Leer Y Escribir

Introducción

“Nadie puede empezar a aprender aquello que ya cree saber.”

- Epicteto, filósofo estoico.

Este ensayo es sobre el libro “Leer y escribir, el día a día en las aulas” de Ana María Kaufman, el libro muestra distintas proposiciones a los maestros para que revisen su propia mirada acerca la alfabetización de sus alumnos, es decir, acerca de la enseñanza y del aprendizaje de la lectura y la escritura.

Este libro fue pensado inicialmente como un módulo interno dedicado a la capacitación de los maestros que participan en el PEF.

Se está consiente que es difícil lograr que algunos docentes modifiquen su accionar en el aula, porque creen saber cómo se enseña a leer y a escribir. Esa creencia esta edificada sobre el recuerdo de la propia experiencia y sobre un discurso colectivo mil veces escuchado.

Qué enseñamos

En este capítulo, Kaufman explica que para poder participar con solvencia en las prácticas sociales de lectura y escritura de diferentes tipos de textos, los alumnos deben, primeramente, apropiarse del sistema de escritura y del lenguaje escrito.

Para enseñar bien, es indispensable tener claro que es lo que se va a enseñar, cual es el objeto de la enseñanza. Es importante aclarar que la caracterización del objeto de enseñanza no es un tema abstracto.

Leer implica construir la significación de un texto y en ese proceso, se coordinan datos del texto (tanto correspondientes al sistema de escritura como lenguaje escrito).

Kaufman espera que los alumnos participen en prácticas de lectura y escritura de diferentes tipos de textos de circulación social.

Comparte que, para llegar ser un buen lector de prensa, el camino se deberá de construir a través de múltiples lecturas críticas, y para poder apreciar el talento de los buenos escritores, tener la posibilidad de realizar prolongadas y sucesivas incursiones en el mundo literario.

Como comienza la alfabetización

Este capítulo se enfoca más en las “escrituras” que producen los niños por sí mismo en primer año, un poco antes de que entiendan que nuestro sistema de escritura es alfabético.

Kaufman, junto con Lerner, Castedo, Siro y Molinari, explican que los alumnos que aún no saben leer pueden hacerlo a través de los adultos o de algún otro niño que ya sepa leer convencionalmente, o también por sí mismos, mediante estrategias que también utilizan los lectores expertos.

Cuando el maestro lee a los niños en voz alta, ellos no solo están escuchando, están participando activamente en la construcción del significado del texto que escuchan. La lectura en voz alta es fundamental, porque el docente no solo brinda la oportunidad de construir el significado de un texto, si no también está poniendo a sus alumnos, en contacto directo con el lenguaje escrito.

Cuando los alumnos comienzan a leer por sí mismos, no solo se vinculan con el lenguaje escrito, también comienzan a explorar el sistema de escritura, integrado por letras, espacios y signos.

En cuanto al contexto material, Molinari aclara que muchos textos de circulación social suelen incluir dibujos o fotos. En estos casos, los niños anticipan el contenido del texto en virtud de las imágenes y también a partir de las características materiales del portador.

Cómo organizamos las actividades

Este capítulo consta de dos partes. La primera parte se encarga de caracterizar algunos aspectos didácticos generales que orientan el accionar de los docentes.

En la segunda parte, se habla de diferentes modalidades organizativas de las actividades que han sido puestas a pruebas

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