Guión De La Obra Sueño De Una Noche De Verano
Enviado por Tishana • 21 de Enero de 2013 • 6.946 Palabras (28 Páginas) • 9.996 Visitas
ACTO I
Introducción.
(El Bosque. El Crepúsculo.)
(Entran Hadas, el primer grupo con Cobweb y Mustardseed, el segundo con Peaseblossom y Moth.)
HADAS
Por los montes y los valles,
cruzando cercas y verjas,
por las olas, entre el fuego,
a todas partes, ligera,
más rápida que la luna,
voy a servir a mi Reina,
poniendo sus esferillas
de cristal entre las hierbas.
CUATRO HADAS
Sus invitadas las prímulas,
llevan doradas libreas;
sus manchitas de rubí
son huellas de hada, no pecas.
TODAS LAS HADAS
Tenemos que ir a buscar
gotas de rocío frescas,
para que tengan las prímulas
pendientes en las orejas.
(Puck aparece de repente.)
PUCK
(llamando)
¡Eh, espíritus! ¡Adónde vais?
(Las hadas se dispersan)
HADAS
O confundo mucho
tu forma y tu figura,
o eres ese espíritu
astuto y maligno
llamado Robin Goodfellow.
¿No eres tú el que asusta
a las muchachas de la aldea,
descrema la leche,
y a veces,
trabaja en la muela,
haciendo inútil
que el ama de casa,
sin aliento,
bata la mantequillera,
y a menudo no deja
fermentar la cerveza,
extravía a los caminantes
y se ríe de su daño?
¿No eres ese?
PUCK
¡Pero dejad sitio, hadas!
Aquí viene Oberón.
HADAS
Y allí nuestra señora;
COBWEB
Ojalá se marchara él.
(Entran lentamente Oberón y
Titania, con sus escoltas)
HADAS
Oberón está colérico y feroz,
porque ella tiene por paje
un delicioso muchacho
robado a un príncipe indio.
Y el celoso Oberón
quiere tener al chico.
OBERÓN
A la luz de la luna,
orgullosa Titania...
TITANIA
¡A la luz de la luna,
celoso Oberón!
Hadas, escapad de aquí.
He jurado abandonar
su lecho y su compañía.
(Las hadas se esconden.)
OBERÓN, TITANIA
Por eso los vientos,
soplándonos melodías en vano,
como por venganza,
han absorbido del mar
nieblas enfermizas.
Por eso, en vano, el buey
ha tirado de su yugo,
el redil se alza vacío
en el campo inundado,
los cuervos se ceban
con el ganado apestado.
Se alteran las estaciones:
la primavera, el verano,
el otoño fecundador,
el colérico invierno se intercambian
sus habituales libreas,
y el atónito mundo no les distingue
en su multiplicación.
Esta progenie de males
procede de nuestra discordia,
de nuestra disensión;
nosotros somos el origen
de estos males.
OBERÓN
Arréglalo entonces,
está a tu alcance.
Yo no pido sino
un muchachito robado,
para que sea mi paje.
TITANIA
Deja en paz tu corazón.
La tierra de las Hadas
no basta para comprarme ese niño.
Su madre había ingresado en mi orden,
pero ella,
por ser mortal,
murió al tener ese niño,
y por fidelidad a ella
no quiero separarme de él.
OBERÓN
...