Fundamentos Para Escribir Y Leer

FUNDAMENTOS DEL TRABAJO DEL ALFABETO MOVIL EN EL PROCESO DE LECTO-ESCRITURA DESDE PREESCOLAR

Desde los 3,5años a 5,5 años = la etapa óptima para aprender a escribir y leer

Para el niño y niña en edad preescolar, construir su vocabulario y aprender a escribir y leer forman parte de las herramientas académicas que va a adquirir. El aumento de su vocabulario y la facilidad comprensivo lectora será para el niño un camino a recorrer. Para nosotras, desarrollar el vocabulario de los estudiantes es una parte muy importante del aula preescolar.

En muchos colegios o escuelas, la mayor parte de los educadores creen que leer y escribir se aprende mejor a los 6 o 7 años, por contra, nuestros estudiantes aprenden a leeer y escribir antes – y son capaces de leer libros reales (no sólamente sonidos fonéticos de palabras de 3 letras) y escibir sentencias con lápices en cursiva (no solamente formas de letra capital o escribir su nombre).

Enseñamos a leer y escribir pronto – porque, como la Dr. Montessori mostró, desde 3,5 a 5,5, años son las edades óptimas para adquirir estas habilidades. Los niños en estas edades están muy interesados en las sensaciones del lenguaje, sus sonidos, los movimientos que la mano realiza cuando escriben, la sensación de la mano y el lápiz en el papel, y les gusta desarrollar las repeticiones necesarias para perfeccionar estas habilidades. A través de una cuidada estructura, el programa de lecto-escritura se desarrollar alrededor de sus intereses naturales y habilidades, permitiendo a los estudiantes disfrutar de la lectura y la escritura.

Separar las tareas complejas en pequeñas tareas abarcables

En el aula los niños y niñas aprenden a escribir y leer realizando una serie de actividaddes graduadas en dificultad. Las actividades se construyen a partir de los intereses de los niños en las actividades Sensoriales y la repetición, y rompen la dificultad del proceso de escritura en pequeños ejercicios manejables.

Preparación indirecta

A través de actividades que les ayudan a coordinar sus dedos y preparar la pinza. Por ejemplo, manipulando los cilindros con botón o el gabinete geométrico, realizan el mismo movimiento de agarrar un lápiz, con tres dedos.

Pinza de lápiz: resaques metálicos.

Trabajando en estas habilidades motoras finas, el niño aprende a controlar el lápiz; un material diseñado para este propósito son los resaques metálicos, se aprende a trazar formas y rellenarlas usando diferentes lápices de colores.

Conocimiento fonético: juegos de sonidos.

Movimiento de la mano y correspondencia letra-sonido: letras de lija

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