matemáticamente. Las leyes serán justas

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